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  Sam:

Aria es brillante, por dentro y por fuera, solo necesita un empujón para que ella y el mundo lo note.

-¿Cómo va todo con la manada? -pregunta mientras pongo la ensalada en la mesa con esos grandes ojos azules observándome.

-Aún faltan algunas cosas por arreglar. Mañana a las 10 de la mañana daremos la declaración oficial, estaba pensando que podríamos hacer un video tuyo para reproducir en la reunion con los alfas.

-¿Mío? -mira asustada.

-Tendrás el discurso hecho y solo lo leerás frente a la cámara, solo si quieres claro.

-Me gustaría ayudar - sonríe a la mitad sentándose en el comedor -¿Qué preparaste?

-Nada, te mencioné que no sé cocinar. Ordené pizza y la puse en el horno -su cara de felicidad me hace sonreír, aunque al segundo una lagrima cae de su ojo y empieza a llorar, corro hacia ella no sabiendo que hacer. Pego su cabeza a mi pecho y le acaricio el cabello.

-¿Qué sucede hermosa? ¿Qué está mal?

-Nada -lloriquea secándose las lágrimas con la mano y riendo-Solo que hace cinco años que no como pizza -se aleja de mí y vuelve a reír -Tráela, espero que siga igual de buena de como la recuerdo.

Nunca la he visto comer con tantas ganas, ya es su tercer trozo de pizza y no ha dicho ninguna palabra.

-¿Qué más extrañas hermosa?

-Bueno -dice después de un trago de agua - Además de mi familia y todo Estados Unidos -hace una mueca - Mantequilla de maní y jalea, también los cereales con leche. Andrew solo me da tostadas con queso y el se hace un gran desayuno inglés que no me gusta nada.

Le sonrio tratando de confortarla, Andrew me había comentado sobre su familia y los problemas que tuvo los primeros días, no puedo culparla por intentar escapar. Todo esto aún es una vida nueva para ella, lo ha llevado bastante bien hasta ahora.

-Me comentaron que querías volver a estudiar -digo cambiando el tema.

-Me gustaría -sonríe -Sé que es un poco difícil con todo lo que está sucediendo. Pero tal vez después... Andrew dijo que me inscribiria a clases por Internet y podía dar los exámenes del gobierno online.

-¿Quieres otro trozo? 

-No, gracias -sonríe -Estaba realmente buena. Tal vez para la cena.

Luego de comer vamos a sentarnos frente al fuego. Su delicada piel se ilumina con las llamas y una sensación de plenitud me llega de su parte.

-¿No tienes trabajo que hacer?  -me saca de mis pensamientos.

-Si, debería ir a la casa de la manada a preparar todo para mañana pero no te quiero dejar.

-Podría ir contigo -dice emocionada -Si puedo claro. Aún no soy la mejor del mundo conociendo personas -se lleva una mano a la cabeza.

-Claro hermosa, vamos a ponernos algo más de ropa, está frío fuera.

A Aria le hace falta ropa más adecuada para su puesto de Luna, algo que sé que Christian puede arreglar.
Me acerco a su maleta y escojo unos pantalones negros que son de estilo apretados pero con el peso de Aria no se adecuan a su cuerpo, las únicas botas que tiene un beetle gris y su abrigo.

-¿Es algo normal que mis compañeros eligan lo que voy a vestir? -pregunta saliendo del baño.

-No, solo que te hace falta ropa adecuada para el puesto -le sonrió.

-¿Qué acaso te haz estado juntado con Christian?  -ríe y se acerca a inspeccionar la ropa que he dejado en la cama.

-Bueno, yo tampoco voy a la casa de la manada con jeans y polera. Pero tienes razón, dejaré que Christian se encargue de tu ropa, estará más que encantado. -me mira con una cara de "por favor no"  que me causa gracia.

-Andrew solo mandó a alguien a comprarme los básicos. Por eso es que no hay más ropa.

-Bien, vamos -le digo cuando termina de cambiarse y cepillar su cabello.

La casa de la manada es parecida a la mía, pero dentro en vez de habitaciones hay oficinas y salas de reuniones, normalmente hago el recorrido caminando pero con el frio y Aria prefiero tomar el auto.

-¿Cuántas manadas hay en Escocia? -pregunta mientras entramos a la fortaleza.

-27.

-¿Cómo es que los humanos no se han dado cuenta de su existencia?

-Por que prefieren ignorarla -sonrio -Vamos, te mostraré mi oficina.

La tarde con Aria en la casa de la manada ha sido provechosa, le presento a mi beta, grabamos el video de explicación a las manadas, se lleva bastante bien con mi asistente que la maquilla para la cámara "Ahora me veo viva" sonríe mientras le ponen rubor en las mejillas y le arreglan un poco el cabello.
Mando el video terminado a Andrew y Christian que lo aprueban bastante bien. Cuando volvemos a casa el sol ya se está poniendo y escuchamos a alguien aullar a lo lejos.

-Hoy hay luna llena -recuerdo.

-¿Saldremos a correr? -pregunta emocionada.

-No es buena idea salir en luna llena, muchos se transforman y a algunos compañeros les gusta... ya sabes, tener relaciones bajo la luna llena.

-¿Pero entonces cambiamos dentro?

-¿Por que deberíamos cambiar? -siento su confusión.

-Porque todas las lunas llenas... en el recinto cambiaba. Aunque no quisiera -se retuerce como si el recuerdo le incomodara y entiendo lo que está pasando. 

-Lo que sucede hermosa, es que cuando un lobo se niega a cambiar durante la luna creciente, al llegar la luna llena su lobo sale tanto si quiera como si no -asiente en comprensión- Pero ya haz cambiado este mes. Si quieres mañana podemos salir a correr para que conozcas las tierras. -La idea me emociona, ya que nunca he visto su lobo coleando. 

Noto a Aria incomoda en la cena, aunque cuando le pregunto que le sucede, dice que no es nada.

Pero cuando ya estamos en la cama y se empieza quejar, enserio me preocupa. Toco su frente que esta hirviendo.
Recuerdo lo que significa la luna llena cuando conoces a tu compañero y el dolor insoportable que sufriría a media noche.

-Andrew... -susurra incomoda en busca del Irlandés.

-Escúchame hermosa... -le ruego.

Nuestra Frágil Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora