Encantadoramente diferente.

Capítulo 11.

Sus manos han pasado de estar alrededor de mis brazos a estar en alrededor de mi rostro. Su caricia quemando cada parte de mi piel. Me siento rendida ante cada de una sus caricias, no puedo evitarlo, estoy fascinada con la sensación que inunda mi piel cuando él me toca. Siento como mi corazón está latiendo más rápido de lo normal y no quiero separarme de él, porque su cercanía se siente tan bien, tan prohibida y correcta a la vez, que me provoca estar así por horas. Necesito la fuerza suficiente para alejarme, porque aunque no quiera admitirlo, debo hacerlo. Sus ojos me están pidiendo permiso pero yo cierro los míos con fuerza, porque si él ve lo que quieren mis ojos, no se irá de aquí. 

Su aliento choca conmigo y todo en mi se derrite. No puedo ser fuerte cuando él se comporta así conmigo. Quiero llorar porque la guerra que hay dentro de mí me está matando.

 —No.

Susurro apenas. Abro los ojos y me separo de él, siendo más fuerte de lo que pensaba. Dejando tanto a Zayn como a mí, sorprendidos. Mi corazón quejándose cuando no siente la emoción que le brinda el moreno frente a mí, una emoción que no es desconocida pero que a la vez es sumamente placentera.

—¿Qué?

Su tono es un reflejo del mío. Está asustado. 

—No Zayn, vete... por favor.—le pido, mi voz un murmullo doloroso. Mis ojos viajan a mis pies, no quiero verlo. 

—¿Aurora?—me llama, sorprendido, pero no volteo a verlo.

Quiero llorar, pero tengo que hacerlo. No quiero otra persona involucrada en todo esto, no Zayn. Él no. ¿Y si descubre mi secreto y simplemente se va? ¿Estaría interesado en mí a pesar de todo? No lo creo. Sería imposible.

Con todas las fuerzas que me sobran, levanto mi cabeza para poder verlo. Está parado frente a mí y por primera vez desde que lo ví, se ve triste.

—A mi me...—inhalo con dificultad, una lágrima amenazando a salir.—Me gusta Duke.—suelto. Zayn me mira pálido, sus ojos abiertos como platos.

Me observa por un momento y luego se va caminando hasta su auto, entrando en el y cerrándolo con un portaso. Las ruedas del "atrapa chicas" chillan cuando sale disparado por la calle. 

Mierda. Entro a mi casa temblando, apurada por llegar a mi cuarto. Cuando Jazmine me ve, se pone de pie y me llama, pero no quiero hablar. Es en ese momento mientras subo las escaleras a toda velocidad cuando caigo en la realidad de que estoy llorando. Soy un desastre. ¿Cómo pude involucrarme tanto con él? ¿Por qué mierda lo hice? Todo este tiempo supe que no debía sentir nada por él, lo traté con todas mis fuerzas... pero no pude. Aquí estoy llorando por algo que jamás será mío. ¡Aplausos para mí! Sabía que éramos diferentes, pero estaba demasiado encantada con él para darme cuenta de eso. Sé que necesitaré todo el resto de mi vida para poder olvidar el beso que me dio y como me miraba hace pocos minutos atrás. ¿Cómo olvidas algo que se ha quedado guardado en tu corazón?

Estoy acostada en mi cama llorando, cuando Jazmine entra. 

—Aurora...¿qué sucede? ¿te sientes bien?

Su voz es baja y tranquila. Jazmine me conoce tan bien, cuando estoy llorando es porque algo grave sucedió. 

—Él vino aquí.—le digo en un sollozo, mientras volteo a verla. Jazmine se sienta a mi lado en la cama, su ceño ligeramente fruncido.

—¿Zayn?

Pregunta, sorprendida. Asiento y ella me mira preocupada. 

—¿Qué mierda te ha hecho ese maldito?—continúaa, su paciencia lléndose rápidamente.