Encantadoramente diferente.

Capítulo 20.

—Buenas noches señor, ¿quieren que les traiga algo?

Steve es todo sonrisas hacia nosotros. Zayn me mira en busca de una respuesta, mientras que Steve me mira atentamente. 

—Am, yo estoy bien...Muchas gracias, Steve.—le digo, sonriente. La incomodidad no tarda en llegar a mí y tengo ganas de irme. Siento que no debo estar aquí. El sentimiento parece ir aflorando dentro de mí, diablos quiero llorar.

—Perdone mi incumbencia señorita pero, ¿cuál es su nombre? 

Dice, de forma educada. 

—Aurora.—le respondo. Zayn observándonos en silencio. 

—Es un gusto verla aquí de nuevo, Aurora. 

Me dice, amable, sus ojos viajando de mí hacia Zayn. Me sonrojo al ver las miradas que comparten con Zayn, ¡piensa que estamos juntos! Y parece que le gusta bastante la idea.

—Si me disculpan, me voy a retirar. Adiós señor, Aurora. 

Dice asintiendo hacia nosotros, para después irse. 

—Le agradas.

Zayn me habla, distrayéndome. Miro hacia él y está concentrado en mí. 

—¿A Steve?

Le pregunto y él asiente, logrando que me sonroje. 

—¿Es eso malo?

Mi cerebro quiere quedarse callado, pero mi corazón, como siempre, tiene una relación más directa con mis labios, logrando así que esa pequeña pregunta se escape sin filtro alguno. 

—Más de lo que tú crees.

Sus ojos están ardiendo en sinceridad, quemando todo a su paso. Me atrapan en un embrujo que no tiene salida y me quedo allí por segundos que parecen horas, totalmente intimidada por el poder de sus ojos sobre mí. Quizás es porque veo en ellos cosas que nunca imaginé sentir. 

Todo lo que pasó entre nosotros me golpea, en un sin fin de imágenes, creando en mí un extraño miedo, sí, eso es lo que siento justo ahora. Fui demasiado lejos con todo esto, y yo más que nadie sé que no puedo hacerlo. No puedo. ¿Qué pretendía? La ilusión se siente tan bien al principio, pero después la realidad destruye todas tus expectativas. Siempre es así. Y conmigo no pudo ser de otra forma. Creí que podía estar con él, pero es imposible. Yo...yo...me estoy muriendo. ¡No puedo enamorarme de él! Mi subconsciente me mira con ojos tristes, ella sabe que tengo la razón. Sólo quiero irme, y no volver jamás.

—Zayn.

Digo, antes de que él intente algo. Sus ojos me observan detenidamente.

—¿Sí?

Oh, está sonriendo. ¡No lo hagas más difícil!

—Debo irme.

Le digo, levantándome de la silla. El calor de su chaqueta es tan reconfortante en estos momentos, pero debo ser firme. Yo...no quiero lo lastimar. Ya es suficiente con el daño que me hice a mí misma todo este tiempo. ¿Cómo pude ser tan masoquista? Creí que podía ser como los demás, cuando enrealidad soy tan diferente. 

—¿Por qué?

Sus ojos están confundidos, al igual que el tono de su voz. Él también se levanta de su silla y camina hacia mí. No me toques.

—No me toques.

Murmuro, dando un paso hacia atrás cuando su mano intenta atrapar la mía. Zayn al ver lo que hago, palidece. Por unos segundos se ve totalmente perdido.