Desperté sobre mi cama, otra vez. Hoy no tenía que ir a la escuela, en su lugar debía ayudar a mi madre con el aseo del hogar.
Mi madre estaba junto a mí, colocó su mano en mi hombro y abrí los ojos. La miré y recordé los gritos de mi recuerdo, creo que nunca lo olvidaré, pero eso ahora no importaba.
- Levántate, el hecho de que no tengas que ir a la escuela no significa que te quedarás sin hacer nada. -dijo mi madre como cada fin de semana -Ve a desayunar y limpiarás tu habitación después. -ordenó mi madre -Iré a comprar cosas que hacen falta en la casa y cuando regresé no quiero que sigas aquí, ¿de acuerdo?
- Si, mamá. -respondí sin protestar.
Al decir esto se levantó de la cama y se retiró de mi cuarto. Llevaba un pantalón de mezclilla y una camisa roja. Usaba tenis y su cabello estaba suelto, no era demasiado largo como para estorbarle. En pocos segundos escuché cómo se abría y cerraba la puerta, mi madre ya no estaba.
La verdad no quería levantarme de la cama, era muy tentadora la idea de volver a dormir y encontrarme nuevamente con Freddie. Sabía que sí lo hacía mi madre se molestaría y no deseaba más problemas. Mi padre no estaba tampoco, sólo lograba verlo durante la cena y los domingos.
Decidí levantarme y realizar mis tareas. Sin embargo, ahora que la casa estaba a mi disposición consideré una buena idea poner música de mi agrado. Coloqué varios discos de diferentes bandas que descubrí con el paso de los años, incluyendo a Queen. Sinceramente la música de mi época no me llamaba tanto la atención.
Limpie mi habitación, la sala, la cocina y acomodé todo en su sitio. Mi casa no era muy grande, no había mucho que limpiar. Vivía en el Londres del siglo XXI, aunque desearía haber vivido en otra época.
Cerca teníamos vecinos, pero sólo conocían a mis padres. Yo únicamente era "la hija de...", muy valiosa mi posición.
Terminé todo lo planeado y mi madre aún no llegaba por lo que decidí bañarme en su ausencia. La música seguía sonando, trataba de no elevar demasiado el sonido para evitar problemas con mis delicados vecinos.
Terminé de asearme y me vestí con ropa cómoda. Quite la música y guarde todo en su sitio. Mi madre aún no llegaba, típico de ella. Una vez que terminé mis deberes decidí empezar con mi tarea escolar, afortunadamente no era mucha.
De pronto, la puerta se abrió y entro mi madre con varias bolsas llenas de productos. Era común que cuando ella salía a comprar lo "indispensable" también traía consigo "algo interesante o en oferta". Esa era una de las razones por las que demoraba tanto y era característico de mi madre.
Me acerque a ella, estaba a pocos pasos de mí, y le ayude a guardar los alimentos. Me habló de lo que había comprado para ella y lo que había visto para mí.
Yo era muy curiosa o extraña, según los vecinos y mis padres. Me gustaba coleccionar cajas de todo tipo aunque lo cierto era que todas estaban vacías. En ocasiones llegaba a pensar que así estaría mi interior, vacío, pero cuando conocí a Freddie empecé a llenarlas de música, frases, títulos de canciones y deseos, tal como lo hice conmigo.
Freddie no era una obsesión, no lo veía como una estrella de rock, sino como la persona en la cual podía confiar y creer que todo era posible.
Preparamos la comida mi madre y yo, al final resultó ganar la sopa de ella en contra de mi voluntad, qué raro. Servimos la sopa y al finalizar limpiamos los trastes y la mesa.
Levanté mi material de trabajo y lo guardé en mi mochila nuevamente. Aún era temprano para dormirme, así que tome un libro como distracción.
Paso el tiempo y lo termine. Faltaba poco para que anocheciera, espero que Freddie decida llevarme a la grabación de Somebody To Love. Esa canción me encantaba, siempre había soñado en interpretarla en público como tributo a Freddie, ¿será que él quiera enseñarme a cantar?
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Living On My Dreams
Random- ¿Dónde estamos?- pregunté con curiosidad. - ¿No es maravilloso este lugar?- respondió emocionado. - Si, lo es. ¿Por qué me trajiste aquí?- dije mirándolo fijamente. No hubo respuesta. Él seguía mirando aquel hermoso paisaje. Era interesante estar...