La mañana se había ido y en su lugar reinaba la tarde en Londres. No tenía mayor compañía que mi celular recién comprado en Suiza.
Mis padres ya no se encontraban conmigo debido a nuestro acuerdo improvisado de paz. Ellos iban a divorciarse, separarse, mientras yo hacía lo mismo por mi cuenta.
La noche anterior mi padre abandonó la casa después de no sé cuantos años, listo para dirigirse a Sydney e iniciar una nueva vida. Por otro lado, mi madre esta mañana se despedía de mí para encaminarse a Escocia, a su lugar natal.
Mi decisión era clara. Me quedaba en Londres por él. Siempre era él. No podía renunciar a esta oportunidad de vida. No ahora que podía verlo y hablar con él. Incluso, había creado una buena relación con Peter Freestone. Sí, el mismo Peter Freestone que fue asistente y amigo de Freddie ahora era mi compañero de batallas y arreglos.
Todo estaba listo para el funeral. Solo faltaba una llamada para salir de casa. Peter se había ofrecido para venir por mí y con ello dirigirnos juntos al servicio fúnebre.
Mi atuendo era un vestido largo y negro, un regalo de Peter. Lo hizo siguiendo las indicaciones de Freddie con el propósito de que vistiera apropiadamente esa noche. Una tontería a mi parecer. Aunque he de decir que era un vestido lindo. Tenía mangas largas, un cuello en forma de V y algunas lentejuelas. Me habría encantado usarlo en otras circunstancias. Unas donde no hubiese un cadáver de por medio.
Unos minutos más tarde, apareció la llamada de Peter. El momento de la verdad había llegado.
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Living On My Dreams
Random- ¿Dónde estamos?- pregunté con curiosidad. - ¿No es maravilloso este lugar?- respondió emocionado. - Si, lo es. ¿Por qué me trajiste aquí?- dije mirándolo fijamente. No hubo respuesta. Él seguía mirando aquel hermoso paisaje. Era interesante estar...