Aria:
Tomo su mano, sube la vista y veo sus ojos llenos de lágrimas contenidas.
-Andrew.
-Yo... -se para rápidamente y sale por la puerta.
Siento un dolor en el estómago y una gran rabia, luego una gran pena. Todas estas emociones me confunden por que no entiendo lo que me está haciendo enojar. Así que respiro profundo como siempre lo hacía en el recinto después de una crisis.
El baño tiene la misma pinta que el resto de la casa, todo construido con madera pero aún así con un sofisticado estilo arquitectónico. La tina es grande y hay dos lavamanos que salen de la pared. Al otro lado se encuentra una ducha con lo que parece un genial sistema de salida de agua.
Busco hacia los lados y encuentro shampoo y acondicionador. Sumerjo mi cabello en el agua para luego proceder a aplicarme los productos para el cabello. Dios, no puedo recordar la ultima vez que me lavé el cabello con acondicionador. En el recinto una vez por semana me sacaban de mi celda, me dejaban en un lugar con baldosas tirandome desde lejos con unas mangueras una solución de agua con jabón. Intento borrar esos malos pensamientos y disfrutar del dulce aroma del shampoo.
Repito el proceso deseando que Andrew me hubiera dejado un cepillo para el cabello, pero logro arreglármelas mas o menos con mis dedos.
Andrew... ¿Por que dejé que alguien que no conocía me trajera a su casa? tengo miedo de él, es más fuerte, más rápido. Necesito salir de aquí, quizás cuando no esté pueda encontrar la forma de llegar a Dublin y hablar con un policía que hiciera saber que estaba viva, así mis padres vendrían a buscarme.
Mis padres, los quiero mucho y nunca se los decía. ¿Cómo estarán? ¿Cómo estará Perry y los demás? cinco años es muchísimo tiempo. Ya todos deben estar terminando la escuela, listos para entrar a la universidad...
Decido que ya era suficiente de baño, el agua se pone helada, por lo que me levanto de la tina con cuidado, saco la polera mojada de Andrew y envuelvo mi cuerpo con la toalla blanca del colgador.
Me miró al espejo, y salto de la sorpresa al verme. Mi cara había cambiado, está menos redonda, luce cansada, como un muerto viviente. Estoy muy delgada, los huesos de mis pómulos están marcados, mis clavículas al igual que mis hombros, y mis primeras costillas se ven a simple vista.
-Aria - Andrew se encuentra en la puerta mirándome, me tapo un poco mas con la toalla y lo miro -Ten - me entrega otra polera y un par de boxers.
-Gracias - sale del baño para que me cambie.
Cuando estoy lista, con una polera marrón y unos boxers negros salgo a la habitación. Andrew esta sentado en la cama hablando por teléfono y con un cepillo a su lado. Me hace señas para que me siente a su lado y así lo hago.
-Hablamos cuando llegues.
Su teléfono tiene el mismo botón del medio que mi IPhone 4 de hace unos años. Pero era mucho mas grande, delgado y bonito, nota que lo quedo mirando.
-IPhone 8 -sonrie -Supongo que recuerdas los celulares.
-Claro -mi voz aún suena algo ronca -Pero me quedé en el 4.
-Vamos, dame la espalda, te cepillaré el cabello.
Me doy la vuelta y empieza a cepillarme las puntas con delicadeza. Pero mi pelo enserio es un desastre.
-Yo creo que sería mas fácil cortarlo -comento desanimada.
-No claro que no -suena disgustado con la idea. -Lo arreglaremos, ya verás.
-¿Por que me tratas bien? ¿no serás como la bruja de Hansen y Gretel?
-Eres mi compañera Aria. No te podría tratar de otra manera.
-¿Qué quieres decir con que soy tu compañera? No me quedaré aquí por siempre. -se que una parte de mí, sin embargo, no está de acuerdo con mis palabras. bien al fondo de mi cabeza.
-Claro que lo harás Aria. ¿Tus padres no eran lobos?
-Soy adoptada. Mis padres biológicos murieron en un accidente de tránsito cuando tenía 3.
-Lo siento -dice no muy convencido con mi historia, mientras sigue intentando desenredar mi cabello.
-¿Entonces cual es este rollo de que soy tu compañera?
-Bueno, para ponértelo sencillo, todos los licántropos después de cumplir sus 18 años encuentran al que es el amor de su vida. por siempre, la Diosa es la que decide a quien se pertenece y es una relación tan dependiente, que no puedes vivir sin tu compañero, vivir feliz al menos.
-¿Yo soy tu compañera? -pregunto algo asustada. ¿Apenas nos conocemos y me está prometiendo amor eterno? ¿Además de demandar el mío? ¿Si no, soy triste de por vida?
-¿No lo sientes?
-No lo sé, ¿Como se supone que lo debo saber?
-Mi olor te embriaga Aria, al igual que mi cuerpo, mi voz y sientes la necesidad de estar cerca mío, te hago sentir mejor. ¿Cuál es tu olor favorito Aria? -pregunta en un tono de voz profundo.
-Jengibre.
-¿A que huelo yo?
-Jengibre.
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Nuestra Frágil Luna
WerewolfAria es una dañada licántropo que logra escapar del laboratorio donde la mantuvieron cautiva por cinco años. Encontrándose en el camino con el Alfa que sería su compañero. Sin embargo, la especie se encuentra a pasos de la guerra más sangrienta que...