Primera fase

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¡Tenía razón! ¡Funcionó!

Aparecí nuevamente en el camerino de Freddie. Él seguía mirando su reflejo en el espejo. Creo que no se dio cuenta de mi regreso.

Estiré una mano sobre su hombro y volteó asustado. No me esperaba.

- ¡Katherine! -dijo sin aliento. -¡Niña! ¡Pudiste haberme... -hizo una pausa. Creo que "matado" no era exactamente lógico en nuestra situación. -Lo que sea. Es muy pronto para que regreses.

- Tengo que hablar contigo. Pero no aquí. -exclamé. -Vayamos a Montreux, por favor. -Montreux me parecía un buen lugar, el único que se me ocurrió, de hecho.

- ¿No querías estar en el concierto? -preguntó confundido.

- ¡Hoy no! -lo tomé del brazo con fuerza. Cerré los ojos y antes de que dijera algo nos trasladamos a Montreux.

Enfoqué mi mirada en el lago Lemán. La luz del atardecer iluminaba las olas que se originaban en el agua.

Me aparté un poco, lo suficiente para acercarme al lago y después girar mi cabeza hacia él.

- Freddie Mercury, ya sé por qué apareciste en mis sueños.

- ¿Ah sí? -respondió asombrado. De la nada apareció una banca de madera detrás de él y elegantemente tomó asiento.

- Sí. Somos muy similares. Y a la vez diferentes. -mencioné. -Esa diferencia es lo que necesitamos. Tú me necesitas y yo a tí.

- ¿Para qué me necesitas? -preguntó.

- Para ser feliz. Vivir mi vida.

- No lo creo.

- Freddie, ¿no lo entiendes? Esa noche que toqué el piano apareciste. Tú eres aquello que me hace falta. ¡Por eso estás aquí! Alguien te envío a mí, no sé quién, pero así es. -concluí un poco histérica. ¿Quién lo habrá hecho?

- Admito que es una buena teoría. Pero cometes un error. Nadie me envió. Yo fui el que decidió venir a tu cabecita loca y anormal. -¡QUÉ!

- ¿Estás bromeando? ¿Por qué querrías tal cosa?

- Anhelaba conocer mi futuro. Saber que haría lo correcto. Y por lo visto, no me equivoqué. -se levantó de su asiento y caminó en mi dirección. -Tienes razón, somos muy similares. Por ese motivo quise conocerte. Te he visto desde que naciste. Todos tus problemas familiares los he observado contigo. No podías verme, eras muy pequeña para eso. Ahora creí conveniente aparecer ante ti. Esa noche supé que estabas preparada.

No podía creer sus palabras. Él me conocía más de lo yo a él. Había estado conmigo siempre. ¿Cómo es posible?

- Sin embargo - prosiguió. - Fingí no conocerte. Temía que te asustara saberlo. Tuve que esperar hasta el día de hoy para decírtelo. Quería que te dieras cuenta tu sola.

Seguí sin decir nada.

- Sé que piensas que no es cierto. Y lo entiendo. ¡Tardaste mucho en averiguarlo! -me abrazó. -Katherine créeme que es verdad. Pasaste la primera fase.

- ¿La primera? ¿Aún hay más? -pregunté alarmada. Casi quería aventarme al lago para escapar.

- Sí, una más. -contestó. - Pero esa no puedes cumplirla aquí, sino allá fuera. Kathy, vivimos en Londres.

- ¿Y? - dije sin saber a lo que se refería. Me tomó del brazo y volvió a rodearme con los suyos.

- Dime algo, ¿te gustaría conocer en persona al amor de mi vida?

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¡Ok! Lo admito. Estuve fuera mucho tiempo 😥😥.
¡Lo siento!

Al decir "fuera" me refería a que no había escrito nada de nada. Estuve con una idea absurda en la cabeza que no me dejaba pensar, pero gracias al tiempo y unas palabras mágicas 😉😉 de una bella persona (y artista) logré escribir.

¡Gracias a quienes aún sigan aquí! 😍😍😍😍

¡No tengo cómo pagarles su apoyo! 👏👏👏👏

¡Ahora tengo nuevas ideas!

Living On My DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora