34

55.8K 5.1K 279
                                    

-¿Estás bien? -pregunta Sam algo preocupado.

-Es solo mi cabeza -respondo algo atolondrada sentándome en la barra de la cocina americana.

-Ten -me entrega un vaso de agua y saca de un gabinete una pastilla.

-Gracias -sonrío.

-De nada hermosa.

-Hey... ¿Qué hay de Lucy? -pregunto recordando su pastor australiano.

-Se está quedando en casa de mis padres.

-¿No la traerás?

-Tendré que conversarlo con los demás -musita juntando los labios.

Andrew ya está aquí, percibo su olor unos segundos antes de entrar a la casa, mis hormonas se disparan y cubro mi cara con las manos mirando avergonzada a Sam que solo ríe.

-¿Qué tal el paseo? -le pregunta a Andrew que entra a paso lento a la cocina.

-Todo se ve en orden, hay guerreros de todas las manadas haciendo guardia por el territorio, ¿Estás bien Aria? -me mira confuso.

-Mi cabeza me molesta un poco, eso es todo, Sam me ha dado una pastilla para el dolor -el pelirrojo levanta los hombros.

-Igual siento su malestar -dice y Andrew asiente con la cabeza.

-No es nada -digo poniéndome de pie y acercándome al irlandés con el que había peleado unas horas atrás. ¿Por qué? No lo sé, pero el dolor se apacigua un poco estando a su lado. -Sigo enojada contigo -pongo mi cabeza en su pecho y respiro, su mano acaricia mi cabeza suavemente. Me encanta.

-¿Quieres que vayamos a sentarnos al sillón? -susurra en mi oído y asiento con los ojos cerrados.

"Mierda Aria ¿Estás bien cariño?" Christian, esto ya es raro.

-¿Por qué todos están tan preocupados por lo que estoy sintiendo? - pregunto seriamente y procuro que Christian esté escuchando -Es un dolor de cabeza un tanto molesto nada más, he sufrido dolores inimaginables contra éste. ¿Qué sucede?

-Es la luna -Sam es el primero en responder -Tres días antes de que comience la luna nueva hay una fase llamada Luna oscura. No hay luna en el cielo.

-Estás sin protección -dice Andrew -Y es cuando los brujos del inframundo hacen hechizos.

-Les prometo que es un simple dolor de cabeza -murmullo.

-Deberíamos conseguirte un collar de la luna -sugiere Sam.

-¿Con piedras lunares o algo así? -miro a Sam -¿Las que trajo el Apolo 11?

-¡Tengo el que perteneció a mi abuela! -exclama Andrew emocionado y corre escaleras arriba.

-¿Collar de la luna? -vuelvo a preguntarle al pelirrojo.

-Es algo así como un amuleto -explica Sam.

-¿Así cómo el hilo rojo en la muñeca izquierda? -río.

-Algo así, pero creemos que este es más profundo y de verdad hay una conexión con la Diosa.

-¿Cómo la cruz en el cuello? -vuelvo a comparar, pero esta vez me abstengo al ver la cara de desilusión de Sam.

-Lo lamento, no quise desprestigiar... tú sabes, lo siento -vuelvo a repetir -nunca creí en ninguna religión por que no entendía como un dios podía hacer sufrir a tanta gente. Y a mí, bueno igual lo sabes -digo, me rasco la cabeza.

-No te preocupes.

-¡Aquí está! -vuelve Andrew con sus pasos enormes, está a mi lado en cosa de segundos.

-Si era de tu abuela no tienes por que...

-No seas ridícula. Eres mi Luna, estaría encantada que lo tuvieras.

-Gracias -le sonrío con sinceridad, sintiendo lo que significa para él. Le doy la espalda y me levanto el cabello para que pueda engancharlo. Al momento siento una energía extraña viniendo del collar. Ocho círculos separados unos de otros del porte de un centavo brillan, uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho segundos en completo silencio y se apagan.

"¿Qué acaba de pasar" siento a Christian de vuelta en mi cabeza.

"No lo sé"

-Si teníamos alguna duda con su descendencia ha acabado. En serio eres Elizabeth -Andrew está atónito.

-De un momento a otro me siento aún más honrado de que seas mi compañera -bromea Sam.

Nuestra Frágil Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora