Capítulo 29.

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Después del almuerzo, me pasé toda la tarde leyendo en la comodidad de mi cama y los brazos de Zayn. Jace me dijo que debía mantener reposo, así que fue una excusa perfecta para terminar mi libro y pasar tiempo con mi novio.

La historia es que mientras estaba leyendo, él apareció en mi habitación, con la excusa de que quería pasar tiempo conmigo, sacando a Jazmine de escena, casi sin intención alguna. Insistí en mantener una charla con él, pero, me dijo, que le gustaba verme leer, así que... me acurruque en el medio de su pecho y con unas mejillas sonrojadas termine de leer Oliver Twist. Él se mantuvo muy callado todo el tiempo, sus dedos acariciando rítmicamente mi brazo, y en ciertos momentos sus labios besaron mi cabello. Era imposible concentrarme en la historia cuando él hacia todo eso, pero, milagrosamente resultó muy relajante y me hizo sentir...querida.

Es hermoso hacer nada con la persona que quieres , porque enrealidad no importa lo que hagas, lo que importa es la persona que tienes enfrente. 

Luego de pasar media hora en el umbral de la puerta de mi dormitorio, rogando que fuera a dormir con él, haciendo pucheros y besándome cada cinco segundos, acepté ir con él, aunque la verguenza me vencía me convencí de que no hay mejor lugar para soñar que en sus brazos. 

Antes de irse a dormir estuvo hablando con Rosie por teléfono y me di cuenta de que eso pequeño acto me hizo caer aún más por él. 

Sólo la lámpara en la mesa de luz estaba encendida, haciendo que la oscuridad en la habitación fuera bastante grande. Estuve horas delineando con mis dedos los tatuajes en su brazo izquierdo, asombrada con la perfección de cada trazo.

—¿Te gustan?

Pregunta, algo curioso. Su voz sonando baja y adormilada.

—Sí, son muy bonitos.

Confieso, girando mi cabeza para poder verlo. 

—¿Duele mucho?

Agrego, curiosidad saltando en mis palabras. Zayn me mira risueño.

—¿Estás preocupada por mi, eh?

Oh, fastidioso.

—N-no, sólo preguntaba gran tonto. 

Le digo, recelosa. Él se ríe de mi expresión. 

—Un poco nada más. 

—Duerme, estás algo cansada. 

Murmura, y yo lo obedezco al instante, poniendo mi cabeza una vez más en su pecho y de forma inconciente caigo en un sueño profundo. 

En el medio de mis sueños, sentí como unos dedos atrevidos se habrían paso por mi abdomen desnudo, haciendo que me retorciera mientras dormía. Segundos después creí escuchar algo, un murmullo suave y lleno, lleno de amor. 

"De todas las bella durmiente, tú eres mi favorita. Eres hermosa, Aurora."


A la mañana siguiente tuvimos que equiparnos con ropa cómoda, nada de jeans ajustados o vestidos sueltos, porque haríamos una pequeña excursión a las montañas, caminando por el gran bosque. 

Todo el alumnando estaba muy contento con la idea, pero yo sabía que no podría ir.

Jazmine tuvo que convencer a Duke de que me dejara ir, agradecí tener a una amiga tan tenaz y decidida como ella. Estuvo hablando con él por teléfono por más de diez minutos interminables pero cuando corto la llamada ella sonrió victoriosa. 

Encantadoramente diferente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora