Encantadoramente diferente.

Capítulo 33.

El lunes pasó de forma rápida y cuando el martes llegó estaba ansiosa por ver a mi mejor amiga y a Zayn. Mi hermano estaba pronto esperándome en la puerta de mi casa y yo bajaba las escaleras con rapidez a pesar de tener mis muletas.

—¿Apurada por ver a tu noviecito?

Dice Sam, una sonrisa burlona en su rostro. Lo observo algo avergonzada y le doy un pequeño golpe en su hombro mientras caminamos hacia su Jeep.

—No tanto como tú para ver a Jazmine.

Me burlo y él sonríe hacia mí.

Los dos entramos al Jeep y Sam me ayuda con las muletas. Conduce de forma tranquila hacia el North High, la radio tocando una canción de los Arctic Monkeys. Cuando llegamos el autobús aún no está, así que decido ir a la biblioteca a devolver mi libro de Oliver Twist. Sam se queda en el estacionamiento a la espera de mi mejor amiga.

Al llegar a la biblioteca me detengo de forma brusca al ver algo que llama poderosamente mi atención. Allí están Duke y Taylor, charlando de forma coqueta en el escritorio de ella. Observo como los dos están notoriamente nerviosos con la presencia del otro y una brillante idea se cruza por mi cabeza. Veo como Taylor no trae sus gafas puestas y se ve naturalmente hermosa. Extraño las largas charlas que tenía con ella, es una de mis personas favoritas.

Decidida camino hacia ellos con una sonrisa cómplice en mi rostro, sintiéndome algo incómoda con mis muletas. Cuando Taylor ve que estoy cerca de ellos, se acomoda el cabello y se separa bruscamente de mi profesor de matemáticas. Los dos se ponen realmente avergonzados y creo que son adorables.

—Hola.

Los saludo y los dos sonríen hacia mí.

—Tengo una clase ahora...Nos vemos.

Murmura Duke de forma torpe y tengo ganas de reírme. ¡Él jamás es así! Taylor asiente efusiva mente hacia él y lo observa hasta que desaparece por la puerta.

—Taylor, vine a devolver el libro de la semana pasada.

Digo, sonriendo, apoyándome con la ayuda de mis muletas y sacando mi libro de mi cartera. Ella nota mi presencia después de unos segundos y voltea a verme.

—Oh sí, ¿qué decías?

Murmura, moviendo su cabeza de forma nerviosa.

—El libro, lo devolveré.

Le digo, risueña, mientras le alcanzo el libro.

—Claro.

Dice efusiva mente. Está muy nerviosa. Me recuerda a alguien que conozco demasiado bien.

—Gracias.

Le digo con una sonrisa, mientras ella registra mi devolución.

—De nada Aurora, ¿llevarás otro?

Dice, recobrando su postura.

—Ahora no, pero mañana vuelvo.

Le aseguro con una sonrisa. Taylor asiente y su mirada viaja a mis muletas.

—Duke me contó lo que te sucedió, ¿estás bien?

Me dice, compasiva. 

—Sí, sólo las tendré por unos días. 

Le digo, tranquila.

—Tengo que irme Taylor, nos vemos.

Le digo y ella se acerca para saludarme. Con un poco de esfuerzo camino hacia la puerta y Taylor me acompaña y la abre para mí.