Los ronroneos seguían en mi cuello. Acariciaba al gato con nerviosismo. ¿Quién era ese minino?
- Bueno, no eres él. -afirmé. -Eres un simple gato que...
Maulló de nuevo. ¿Eso era un "no"?
Alejé al pequeño cuerpo de mi pecho y casi sentí que me daba un infarto al admirar aquella mascota cuando decidí abrir los ojos. Lo solté de inmediato. Me mostró los dientes en respuesta.
- ¡¿Tú?! -exclamé. -¡Esto es ridículo! ¡¿Cómo no me di cuenta antes?!
Sí, estaba frente a un fantasma. No era Freddie Mercury, pero sí un ser que me odiaba por irrumpir su propiedad. ¡Debí haberlo sabido! Era blanco con manchas, con una actitud de ninja y con uñas capaces de sacarle los ojos a alguien... ¡Era Delilah!
- ¡Por Dios! -me llevé las manos al rostro. -Dime cómo rayos llegaste aquí. -pedir respuestas a un gato que ya no existía en este mundo no estaba en mi lista de deseos.
- Meow. -fue todo lo que obtuve a cambio. En pocas palabras un NO rotundo.
- ¡Genial! -apreté los dientes. Me di la vuelta y seguí mi camino a casa. El susto había pasado, aunque la ira combinada con el miedo no era exactamente algo saludable en estos momentos.
Giré la cabeza para mirar si Delilah me seguía, pero ya no había nadie. Un escalofrío me recorrió la espalda haciendo que corriera a una velocidad récord a la puerta de mi casa.
Abrí, saludé a mi familia, cené un pedazo de pan regresando de nueva cuenta a mi habitación. Aparté de mí el uniforme escolar para ponerme ropa cómoda. Salté a la cama y me envolví en las sábanas. No podía dormir aunque lo quisiera.
Hoy tuve una experiencia poco agradable con un "joven" que seguramente no lo dejará así. ¡Genial! ahora debo temer de los vivos. Además, tuve un encuentro con un ser tan encantador como frustrante. ¡Delilah estaba en mis brazos AQUÍ! ¿Lo habré soñado? ¿A esto se refería él cuando decía que tenía que ser muy lista para diferenciar mis sueños de la realidad?
No podía pensarlo siquiera. Tenía que verlo, ansiaba hacerlo. Una vez que respiré hondo y me tranquilicé, cerré mis párpados deseando fervientemente estar en mi lugar de ensueño. Antes lo había hecho obtuviendo buenos resultados. Hoy quería que fuera igual.
Los minutos se volvieron nulos cuando desperté en la cama. Su cama, con él abrazándome y rodeándome fuertemente. Correspondí a su abrazo porque lo necesitaba. El aroma que emanaba de su tacto me invadía por completo.
- Freddie. -suspiré en su oído.
- Tranquila, todo está bien. -me respondió dulcemente. -Yo estoy contigo, siempre lo estaré. Envié a mi más hábil soldado a protegerte. Tratándose de mí haría cualquier cosa. -me alejé un poco para ver su hermosa sonrisa.
- ¿Delilah es tu mejor arma? -intervine. -No sabes el susto que acabo de pasar. Creo que fue tal que ni siquiera le agradecí.
- Puedes hacerlo. -ladeó los ojos detrás de mí.
Giré automáticamente por la curiosidad y la gata me mostró los dientes de nuevo.
¡Ay! -me apoyé en su pecho asustada. -Gracias por cuidar de mí Delilah. Gracias a ambos.
- Sí, fue difícil hacerlo. Llevó tiempo intentando esto. Delilah, como dices, es mi mejor arma. Será tu compañera allá arriba. Espero que así logren hacer las paces. -contestó. -Yo las adoro con todo mi corazón y sé que ustedes a mí pero necesito que se cuiden la una a la otra.
- ¿Mi compañera? -repetí. -¿Esa es la idea?
- Sí y no. -se levantó de la cama apartándome un poco. Caminó en la habitación mientras hablaba. -El plan es que Peter y Mary vean a Delilah... contigo. Será mi conducto allá arriba. Ambos conocen 100% a Delilah, sabrán que es ella. Sin embargo, necesito que tú les expliques el asunto. Es importante ya que quiero hablar con ellos para darles algunas instrucciones, decirles que los extraño y otras cosas lindas.
- Meow. -exclamó la gata cerca de donde estaba.
- Sí, también eso. -la miró Freddie un tanto preocupado. -Kathy, cuida a Mary el mayor tiempo posible.
- Lo haré, pero...
- Sólo hazlo, después te lo explicaré. -suplicó tiernamente.
- De acuerdo.
- Bien, entonces chicas será mejor que se cuiden entre sí. No dejen que algo malo suceda. Trataré de serles de ayuda pero eso requerirá esfuerzo. Recuerden que sigo siendo humano. Fue complicado que Delilah apareciera, es un tanto agotador aunque me mantengo en forma.
- Gracias querido. -respondí admirando aquel cuerpo encantador.
- De nada. -sonrió. -Me será difícil hacer que Delilah esté presente y yo intervenir. Prefiero que ella permanezca, es lista, sabrá qué hacer. -cerró los párpados brevemente. -Ahora me siento un poco cansado y mareado.
Me levanté de la cama para guiarlo de nuevo a ella. En este momento él necesitaba dormir. Imité sus anteriores movimientos para acomodarlo entre las sábanas. Delilah salió sin previo aviso, en silencio.
- ¿Necesitas algo más? -pregunté acariciando su frente y nuca mientras me colocaba junto a él.
- No, estoy bien. -aseguró. -Hará falta algún tiempo para que me recupere.
Hablamos de varias cosas que no tenían sentido. Recordábamos lo que hasta ese momento habíamos vivido y lo mucho que nos importaba el otro. Le agradecí un millón de veces el hecho que apareciera en mi cabeza. Lo admiraba tanto que su imagen siempre venía a mí en situaciones críticas.
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Living On My Dreams
Random- ¿Dónde estamos?- pregunté con curiosidad. - ¿No es maravilloso este lugar?- respondió emocionado. - Si, lo es. ¿Por qué me trajiste aquí?- dije mirándolo fijamente. No hubo respuesta. Él seguía mirando aquel hermoso paisaje. Era interesante estar...