Encantadoramente diferente.

Nuestro primer hogar juntos.

—¿Qué te parece?

Su voz está ansiosa pero ya he amado su sorpresa. Cuando salíamos de la universidad hoy, después de nuestra última clase él vino a decirme que tenía una sorpresa para mí. Nunca pensé que sería algo como esto, nuestro primer hogar juntos. Es un sueño. ¡Vamos a vivir juntos! Jazmine sentirá mi falta, ella y mi preciosa sobrina de un año, Emily. Tengo que recordar que mañana es su cumpleaños, con Zayn le compramos una gran casa de muñecas y estoy nerviosa ante su reacción. 

Es una casa hermosa, moderna y llena de detalles lindos. Aún no hay muebles pero mi imaginación se encargó de dibujar todas las posibilidades. Lo diseñaremos juntos y será toda una aventura, porque sé que tenemos estilos diferentes. A pesar de que han pasado cinco años de que nos conocimos él aún usa sus chaquetas de cuero y yo aún uso mis vestidos sueltos. Ninguno de los dos hemos cambiado, sólo hemos madurado, al igual que nuestra relación. Bueno...sus celos aún no lo han hecho y mi cabello está corto y más claro que antes, hace ya un año que terminé con las sesiones de quimioterapia y mi cabello está sobre mis hombros, sigue siendo lacio pero su color ha cambiado. 

—Es preciosa, ¡es nuestra!

Chillo, saltando a sus brazos, toda feliz y enamorada. Él ríe y me levanta rápidamente, sus manos apoyadas en mi trasero. Los dos estamos riendo y él me gira en mi lugar, haciendo que me aferre a su cuello. 

—¡Ya para! 

Grito, pero aún estoy riendo. La felicidad de compartir un hogar juntos nos va a consumir porque aún no pasamos la fase de "no puedo despegarme de ti", así que empeoraremos juntos. Él me obedece y camina hasta dejarme sobre la isla de la cocina. Sus manos se arrastran a mi cintura y yo lo miro desde arriba. Creo que está más caliente que antes. Dios mío. Rozo mi nariz con la suya y él respira con dificultad. Me acerco un poco más y sus labios calientes toman los míos en un beso. Me aprieta contra él y yo jadeo en sus labios. Estar con Zayn es la aventura más hermosa que tuve en mi vida y hoy que él dió un paso más, me doy cuenta de que lo único que quiero es estar con él. Para siempre. 

Sus manos se pierden en mi blusa y encuentran mi piel sensible debajo de ella. Murmura algo sobre mis labios cuando sus dedos acarician mi abdomen. Mis labios besan con los suyos con más fuerza y él gruñe en respuesta. Me separo de él con una risa en mis labios.

—Zayn, ya. No tenemos una cama aquí.

Le digo, avergonzada sin embargo el baja sus labios a mi cuello, dejando un beso húmedo allí. 

¿Por qué es tan difícil?

—Zayn.

Le reprendo, separándome de él una vez más. Él me mira molesto pero yo me mantengo firme. 

—Está bien, pero tengo algo que decir con respecto a eso.

Advierte, sus ojos aún quemando. Sin esfuerzos me baja y tomándome de la mano me lleva por un pasillo. Abre la puerta de la última habitación y me empuja para que entre. Me río ante su ansiedad y cuando veo lo que quería mostrarme mi corazón se detiene. 

La habitación es totalmente blanca y tiene ventanas hacia afuera. Pero lo más romántico de todo es que un rincón del dormitorio hay un par de velas en el piso y una cama, hecha de un colchón, sábanas blancas y almohadas del mismo color. ¡Él piensa dormir aquí esta noche! Lo miro perpleja y él se acerca a mí tomándome por la cintura y sonriendo como el triunfador que es. Me ha ganado. 

—Esta será nuestra habitación, así que pensé inaugurarla esta noche. 

Está susurrando las palabras pero para el final de sus palabras los dos ya nos hemos perdidos en el otro. Estamos comenzando una nueva página de nuestra relación y se siente tan bien. 

Después sólo se escuchan mis suspiros, nuestran respiraciones y el resto de la noche me la paso disfrutando de sus besos, sus caricias y de él haciendome el amor con pasión y ternura, haciéndome sentir amada y consentida. Nunca se sintió tan bien amar a alguien.