la oportada me la iso mi gran amiga xXSweetCrisXx
*Narrado desde el punto de vista de Rubius*
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Ya era tarde, las once o doce de la noche, venía de casa de Cheeto de jugar unas partidas en la Play. Volvía corriendo ya que empezó a llover justo cuando salía de su casa, joder, JODER, me cagaba en todo ya. Mojado o mejor dicho empapado empecé a buscar rapidamente las llaves del portal, JODER, no las encontraba pero por suerte un vecino estaba bajando y cuando abrió la puerta entré corriendo escaleras arriba.
Mangel me dijo que no estaría y que volvería tarde así que me tocaba estar solo un par de horas más. Por suerte mañana ya era sábado y no tenía que ir a Bgames a trabajar. ¡Qué suerte JODER!
Abrí la puerta de la casa, y como no, ahí estaba mi gata Raspberry esperándome. La intenté coger pero empezó a arañarme y a mordisquearme como siempre. Gata hija de puta.
Fui caminando rapidamente a mi habitación, dios estaba helado y encima hacía un frío aquí en casa... Cogí el pijama y fui corriendo a la ducha. Me desvestí y encendí el agua caliente. Oh si nena, que bien se estaba ahí.
Después de salir de la ducha fui directamente al ordenador a ver si grababa algo o que, y no se por qué abrí el juego de Ju-On. ¿Cómo me atreví a jugar a ese juego solo?
-¿¡WTF!? ¿¡WTF!? ¡Joder, me cago en la puta!
Chillé de repente, en alto, joder este juego me daba miedo de verdad, dios parecía una nenaza enserio. Ya no pude más así que apagué el ordenador, dejando todo deprisa encima de la mesa y me metí en la cama tapándome con todo lo máximo posible.
Y de repente noté algo por detrás...
-¡AH! ¿QUÉ ES? ¡WTF!
Joder, me caí de la cama del susto que me di, enserio no vuelvo a jugar a estos juegos en la vida. Al parecer era la puta gata que me miraba con cara de "¿Qué coño?". Me tranquilicé un poco y volví a meterme debajo de mis sábanas de nuevo. La gata de mierda no paraba de saltar y hacer ruidos raros y ya me estaba cagando.
-¡JODER QUE TE DUERMAS YA RASPBERRY!
Y al parecer me hizo caso porque se fue de la habitación y ya no volvió. Al cabo de diez minutos estaba más tranquilo, cuando de pronto sonó la puerta "Ding, Dong"