I Still Love You

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El abrazo inmortal de Freddie y Mary continuaba. Yo seguía llorando como una magdalena por ver este preciado instante.

- Te extrañe tanto. -lloraba Mary en el hombro de Freddie. -No sabes lo difícil que fue vivir sin ti.

- Lo sé querida. Todos estos años te he visto llorar, criar a mi ahijado, pasar por el embarazo de Jamie y rehacer tu vida. -confesó él entre risas. -Para mí también fue difícil. Yo siendo tu hombre no pude hacer nada. -una lágrima bajaba por su mejilla. Creo que era de las pocas veces que lo había visto tan frágil.

- No, siempre estuviste en mi corazón. Eras lo que me motivaba a continuar. -tomó distancia para ver a Freddie a los ojos. -Aunque ahora soy una anciana. Ya no soy linda.

- No, ya no. -contestó él. -Eres hermosa. -se acercó a ella y juró por Dios que sentí cómo se detenía mi corazón. Cerró sus ojos llenos de lágrimas y tiernamente le daba un cálido pero afectuoso beso en los labios.

Ella lo acercó de nuevo respondiendo a su muestra de cariño. Lo besó con más fuerza aunque de manera delicada. Obviamente ni la edad ni la muerte podía separarlos.

Miraba a Phoebe y lo abracé en señal de alegría. ¡Freddie estaba frente a nosotros! Fue un momento inolvidable.

Al cabo de unos minutos y otros tantos besos, Freddie habló en voz alta de la mano de Mary. Todos captamos su atención.

- Mary, Peter, sé que esto parece una locura y tal vez lo sea. Cuando dejé este mundo me sumergí en otro, uno en donde todavía podía verlos sin envejecer nunca. Conocí a Katherine siendo una bebé, observando su vida y la mía. Creí que era posible ayudarla apareciendo en sus sueños como un hombre de carne y hueso. Adentrarme en su cabeza me dio la fuerza para salir de mi encierro y regresar a mi hogar. -prosiguió. -No soy un zombie o un fantasma. Y no están locos. Soy yo completamente. No estaré aquí siempre. Quise volver a verlos para decirles que los amo con todo mi ser junto con otro detalle.

- ¿Qué cosa? -preguntó Phoebe con una copa de agua en mano.

- Quiero que la señorita Katherine forme parte de mi nuevo testamento.

- ¿Yo? -interrumpí abruptamente. -¿Quieres que alguien como yo tenga tu herencia?

- Sí, una parte. -miró a Mary. -Mi linda esposa ha hecho un trabajo extraordinario siendo mi heredera. Ya es tiempo que alguien más se encargue, alguien de confianza.

- Estoy de acuerdo. -sonrió la mujer. -Katherine es perfecta. Me sentiré más tranquila sabiendo que esta casa quedará en buenas manos.

- Absolutamente. -confirmó Peter. -Nosotros estamos algo oxidados. Es necesario un nuevo miembro.

- Bien, serás la princesa que esperaste ser. -Mary apoyó su cabeza en su pecho estando de pie. -Creo que Richard y Jamie también podrían...

- No lo creo. -intervino Mary. -Tienen una vida propia con sus familias. A ellos no les apasiona ser famosos. Créeme que la noticia de la nueva heredera estará en todos los periódicos.

- Sí, la maldita prensa. Casi lo olvido. -contestó en tono seco. -Entonces, un 50% para Kathy, 30% para la Phoenix Trust y 20% para Phoebe, ¿qué les parece queridos?

- Oh Freddie, no es necesario. Puedo seguir por mi cuenta. -protestó Phoebe.

- Te lo daré de todas formas. -rió satisfecho. -Haz lo que quieras con él.

- Phoebe podrías usarlo para más convenciones. Seguramente habrá quiénes deseen otra estatua o alguna plática contigo. -sugerí tímida. -Yo iría a ese evento.

- Sí, tal vez tengas razón. -respondió pensativo. -Todavía puedo hacer más. Algo se me ocurrirá.

- Katherine, esta casa junto con los derechos de autor serán tuyos. -apareció la voz de Freddie. -Haz lo que quieras sólo no me hagas ver aburrido. -sonrió ampliamente guiñando un ojo.

- Lo haré Ángel de la Música. -hice una reverencia frente a ellos.

Platicamos de más cosas esa noche. Nos sentamos en la mesa para continuar degustando los platillos ya fríos de la velada. Era mi primera Navidad en donde me sentía en familia, sin miedo, segura y con mucho cariño. Hacíamos bromas e incluso les contamos sobre ciertas experiencias vividas en mis sueños.

- ¿Fueron a esa fiesta? -preguntó Phoebe sorprendido. -No puedo creer que exista un mundo así.

- Tampoco yo. -tomó un sorbo de champagne Freddie. -Su cabeza es todo un caos. Yo vivo en ella. Sé lo que digo.

- Tú eres el caos en persona Freddie Mercury. -reí por el comentario. Todos lo hicieron.

Comimos, hablamos, bailamos, fue genial. Después de varias horas nuestra burbuja terminó al igual que la noche. Freddie se despidió de nosotros diciendo que estaría "fuera de servicio" por varios días. Venir aquí tanto tiempo seguramente lo dejará exhausto.

Se fue por la misma puerta de la que entró. Minutos antes de partir, agradeció el recibimiento y el hecho de que no sufrieran un infarto por la noticia. Besó a Mary como cuando un hombre deja a su amada para adentrarse en una guerra.

Abrazó a Peter dándole a él y a mí un tierno beso en la mejilla. Sonreímos instantáneamente.

- Adiós, pequeña heroína. -me guiñó un ojo. -Hasta siempre Phoebe y Mary, por favor, cuídate mucho. Te veré pronto cariño mío.

Sin más desapareció como por arte de magia. Todo él era magia a decir verdad.

Living On My DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora