La noche llegó y mis ganas por dormir también.
Cene algo ligero, me despedí de mi madre y me vestí con mi pijama, todo estaba listo para volver con Freddie.
No tarde tanto en dormirme, mi cuerpo dejo de responder a los pocos instantes que cerre los ojos. Una de las ventajas de hacer muchas cosas es que al final se necesita descansar y recargar baterías.
Mi mente cayo en un profundo sueño. La habitación principal de Garden Lodge volvía a aparecer como arte de magia, era sensacional estar de vuelta.
Mientras la habitación aparecía frente a mí pensaba en un nuevo vestuario. Mi camisa amarilla la cambie por otra de color azul y mi cabello lucia con una trenza sobre él. No quería parecer fotografía y quedar mal ante la mirada de Freddie.
Llegué finalmente y no se encontraba nadie a mi alrededor. Impaciente, salí de la habitación y empecé a buscar a Freddie por doquier. Tenía miedo de encontrar una nota de despedida o algo similar.
He decir que era una casa preciosa, llena de detalles y de un estilo muy propio de Freddie. Había cuadros interesantes y esculturas finas. También había fotografías cuyos marcos eran plateados, reflejaban una vida no conocida por muchos pero real para mí.
Seguí avanzando llendo de habitación en habitación, nada. Freddie no estaba en casa, podría estar tal vez en el jardín. Antes de dirigirme hacia el exterior escuché una voz desde arriba del balcón llamándome.
Sin pensarlo dos veces me dirigí escaleras arriba y regresé a la habitación principal, a mi punto de partida. Abrí la puerta rápidamente y allí estaba su Real Majestad, mirando a un punto en el vacío de espaldas frente a mí. Aún permanecía en su atuendo del videoclip y sentí mucha alegría volver a verlo.
Lentamente se giró hacia mí mostrando un objeto que sujetaba con ambas manos, algo que me quito el aliento un instante, algo que no esperaba ver con mis propios ojos, algo que tenía un gran significado para mí: un micrófono a media asta...
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Living On My Dreams
Random- ¿Dónde estamos?- pregunté con curiosidad. - ¿No es maravilloso este lugar?- respondió emocionado. - Si, lo es. ¿Por qué me trajiste aquí?- dije mirándolo fijamente. No hubo respuesta. Él seguía mirando aquel hermoso paisaje. Era interesante estar...