Cambios

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Aparecí de nueva cuenta en la sala elegante de Garden Lodge. Observé mi atuendo y decidí cambiarlo. Opté por ropa casual y sin muchos detalles, algo sencillo pero cómodo.

Observé a mi alrededor y encontré a Delilah sobre el piano. Estaba descansando y juraría que parecía estarme esperando. Al verme bajó del piano y corrió hacia una habitación.

No logré seguirla y decidí tocar algunos acordes en el piano, sólo por diversión. Después de unos minutos escuché a lo lejos una guitarra acústica que interpretaba los acordes de "Crazy Little Thing Called Love", nada difícil de reconocer.

La canción se oía en la habitación más cercana. Me levanté y lentamente me acerqué a dicha habitación. La puerta estaba un poco abierta y decidí entrar.

Para mi sorpresa encontré a un Freddie Mercury muy joven y rockero. Vestía un arlequín lleno de cuadros negros y blancos, además de usar zapatillas de ballet que hacían contraste con el saco de cuero negro que llevaba consigo. Su cabello seguía siendo corto, parecía haber salido de la portada de alguna revista.

Estaba sentado en la cama y trataba de practicar la canción. Una de la cual presumía haber escrito en 10 minutos mientras estaba en la bañera. Lo cierto era que tenía un ritmo contagioso y era muy aclamada en su tiempo.

- Kathy, por fin llegaste. -mencionó Freddie mirándome. -Estaba por ir a la sala pero quise impresionarte con mis dotes musicales.

- Lo hiciste. -informé guiñando un ojo. -Freddie, no olvides que dejamos un asunto pendiente.

- Si, no lo olvido. -respondió tocando las cuerdas de la guitarra. -Pero antes, quiero llevarte a un lugar especial.

- ¿A qué lugar? -pregunté confundida. -¿A Múnich?

- Jamás. -replicó. -Es otro lugar. ¿Aceptas?

- Claro que sí. Confío en ti. -dije sin dudar.

- De acuerdo. Cierra los ojos, haré algo antes. -obecedí sin protestar.

Al cabo de unos segundos sentí escalofríos en mi cuerpo. Seguramente Freddie quería vestirme para la ocasión.

- Listo, ábrelos ya. -no podía creer lo que había sucedido.

El joven que estaba conmigo hace unos minutos se había convertido en un hombre adulto y vestía de traje. Su cabello era más corto y presumía un bigote peculiarmente hermoso. Yo por el contrario usaba un vestido corto con mangas largas en un tono tinto. Era muy presentable y no me hacía ver ni muy grande ni muy pequeña. Mi cabello castaño estaba cuidadosamente recogido en un peinado sencillo. Todo obra de Freddie.

- ¿Me permite señorita? -ofreció su brazo como cuando fuimos a Múnich. ¿A dónde iríamos?

- Por supuesto​. -correspondí a su gesto de caballerosidad.

- Cierra tus ojos Katherine. -su voz sonaba distinta, un poco más grave. Aún seguía siendo Freddie pero ahora vivía otra fase de su vida.

Seguí su indicación y pasando unos instantes sentí el aire frío tocar mis piernas y rostro. Abrí los ojos lentamente y aparecimos frente a un lago. Era de noche y únicamente nos iluminaba la luz de la luna.

¿O era mi imaginación o estábamos en...?

Living On My DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora