-¿Qué haces tú aquí? -pregunto aún media dormida viendo a Christian tecleando algo en su computadora a mi lado.
-Sam fue con Andrew a la reunion de los vampiros y no te quisieron despertar -responde sin mirarme.
-¿Por qué no fuiste tú? -me siento en la cama y refriego mis ojos.
-Digamos que no tengo la mejor relación con ellos -ríe sarcásticamente -irónico ya que compartimos ADN.
-¿A qué te refieres?
-¿Qué no lo hueles en mí? -suspira como si fuera estúpida.
-¿Debería?
-Claro. Al igual que puedes detectar al instante un Alfa, un Beta, alguien de una manada desconocida. Soy el único licántropo en la faz de la tierra que tiene sangre de vampiro en su organismo. Normalmente nuestro cuerpo la degrada pero en mi caso se combinó.
-¿Cómo?
-Creemos que hubo sangre de ellos en alguna etapa de nuestro árbol familiar -levanta los hombros y me mira fijamente -Soy como 60% licántropo 40% vampiro de todas formas.
-¿Bebes sangre?
-Solo la tuya -sonríe de oreja a oreja.
Me levanto sin decir otra palabra y voy la habitación de Andrew por algo de ropa, está haciendo más frio, por lo que me pongo dos polerones y voy a su cajón de ropa interior por unos calcetines gruesos.
Bajo por algo de comer esperando encontrarme con las usuales tostadas y té con leche, pero obviamente Christian no es de los que prepara el desayuno.
"¿Cómo amaneciste?" escucho la voz de Andrew en mi cabeza y sonrío como una idiota.
"Extrañándote, ¿Cómo me pueden dejar con tal imbécil?"
"Hey..." musita desaprobadoramente "Es tu compañero al igual que nosotros" le gruño, no muy segura si puede oírlo "Come algo, te deje una malteada de proteína en la nevera y tus vitaminas están en la encimera de la cocina"
"Lo haré, ¿Cuándo regresan?"
"No lo sé nena, después de almuerzo lo más probable" vuelvo a gruñir "Te extraño, te tengo que dejar, hablamos luego"
Saco la malteada e intento abrir las vitaminas, pero Andrew las había apretado demasiado y no tengo las fuerzas necesarias para abrirlas así que voy a la sala donde esta Christian con unos papeles en la mano.
-¿Podrías abrirlas por mí? -le muestro los envases que dejo en la mesa frente a él.
-¿Es qué no puedes hacer nada por tú cuenta? -dice abriendo los envases. Su comentario me duele y él lo sabe.
-¿Por qué te comportas como un idiota? - Pregunto mitad triste mitad enojada.
-¿Por qué te comportas como una niña?
La malteada que llevo se hace añicos dejando un desastre en el suelo y sangre en mi mano.
-Aria...-susurra poniéndose de pie rápidamente.
-¡Déjame! -grito dirigiéndome a las escaleras - ¡No sé qué te he hecho, pero me dejas más que claro que te importa una mierda ser mi compañero! ¡Y me da igual que lo seas! -las últimas palabras que salen de mi boca me dañan al igual que a Christian, al menos él no es un llorón.
Mi lobo quiere a sus tres compañeros compartiendola, protegiéndola y amandola por igual. Ella ya lo hace, aunque yo aún no pueda.
Vuelvo a la habitación de Andrew, que ya tomo como mía, ¿eso no era injusto? Es el primero además del único que confío. Me apresuro al baño a lavar mi mano que tiene malteada y una herida bastante fea.
-¡Vete! - Grito cuando Christian se acerca.
-Déjame ayudarte -dice con cuidado tomándome la mano bajo el chorro de agua.
-No puedes hacer nada -digo sorbandome la nariz -mañana ya estará bien -con la otra mano me saco las lágrimas de la cara, que no son por el dolor de mi mano.
-Dame -toma la mano y la lleva a su boca lamiendo los bordes de la herida, mi corazón empieza a latir rápido, un escalofrío recorre mi espalda sus ojos se conectan con los míos y mi respiración se acelera. Dios... qué hace. -Ya está.
Lo que normalmente demora horas toma minutos. La piel aún está rojiza y algo frágil, pero la herida ya ha cerrado.
-¿Dónde estabas cuando me azotaban la espalda? -comento para mí misma.
-En Inglaterra -pongo los ojos en blanco.
-Bueno. Gracias por... Tú sabes.
-No debí haberte provocado. Aunque si tienes la fuerza suficiente para romper un vaso con una mano, te aseguro que puedes abrir tus vitaminas -comenta sarcástico..
-Ve a ver televisión, iré a limpiar abajo y te traeré algo de comer. No te acostumbres Aria.
Dios... Si me tenía que hacer heridas para que me las curara de esa forma... «Hay otras formas de sentirse así ¿Sabes?»
Odio el lobo....
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Nuestra Frágil Luna
WerewolfAria es una dañada licántropo que logra escapar del laboratorio donde la mantuvieron cautiva por cinco años. Encontrándose en el camino con el Alfa que sería su compañero. Sin embargo, la especie se encuentra a pasos de la guerra más sangrienta que...