Encantadoramente diferente.

Capítulo 5.

—¿No piensas decirme nada?

Jazmine está prácticamente trotando detrás de mí, mientras salimos de nuestra primera clase. Ha estado molestándome toda la clase y por su culpa, la señora Williams, llamó mi atención dos veces durante la clase. Que verguenza.

—¿Puedes dejar ese lado Sherlock Holmes que tienes?—le siseo, mientras abro mi casillero.

—¡Pues esta Sherlock es tu mejor amiga y merece saber que está pasando!—su voz va aumentando de volumen y la fulmino con la mirada, ya que, estamos atrayendo varias miradas curiosas de los estudiantes que pasan por el pasillo.

—¡Baja el volumen Jazmine!—le amonesto, mientras me acerco hacia ella.—Entre Zayn y yo no ha pasado nada, son sólo ideas tuyas—le susurro en un volumen bajo, para que nadie, excepto nosotras escuche lo que le estoy diciendo.

—Trataré de creerte.—finaliza, antes de irse por el pasillo hacia su próxima clase, supongo. Suspiro pesadamente cuando se va, porque conociendo a Jazmine sé que esto no ha terminado.

Después de guardar mis libros y fijarme cual será mi próxima clase, camino tranquilamente por el pasillo hacia el laboratorio de biología. Cuando llego al salón veo a Zayn sentado en el última mesa, como de costumbre, pero lo que llama mi atención y causa un incómodo fastidio en mi interior, es la cantidad de chicas que lo rodean. Todas están riéndose de algo que él ha dicho y se ven tan patéticas. Él parece no prestarles demasiada atención pero ellas están encantadas con la mínima importancia que él les da. No es la primera vez que veo esto, pero es la primera vez que me encuentro algo molesta hacia esa escena.

Nuestro profesor de biología entra al laboratorio con su gran maleta y su gran malhumor característico.

—Quiero que todos me entreguen ya su cuestionario de sistema respiratorio.—anuncia el señor Rosenbaum.

Le antrego rápidamente el mío y veo como todos los demás alumnos hacen lo mismo.

—Recuerden que la semana que viene tenemos prueba, y eso valdrá el 50% de su nota final.—dice el profesor, pero suena más a un advertencia que un simple comunicado. Es el efecto William Rosenbaum a las palabras.

El profesor rápidamente se sienta en la silla frente a su escritorio y comienza a corregir nuestros cuestionarios como de costumbre.

El resto de la clase pasa increíblemente aburrida. Entre escuchar al profesor explicar el mecanismo de respiración y amonestar a Zayn unas quiñientas veces, no sé cual es más frustrante. Y para aumentar mi enojo una chica rubia se pasó toda la clase encima de ese fastidioso y pude escuchar su risita desde mi lugar los 45 minutos que duró la clase. Es en esos momentos en los que extraño enormemente a Jazmine, esta es una de las pocas clases que no compartimos y siento su falta. Si ella estuviera en ese laboratorio viendo esas escenas de coqueteo fallido hubiese dicho algo como: "¡Busquense un cuarto!"  o "¡No ves que no está interesado en ti!" y yo probablemente me hubiese reído a carcajadas.

Cuando la campana toca me apresuro a salir. Cuando voy por el pasillo, en busca de la máquina de refrescos me encuentro con unos ojos azules muy familiares.

—¡Aurora! ¿cómo has estado?—El profesor Crowley camina hacia mí, mientras me saluda con una mano. Trae su sonrisa blanca y perfecta, esa que podría derretir a cualquiera, pero no a mí.

—Hola... muy bien.—le respondo tímidamente. Aún no me acostumbro a tener este tipo de relación con un profesor, es... incómodo.

Duke es amigo de Sam, obviamente que se llevan unos cuantos años, pero se conocieron en el gimnasio hace más de un año y desde allí se han convertido en grandes amigos. Suerte y desgracia la mía al enterarme que mi hermano era amigo de mi profesor de matemáticas favorito. Cuando nos enteramos de eso con Jazmine ella creyó que sería perfecto que Duke y yo saliéramos pero encontré esa idea totalmente descabellada. Sí, el profesor Crowley es muy apuesto y es un gran hombre pero no es para mí. Jazmine hasta el día de hoy insiste en que Duke quiere intentar algo conmigo pero que no lo hace porque es mi profesor y el amigo de mi hermano mayor.