¿Mary?

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- ¿El amor de tu vida?

Hace unos instantes hubiera dado cualquier cosa por decirle a Freddie mi "descubrimiento" en persona. Ahora daría cualquier cosa por entender su actitud tan compleja.

- Freddie, si mal no recuerdo esa persona...

- Si, la misma. Tienes que conocerla. -interrumpió autoritario.

- ¿Cómo voy a hacer eso? -pregunté. -Espera ¿estamos hablando de la misma persona?

- Si es de mi querida Mary, creo que sí. -se cruzó de brazos.

- Bueno, ella -continué. -No sé dónde está.

- Yo sí. -contestó. -La he visto siempre. A ella, a ti, a mis queridos amigos, a Phobe, al mundo entero. -rayos. -Es extraño, ¿sabes? Desde alguna parte, no sabría decirte cuál, estoy viéndolos.

- Tal vez, desde el regazo de los dioses.

- ¡Posiblemente! -rió ante la idea. -En fin, necesito que lo hagas.

- ¡Por qué! -grité más confundida.

- De acuerdo. Te lo explicaré. -me acercó a la banca de madera con él.

- ¿Por qué me haces esto? ¿Quieres volverme loca?

- Katherine, ya lo estabas antes de verme. Lo incorrecto hubiera sido comportarte como alguien que no eres. Afuera aparentas ser invisible pero dentro de ti hay mucha creatividad. Necesitabas mi ayuda, tesoro. Solo encendí la llama, la vela ya existía.

- No sé si agradecerte o golpearte por haberme mentido.

- Primero escúchame y luego decides. -su mirada tierna me hacía creerle. ¡Maldigo sus hermosos ojos!

- Bueno. Como ya te había dicho te he visto desde que naciste. No me preguntes por qué, tampoco yo lo sé. En sí fue muy curioso verte un día y luego el siguiente y el siguiente hasta que al final tuviste la edad para elegir tus gustos musicales. -prosiguió. -Apareció Montsy, Roger, Brian, John, otros artistas como David y yo por supuesto.

Mientras hablaba recordaba mis inicios como fan de Queen y de David. Starman eran mi canción favorita cuando lo conocí. El resto era historia.

- En fin - prosiguió.- Algo me hizo acercarme a ti. Desde 1991 he estado vagando por el mundo. Vi mi propio funeral, ¿puedes creerlo? Tal vez aún no descanse en paz como todo el mundo dice por una promesa que hice antes de morir.

- ¿Qué promesa?

- Es mía porque hice que otra persona lo prometiera. Y no puedo irme sin antes verla cumplida. Es estúpido, lo sé.

- Mary, ¿cierto? -contesté. -Aguarda creí que te irías...

- No, la verdad es que tuve que exagerar la situación para lograr que tuvieras la respuesta a mi pregunta. Solo yo puedo decidir cuando irme - interrumpió mis palabras. Genial, Freddie me engañó y yo le creí. - Pero ese 24 de noviembre es importante para mí. ¡Si podría morir!

- ¿Cómo? ¿de qué hablas? -me miró fijamente a los ojos. Quedé petrificada por su mirada profunda.

- Mary me prometió que después de ciertos años, los que ella considerara, iría a Garden Lodge. Yo sabía que ella no podría vivir allí siempre, le cedí esa casa, ella la eligió para mí pero no la obligue a ella.

Algo conocía sobre eso. Mary vivió unos años en Garden Lodge pero supongo que sus hijos al crecer habrían hecho sus propias vidas y la dejarían sola. No se conocía mucho de ella. Se alejó al igual que John. Ambos debieron querer mucho a Freddie como para aislarse de esa manera.

- Últimamente la he visto muy enferma. Temo que sufra algo grave. A veces la observó mientras duerme. Con los años me acostumbré a verla envejecer. Cada día que pasaba la admiraba y me enamoraba más de ella. Nunca me dejó, jamás se apartó de mí. Y yo nunca la olvidé. Por eso necesito que la visites, estará de regreso dentro de poco.

- ¿Quieres que sea tu mensajera? -pregunté. Ahora me convertiría en paloma del más allá.

- No sólo eso. -confesó. -Quiero que tú también seas dueña de Garden Lodge y cuides a Mary por mí. ¿Podrías hacerlo?
¿Podrías proteger los tesoros invaluables de Freddie Mercury?

Living On My DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora