Encantadoramente diferente.

Capítulo 12.

Me quedé unas horas sentada en mi rincón de soledad en la biblioteca, leyendo el mismo libro y escuchando las mismas canciones, quizás así dejaría de sentirme tan frustrada. Cuando ya eran casi las ocho de la noche, Taylor se acercó a mí, diciéndome que ella se iría y la biblioteca se cerraría. Fue en ese momento en el que me di cuenta que estuve más de 4 horas en la biblioteca. Me levanté y junté mis cosas, sintiéndome vacía.

Que idiota fui al creer que podría ser la excepción. Mejor será que oculte todo lo que siento y siga adelante. 

Esa noche unas lágrimas escaparon de mis ojos cuando intenté dormir y aquella horrible imagen comenzó a atormentarme. Sé que algún día tendré que dejar todo esto atrás, pero por ahora lo guardaré; porque de alguna forma algo en lo que pasó me hizo sentir bien. 

Mi diario se aburrió de escuchar mis quejas toda la semana, porque estuve casi todos los días en el hospital, a causa de mi "querida". Estoy empeorando con los días y me siento cada vez más débil, no sólo con respecto a mi salud física, sino también a mi salud emocional. 

Lo vi algunas veces durante mis clases, el nerviosismo que siento a su alrededor ha empeorado. Y para mejorarlo todo, lo he descubierto observándome varias veces. Quizo acercarse a mí, el martes, en la clase de literatura pero cuando quize hablarle, Jazmine casi se tira encima de él. Así que hace 5 días que lo extraño. 

Sí, lo extraño. ¿Cómo es posible que alguien provoque todo eso en mí?

El miércoles algo bueno pasó. 

—Aurora, ¡mira, haz salido primera!—Jazmine casi está saltando en su silla, al escuchar a Duke decir mi nombre en la lista.

Fui la primera en ser elegida para la competencia de matemáticas, genial. Duke me mira con una sonrisa brillante, causando algunas miradas envidiosas por parte de mis compañeras. 

—¡Felicitaciones!—se acercó a mí para abrazarme, pero me alejé. Toda la clase nos estaba mirando y me sentí muy avergonzada.

—Gracias, profesor.—le dije, educadamente. Mi mirada recelosa mirando al fondo del salón, donde está Zayn, junto a su legión de rubias. Asqueroso. Duke me sonrío sin mostrar los dientes y continuó con la clase. 

—Sabía que serías la primera libritos. 

Jazmine dice, contenta. Su sonrisa de "soy la amiga más orgullosa" está adornando su rostro. 

—Era obvio, Jaz. ¡Aurora es brillante!—comenta Savannah, con una sonrisa. 

Me siento algo incómoda con tantos elogios. 

—Gracias a las dos, pero ya basta—les digo. 

—Pobre Aurora, es humilde—dice irónica Jazmine, mirando de mí hacia Savannah. 

Las tres nos reímos en voz alta con las muecas que hace Jazmine,  inmediatamente Duke nos da una mirada de reproche y al instante las tres nos concentramos en la clase. 

Cuando el timbre suena salgo rápidamente, dejando a Jazmine con Savannah. Mientras camino por el pasillo cruzo por el salón 18 y mi mente se encarga de hacerme recordar que hace una semana Zayn me besó allí. Sonrío de forma inconciente y sigo mi camino hacia mi casillero. Al momento en que abro mi casillero, jadeo de sorpresa. 

En el interior de mi casillero hay un ramo enorme de rosas blancas, ¡para mí! Estoy tan sorprendida. La pregunta se hace presente en mi cabeza, ¿quién las pusó allí? Las saco rápidamente de mi casillero y al tenerlas en mis brazos siento su perfecto olor. Son preciosas. Puedo ver una pequeña nota atada al ramo y me apresuro en leerla.