cap 16

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*Narrado desde el punto de vista de Rubius*
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Joder, estos tres días eran insoportables, estaba encerrado en casa y tampoco salía a dar una vuelta ni nada, Cheeto y estos tampoco optaron por llamarme... Solo podía estar pensando en una cosa, en Mangel, en todo lo que le dije y ahora me arrepiento, ya seguramente ni le tendría como amigo...
Casi no comía, o mejor dicho no comí nada en estos últimos días, el apetito había desaparecido en mí y no quería hacer nada más que arrepentirme... Mangel joder, te quiero, jamás pensé esto, jamás pensé en que un chico me fuera a gustar. Pero él era diferente, cada vez que le recordaba, esa sonrisa, esos ojos, todo. ¿Cómo podría aguantar una semana sin verlo?

Estaba en el salón viendo la tele sin ganas, pensando, y vino Raspberry encima mía, la intenté acariciar pero la muy puta me clavó sus uñas y se fue corriendo. Joder, no podía estar así más tiempo, tenía que hacer algo, quitarme todos los pensamientos absurdos de mi cabeza. Fui a la habitación y encendí el ordenador para grabar algo, puse los Sims 3, que ya hacía tiempo que no grababa nada. Después de estar grabando hora y media lo pasé a editar, al menos esto me ha entretenido un poco.
Ya eran las seis y media de la tarde, ya que era viernes podría salir a algún sitio por la noche, a la discoteca o yo que sé para desatender todos los pensamientos. Hasta las once no hice gran cosa, repasé la edición del vídeo y lo subí.

Me puse otra ropa, estaba decidido, iba a irme por alguna discoteca a pasar la noche. Cuando salí de casa ya eran las once y media. Ya tenía plan, primero iría a algún bar a tomar algo, quería olvidarme de todo esta noche. Llegué a un bar con bastante gente y le pedí al camarero un cubata, perfecto para empezar la noche.
Después de beberme tres vasos decidí irme ya a bailar, a la discoteca, a vivir la noche. 

Ya dentro, había mogollón de gente y tías buenas, joder, y me vino al pensamiento Mangel de nuevo... Sacudí la cabeza y fui a la barra. El camarero era un chico joven y estaba cerca de mi.

-¡Ey! Ponme un chupito de whisky -dije gritando.

Luego al dármelo me fui por ahí a ver si bailaba algo, me acerqué a un par de chicas que estaban ahí y empecé a bailar con ellas.
Esta noche me emborraché, bailé, me divertí como nunca antes lo hice, no me acordaba de nada ni de nadie, me daba igual todo.

Eran las seis y media de la madrugada y yo seguía ahí, bebiendo y bailando cuando opté por irme ya. Iba tambaleándome, todavía en la calle era de noche, todo estaba oscuro. Llegué a casa y vi a la gata en la puerta.

-Joder Raspberry, no sabes lo que me he divertido -la dije cojiéndola y besándola en la cara a lo que ella me araño y se fue.

-Puta gata de mierda joder.

Me fui a mi cuarto, tirando la chaqueta al suelo y sin cambiarme ni nada me tiré en la cama y me dormí.

mangel y rubius gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora