Esa noche dormí tranquilamente y por primera vez en mucho tiempo me sentí... completa.
Quizás fue porque su sonrisa no salía de mi cabeza y tal vez eso trajo una onda de esperanza a mí. Quizás soy el uno en un millón y tal vez me cure. Eso sería... increíble. Un verdadero milagro.
Durante el desayuno a la mañana siguiente me encontré sonriendo sola. Estoy tan feliz y él ni siquiera es mío, pero se siente demasiado bien imaginarlo, ayer en la noche pude sentirlo, por un momento pareció que yo era suya y él era mío. Solo mío. Y que quizás los dos estuvimos esperando a que el otro llegara. Porque desde él apareció toda parece más lleno de color. Emociones. Felicidad. Amor.
Como todos los sábados, Jazmine, me llamó en la mañana para acompañarla al shopping, pero por la restricción de Jace tuve que quedarme toda la mañana en mi casa, ya que, Sam no estaba, tenía campeonato de ténis y mis padres estaban trabajando. La única compañía que tuve fue Whiskers, estuvo todo el tiempo acostado conmigo en el sofá, mirando Hey Arnold. Creo que es su serie favorita.
Al mediodía tuve ganas de llamar a mi papá y rogarle que me dejara salir a almorzar a un restaurante con él, pero supe de antemano que no me permitiría hacerlo. Gracias a Jace el cuidado intensivo de mis padres hacia mí se incrementó un cien por ciento. Cuando Zayn se fue ayer en la noche, mi papá estuvo como media hora preguntando cosas sobre él, mientras que mamá se reía de sus celos. Pero al final me dijo: "Me cae bien ese chico, sólo porque es hijo de Benjamin" Rodé los ojos ante sus palabras, el señor paranoia en todo su esplendor.
Cuando el reloj marcó las 12:30 una contenta y muy arreglada Jazmine irrumpió en mi hogar.
—Llegó porque quien llorabas.
Dice, haciendo una pose. Me río ante su actitud y ella suspira cansada. Soltando todas las bolsas que tiene en su manos. Típico.
—¿Como has pasado?—me dice, sentándose junto a mí. Whiskers sentado en mi falda.
—Muy bien. Sola. Algo aburrida, pero bien.
Le digo, con una pequeña sonrisa.
—Me alegro, ¡traje cosas para ti!
Dice, entusiasmo en sus ojos. Oh no, regalos.
—Jazmine...
Le recrimino, ella sabe que no me gusta que me compre cosas. No porque no me gusten, si no porque no me gusta que gaste conmigo.
—No empieces Aurora.
Me dice, haciendo un ademán. Toma un bolsa del suelo, color rosa fuerte y me la entrega.
—Espero que te guste.
Me dice, sus ojos brillando con la emoción. Contagiada por el brillo en sus ojos, me apresuro en abrir la bolsa. En su interior encuentro un vestido de encaje, color beige, algo corto. Con un aire muy romántico. Me gusta.
—Es muy bonito, muchas gracias Jazmine.
—¿Enserio?
Está muy emocionada. Ella mejor que nadie sabe lo quisquillosa que soy para los regalos.
—Sí.
Sonrío.
—¡Genial! Traje algo para almorzar juntas, me imaginé que estarías sola.
Mi mejor amiga siendo mi salvación. Por eso te amo pelirroja.
El almuerzo transcurrió de forma normal. Jazmine me contó sobre su pequeña aventura en la tienda de Victoria Secret y me vi obligada a ver cada una de las cosas que se compró. Sí, incluso su ropa interior. Nos quedamos tomando helado después de almorzar y exactamente a las tres de la tarde mi hermano llegó.
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Encantadoramente diferente.
FanfictionLas diferencias entre nosotros nos hacen seres únicos. Acepta tus diferencias y aprende a vivir con ellas. Ser diferente no es un error, es un privilegio. Están prohibidas cualquier tipo de adaptación o copia de cualquier tipo de esta historia. Todo...