Competencias

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A duras penas abrí y sí, era él.

- ¿Qué necesitas? -dije del otro lado de la puerta.

- Entrar. Sólo a ti se te ocurre imaginar el clima frío. -respondió molesto.

- Regresa si no te parece. -intenté cerrar pero su fuerza fue superior. Entró sí o sí.

- Gracias por el recibimiento. -contestó sentándose en el sofá. -¿Cómo se te ocurre abandonarme? -colocó sus manos en su cintura.

- No te abandoné. Sólo me alejé.

- ¿Cuál es la diferencia? -mencionó sarcástico.

- ¿A qué has venido? -pregunté confundida de su llegada.

- A hablar contigo. Siento el haber dicho eso. Tienes razón, no tengo derecho a decir algo que no sé. ¿Me perdonas? -añadió. -Fue una crisis. Ser pesimista es algo que no me sucede con frecuencia.

- Una crisis. -repetí. -¿A qué?

- A volver a morir. ¿Te parece poco? -señaló la leña.

- Creí que la muerte no te aterraba.

- Dirás a arder en el infierno. -sonrió.

- ¿Qué es lo que en verdad te asusta? -pregunté confundida. Creo que sabía la razón.

No respondió nada, siguió observando la leña.

- Tienes miedo a estar solo de nuevo, ¿cierto? -hablé colocándome frente a él.

- No, claro que no. -contestó indiferente.

- ¿Por qué mientes? -su mirada lo delataba. -Te conozco lo suficiente. He visto esa expresión antes.

- ¿Cuándo?

- En mi mente. Antes de conocerte. -respondí recordando una ocasión en la que un hombre adulto apareció desde la oscuridad.

- Katherine créeme no estoy solo. En ocasiones visito a David o Michael. Recientemente encontré una nueva amiga. No la conocía antes y ahora me parece muy interesante.

- ¿Y quién es esa "amiga​ interesante"? -dije aunque no muy feliz. ¿Quién era ella?

- ¿No me digas que estas celosa? -me miró incapaz de contener la risa. -A diferencia tuya ella está muerta. Su nombre es Amy y es una cantante formidable. Hubiéramos sido buenos amigos si nos hubiéramos conocido en vida.

- Aguarda. -pausé. -¿Amy? ¿Amy Winehouse?

- ¿Existe otra?

- Genial. Ahora compito con cantantes. ¿Qué sigue? ¿Chaplin?

- No aún no lo he visto. -contestó risueño.

- ¡Mercury! -grité.

- De acuerdo. Sé lo que piensas. No tengo miedo a estar solo porque como verás convivo con otras personas. Lo que sucede es que extraño a vivir de nuevo. Estar contigo me recuerda a lo que es respirar y siento que por fin estoy de vuelta. Me gusta convivir con los vivos, ¿entiendes?

- Eso creo. -su respuesta fue muy rara. Extrañaba la compañía de personas para "vivir" de nuevo. Seguramente después​ de 26 años es difícil recordar las conductas de los vivos.

- En fin. -concluyó. -No hay nada para cambiarlo, ya está hecho.

- ¿No pelearás? -pregunté. -¿Te dejarás vencer?

- No, claro. Solo iré con la corriente.

No entendía el comportamiento de Freddie. ¿Estaba disgustado por mi partida o lo aceptaba gustoso?

Freddie era el ser más misterio que pudiera haber conocido en toda mi vida.

Living On My DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora