Dios. Mi cabeza da vueltas ¿Cuánto ha pasado ya desde que bebí la sangre de Christian? por las ventanas se ve que ya oscureció y una luna casi llena ilumina la noche. Me levanto y dirijo al baño a mojarme la cara. Avellanas, visto una camisa de Christian en vez de las usuales poleras de Andrew.
-¿Creés qué se moleste demasiado? -escucho preguntar al rubio.
-Ya veremos, está despierta.
¿Cómo sabe que estoy despierta? aún tengo demasiado que descubrir de los licántropos y me da jaqueca de solo pensarlo. Bajo las escaleras y me encuentro a ambos hombres comiendo en la barra de la cocina.
-¿Cómo te encuentras Aria? -Andrew se para, pone otro plato de comida a su lado y me indica que me siente.
-Un poco mareada -respondo tomando asiento.
-¿Recuerdas lo que sucedió? -Christian me mira atentamente.
-Un poco, no lo sé... ¿Cuánto llevo dormida?
-Unas ocho horas -responde Andrew -son las doce. Come -miro el plato frente mío y lo revuelvo un poco con el tenedor antes de comer un bocado.
-Recuerdo estar en la bañera y... sobre reaccione.
-En ese caso recuerdas lo peor - sonríe Christian.
-También a ti -miro a Andrew -Diciéndome que volviera a levantar el muro - siento ponerme blanca como el papel. Dios.
-Es tu derecho mantener tus pensamientos para ti Aria, además...
-Muéstrame -demando y ahora es Andrew al que le baja la sangre -¡Muéstrame! ¡Necesito saber lo que viste!
-Aria... no es necesario -habla en voz baja.
-¡Muéstrame!
Llega como una ráfaga a mis ojos. Me están azotando hasta hacerme sangrar, y el hombre que he hecho enojar ríe a mis espaldas.
-¿Solo eso? -suspiro aliviada y noto el enfado de Andrew.
-¿Es que hay algo peor que ver? -asiento.
-Sabes que puedes hablar con nosotros sobre esto Aria -me mira preocupado.
-Si, Sam también me lo dijo.
Christian se nota incomodo, y se lleva una mano al cuello como buscando algo, cuando retira la mano lo veo. Tiene una mordida y estoy bastante segura que es mía.
-Yo... -empieza Christian.
-¿Por qué me dejaste morderte? -susurro frustrada e incomoda intentando contener las lágrimas.
-Pues, ibas a tener que hacerlo en algún momento y le pusiste bastante empeño.
Odio esto, me siento tan vulnerable. se que debo estar agradecida por haber salido de aquel lugar con vida pero al menos ahí sabía que esperar, y aunque aquí tenga más libertades, ropa, comida y no me maltraten. De igual forma me siento encerrada e inútil, sobre todo inútil.
-¿Me quieren?
-Aria, nuestros cuerpos están diseñados para quererte -responde Andrew.
-Esa no fue la pregunta -me siento triste. Mi lobo se siente triste y desea llorarle a la luna.
-Tienes que entender que hace poco nos conocemos, ¿Tú nos quieres? -agrega Christian.
-No lo sé, a ti no al menos . Ya no tengo hambre -alejo el plato aún lleno y me pongo de pie.
-Apenas haz comido -me regaña el inglés.
Voy a la sala de estar y me siento frente a la chimenea, me pregunto como seria mi vida si nunca hubiera participado en el campamento de escalar. Tal vez estaría preparando mis cosas para irme a la universidad, un master en humanidades, fiestas en hermandades. ¿Podría volver a eso? Probablemente no, ya que ni siquiera terminé el primer año. Me gusta estudiar, tal vez le pregunté a Andrew si puedo seguir con los estudios. O a cualquiera de los tres.
-Vamos come un poco más Aria -llega Christian con un pote a mi lado - Te saltaste el almuerzo hoy -me entrega la comida junto con un tenedor -Y no sólo la revualvas.
Vale, puedo comer, la verdad hasta tengo un poco de hambre aún con el estomago revuelto.
-¿Creés que pueda retomar mis estudios? - mira arqueando una ceja y Andrew llega a sentarse en el sofa de en frente.
-Claro, supongo, después de la guerra -responde Christian.
-¿A que curso llegaste? -pregunta Andrew.
-Primero, fue en las vacaciones de verano cuando... ya sabes.
-Nosotros podríamos ayudarte -continua Andrew - Sam es médico, yo estudie economía y Christian ciencias políticas -tiene una sonrisa en su rostro -No tienes que estudiar si no quires, pero si lo deseas mañana te inscribiré a un curso y diré que tienes los profesores que necesitas.
-Me encantaría, gracias.
-Vamos a dormir, ya es tarde.
-Dormí ocho horas y acabo de despertar, no tengo sueño.
-Te dará -insiste el irlandés.
-¿Dónde quieres que te toque Aria? -susurra en mi oreja después de morderla suavemente.
-Christian... -se posa suavemente sobre mi y luchamos en un beso apasionado, su mano me acaricia de mi ombligo a mis pechos para luego volver a bajar. Remplaza sus manos por su lengua.
Dios qué me sucede ... despierto sola en la cama, aún esta oscuro fuera y el calor que siento se hace cada vez más insoportable. Me levanto rápidamente y camino al baño a mojarme la cara, tengo que cambiar mi ropa interior. Esto es demasiado vergonzoso. Bajo a la cocina por un vaso de agua y veo a Andrew durmiendo en el sillón.
-¿Qué haces aquí? -pregunto cuando lo veo refregarse los ojos.
-No podía dormir.
-Pero estas durmiendo aquí -lleno el vaso con agua.
-Es tu olor, puedo sentir cuando tú... -Dios, esto si es vergonzoso.
-Yo no puedo... no se por qué sucede.
-Es por nosotros, para completar la union tenemos que unirnos, además por la sangre de Christian... bueno, es normal. No te avergüences por ello. Es solo que te veo y me pongo duro.
-Tal vez esté bien que me vaya con Sam unos días.
-No dejará de doler -sonríe -Vamos, te acompaño a la cama.
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Nuestra Frágil Luna
WerewolfAria es una dañada licántropo que logra escapar del laboratorio donde la mantuvieron cautiva por cinco años. Encontrándose en el camino con el Alfa que sería su compañero. Sin embargo, la especie se encuentra a pasos de la guerra más sangrienta que...