Total descontrol

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Sí, un extraño ruido había interrumpido el discurso de Peter frente a los miembros vivientes de Queen. Un sonido que pondría hasta el más valiente con los vellos de punta.

Era un llanto desgarrador, atroz y mortal para el oído humano.

El sonido más irritante del mundo.

Era el llanto de un bebé.

Asombrados por el ruido, todos corrimos fuera de la habitación. Era impensable que un bebé estuviera solo en un velorio, y peor aún, en medio de la completa oscuridad.

Afuera todo era un caos. Los ventanales chocaban con el aire arrasador que inundaba las calles londinenses aquella endemoniada noche. Era como si los llantos del infante alimentaran el viento que cada vez cobraba fuerza.

Phoebe llevaba una vela consigo. Era el único que podía ver por donde pisaba. Yo, por ejemplo, estuve a punto en más de una ocasión de caer por culpa de mi vestido y los zapatos de gala que llevaba. Extrañaba mis viejos tenis negros.

Todos gritábamos en nuestra búsqueda por el bebé.

- ¡¿Alguien ve algo!? -exclamó Roger.

- ¡No puede estar lejos! -decía Brian.

Seguí a Phoebe (quien era el único con velas) para ver mejor el entorno. Fue en ese momento que me di cuenta de algo importante.

- ¡No puede ser! - grité con todas mis fuerzas.

- ¡Dios mío! - sentenció Phoebe angustiado.

- ¿¡Qué sucede!? - gritaron los chicos a lo lejos al unísono.

Habían pasado dos cosas en ese momento: la primera, el llanto del bebé había desaparecido. Y la segunda...

El féretro estaba abierto.


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He estado trabajando lento con la historia por muchas razones.

Agradezco a las personas que me apoyaron en mi proyecto (en el que todavía estoy trabajando). Pero... ¡aún necesito de su ayuda!

Si conocen a alguien de Latinoamérica o son de ahí por favor traten de ayudarme :( 

Living On My DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora