Viernes. Para cualquier otra chica o chico de mi edad está palabra significa una cosa: fiestas. Para mi significa una tarde entera en la biblioteca de mi colegio. Exactamente en la sección de romance. Si vas al colegio North High y te diriges a la biblioteca siempre, siempre, me encontrarás allí. La verdad es que no me molesta para nada la soledad y el silencio de la biblioteca a estas horas, es más, me encanta.
Me encuentro sentada, bueno...acurrucada en una silla, y si miras desde lejos lo único que podrás ver de mí son, mi frente y mis dedos alrededor de mi libro, nada más. Miro hacia arriba dejando atrás mi comodidad y me encuentro con la cálida sonrisa de la señorita Cole, la bibliotecaria, que es mi amiga y además de eso es la que siempre me da una idea o indicación acerca de que libro leer. Es una romántica empedernida al igual que yo y por eso creo que no llevamos tan bien. Bueno, por lo que creo Taylor, la señorita Cole es soltera y ¡lamento tanto que sea así! Creo que ha estado escondiéndose detrás de esas gafas enormes toda su vida, me gustaría encontrarle un novio algún día. Sonrío de vuelta hacia ella y vuelvo a mi libro.
Bajo la misma estrella es la historia que me ha tenido atrapada todo el mes y he llorado millones de veces leyéndola. Sí, no es la primera vez que leo este libro, perdí la cuenta después de la quinta o sexta vez, no lo sé.
Mi tranquilidad es interrumpida por unos tacones ruidosos que pisan sobre el suelo. Tac, tac, tac. Que molesto sonido. Levanto la vista para encontrarme con quién pensaba, Jazmine. Ojos marrones medio verdes, cabello largo y pelirrojo, uñas perfectamente arregladas y una sonrisa perfecta. Va vestida con un vestido amarillo corto y se ve hermosa como siempre. No es en vano que la eligieron como líder de las porristas, ella está muy cerca de ser perfecta.
—¿Que haces aquí?
Inquiere. Su mirada posada sobre mí. Aún tengo que preguntarle de quién heredó esa tenacidad característica de ella, porque sus papás son demasiados tranquilos.
—Tú sabes que siempre estoy aquí.
Le digo reprochándola. Ella me conoce a la perfección y sabe que este es mi lugar favorito en todo el mundo. ¿Justo ahora tiene que fingir no conocerme como lo hace?
—Si si si, ¿saldrás esta noche?
Me dice, con renovado entusiasmo en su rostro. Mi mejor amiga habla como si no me conociera. Suelto un sonoro bufido al escuchar su pregunta. <<Claro que no saldré Jaz, soy Aurora ¿recuerdas?>>
—No creo, en un rato Sam viene a recogerme.
Le digo a modo de explicación, queriendo distraerla un poco y lo logro exitosamente. Al juzgar por su reacción pienso que esa es la verdadera razón por la que está aquí, Sam. Ella me mira y sonríe, tan sólo con mencionar el nombre de mi hermano y su flamante novio universitario y su humor es otro.
—Ya lo sé, esperaré aquí contigo entonces, libritos.
Me dice y se sienta a mi lado. Ruedo mis ojos hacia ella. Libritos, ese es su apodo para mí desde que tengo memoria. Recuerdo que cuando éramos niñas siempre me molestaba por prestar más atención a los libros que a cualquier otra cosa.
—¿Saldrán hoy con Sam?
Le pregunto cerrando mi libro y centrando mi atención en ella.
—Sí.
Se limita a decirme, pero su sonrisa casi parte su cara en dos.
—Ya veo enamorada, ¿has hecho la tarea del profesor Crowley?—le digo desinteresada. Pero en mi interior sé exactamente que me dirá.
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Encantadoramente diferente.
Hayran KurguLas diferencias entre nosotros nos hacen seres únicos. Acepta tus diferencias y aprende a vivir con ellas. Ser diferente no es un error, es un privilegio. Están prohibidas cualquier tipo de adaptación o copia de cualquier tipo de esta historia. Todo...