Aria:
Dolor, placer y luego todo negro.
"Aria, pequeña despierta" siento la voz de Andrew en mi cabeza. Pestañeo un par de veces intentando enfocar la vista.
Dos hombres, sentados cada uno a un lado de la cama y yo en medio. Me pongo en guardia rápidamente y me acerco a Andrew buscando espacio entre el pelirrojo y yo.
-¿Qué sucede? ¿Por qué me mordiste? -Pregunto.
-Soy tu compañero -responde el escoses que tiene un moretón en su ojo y en su mandíbula.
-No. Andrew es mi compañero -Afirmo - Esto no sucede ¿cierto? - Miro a Sam a los ojos y sé que no está mintiendo. Mi lobo responde a él al igual que con Andrew aunque está confundida. Estamos confundidas. Inhalo y el familiar jengibre se mezcla con un exquisito aroma a naranja.
-Nena escúchame -dice Andrew - Esta situación ha pasado dos veces en nuestra historia, las dos veces fue una luna y tres alfas antes de un gran desastre, de alguna forma la diosa los hacia compañeros y así las manadas se unían, eran fuertes, ya que los alfas se podían comunicar entre sí a través de su Luna, por lo que tenían mas posibilidades de éxito en batalla.
-¿Y creen que este es el caso?
-Es la única explicación que tenemos -habla Sam - Y las circunstancias calzan.
-¿Dijeron tres? - pregunto.
Dios esto no puede ser. No he terminado de confiar en Andrew, en la gente, ¿Y la diosa me está emparejado con dos lobos más? ¿Por qué a mí?
-Creo que es porque te encontrabas en el lugar y en el momento adecuado. Además de no pertenecer a ninguna manada, eras la candidata perfecta, pequeña. - Responde Andrew a mi pregunta no formulada.
-Perfectamente rota -río para mí misma, esto no es amor, no es el destino. Sino que una forma salvaje de salvar a nuestra raza, de la cual aun no estoy familiarizada.
-Aria, no significa que lo que sentimos no sea real.
-¡Deja de meterte en mi cabeza! -Gruño. ¿Pueden leer solo mis pensamientos? ¿O ver también mis recuerdos? rápidamente una imagen del recinto se me viene a la mente que intento borrar en el instante, pero cuando intentas de dejar de pensar en algo solo sale más a la superficie. Maldición.
El pelirrojo y Andrew están blancos, sus ojos se tornarnan amarillos y ambos respiran lento intentando calmarse.
-Lo lamento- Susurro.
Decido bajar las escaleras, necesito un poco de espacio. Por las ventanas se ve que ha comenzando a nevar, sin embargo la casa se encuentra cálida por la chimenea y el sistema de calefacción. Después de estar cinco años encerrada ver el exterior es hermoso, hundir los pies en la tierra es magnifico.
-Puedes ocultar tus pensamientos de nosotros si así lo deseas, es tú derecho. - Un olor a naranja invade mis sentidos y me giro para encontrar al escoses.
-¿Cómo?
-Tienes que concentrarte, y pensar en un escudo, una pared de concreto, una puerta, lo que sea que asocies a "no dejar pasar", encierra tus pensamientos dentro - Levanto una ceja, pero lo intento -¿Tal vez si le pones un candado a la puerta? aún me llega lo que estas pensando -Lo miro con amenaza y me sonríe.
-¿Ahora? -Pregunto.
-Está un poco mejor, aunque si intento leerte el pensamiento y me esfuerzo igual puedo hacerlo. Pero al menos ya no vuela, será más fuerte con el tiempo.
-¿Y siempre tengo que estar pensando en la puerta? -Es estúpido, ¿Cómo pensaba en otra cosa?
-No - vuelve a reír Sam - Ya está, solo tienes que hacerlo una vez, y después para hablarnos o dejar pasar lo que estas pensando solo abres la puerta.
-Que tonto -Frunzo el seño -¿Qué te sucedió en la cara?
-Si no fuera por Connor nos matamos -Responde Andrew mientras baja la escalera.
Claro que sí, por lo que he estado aquí me he dado cuenta que los lobos son extremadamente posesivos e impulsivos.
-¿Qué pasará ahora?-Me acerco a Andrew.
-Sam se quedará por tres días, como lo tenía planeado, luego regresará a su manada a arreglar unas cosas y volverá. No estamos seguros Aria, además tendré que llamar a Christian para explicarle la situación.
-¿Christian?
-Creemos que podría ser tu otro compañero - comenta Sam - es el Alfa con más poder de Inglaterra. Y un completo idiota.
-No lo quiero conocer - Me siento en el sillón frente al fuego.
-Tienes qué -habla Andrew - Yo tampoco te quiero compartir - su voz suena dura - Pero no me queda otra opción.
-No me haz dado opción de nada - gruño, Sam se sienta a mi lado y me alejo de él.
Andrew echa leña a la chimenea. Se ve molesto y entiendo por qué, no es solo yo la que se siente incomoda con la situación, el pensaba que el día que encontrara su compañera todo sería espectacular y perfecto, viviría una vida sin complicaciones con alguien que siempre querría estar a su lado y se apoyaran el uno al otro.
"Lo siento" le digo mentalmente no muy consiente de que lo he hecho, se da vuelta y me sonrie.
-Entonces Andrew - Sam interrumpe el momento - ¿Por qué no tienes un árbol de navidad amigo?
Mis ojos se iluminan de felicidad y ambos me miraran con una gran sonrisa en sus rostros.
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Nuestra Frágil Luna
WerewolfAria es una dañada licántropo que logra escapar del laboratorio donde la mantuvieron cautiva por cinco años. Encontrándose en el camino con el Alfa que sería su compañero. Sin embargo, la especie se encuentra a pasos de la guerra más sangrienta que...