Encantadoramente diferente.

Capítulo 22.

Habían pasado dos días de ese encuentro que tuve con Zayn. Y para ser sincera, se sentía una eternidad. Es increíble lo mucho que lo extraño, pensar que hace dos semanas en el no significaba nada para mí. Ahora él es...todo.

Desde el lunes me la pasé llorando todas las noches antes de ir a dormir. Sabía que tenía que decirle la verdad, pero, es algo que simplemente no puedo hacerlo. Me cuesta demasiado decirle que en poco tiempo me iré y no volveré jamás, porque soy yo la que no quiere despedirse de él, por eso es tan difícil. No estoy lista para dejarlo, aunque nunca lo he tenido. 

Desde que fui pequeña nunca pedí demasiado, pero, ahora, lo único que quiero es un poco de su corazón...quiero su amor. Simplemente porque junto a él la esperanza es mayor y mi miedo a morir desaparece, esa es la razón de porque lo quise tanto en tan poco tiempo. 

Él me da esperanza. 

Estoy sentada en la biblioteca, leyendo Oliver Twist de Charles Dickens, cuando veo como Zayn entra. Su mirada recorre toda la biblioteca con asombrosa rapidez y cuando sus ojos se encuentran con los míos, comienzo a juntar mis cosas. 

Me apresuro por guardar mi libro en mi mochila y salir rápidamente. 

—Aurora...

Escucho su voz cuando estoy caminando lejos de mi lugar de siempre y me detengo. Mi corazón obligándome a detener mis pasos. 

—Por favor, yo...La profesora está buscándote tenemos ensayo. 

Habla rápidamente, ansioso. Mi oportunidad de huir se ha esfumado por completo. 

—¿Vendrás? 

Pregunta, su tono esperanzado me conmueve y me doy vuelta. Él se ve totalmente complacido de verme, quizás no esperaba que me fuera con él, ya que lo he estado evitando por días, a él, sus ojos, sus besos y sus mensajes de texto que no dejan de llegar a mi celular, logrando que me sienta peor. 

—Sí, vamos.

Susurro, mi mirada en cualquier otro punto de la biblioteca menos en el hermoso chico que tengo enfrente. 

—Genial.

Está sonriendo. Dios, él desordena todo mi mundo. 

Mi corazón cobrando vida después de dos días de oscuridad y lentos latidos. 

Comienzo a caminar en dirección al auditorio y él me sigue, en silencio. Noto su mirada sobre mí todo el camino y me abstengo de girar a verlo. Es lo mejor para los dos, ignóralo.

Cuando llegamos al auditorio, la profesora Williams resplandece. 

—¡Mis protagonistas!

Está encantada, su sonrisa siendo demasiado grande. Finjo una sonrisa y voy a mi puesto. 

—Empecemos, la segunda escena, el encuentro en la ventana. 

Anuncia, todos se sientan y esperan que Zayn y yo nos coloquemos. Los nervios comienzan a florecer en mi interior y quiero patearlos fuera. 

—¡Acción! 

La señora Williams casi grita, dejándome más nerviosa de lo que ya estaba. 

—Te matarán si te encuentran aquí. 

Digo, mis ojos fingiendo sorpresa al ver a Romeo...no a Zayn. 

—Diosa mía, tus ojos son más homicidas que las espadas de 20 familiares tuyos.