cap 71

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*Narrado desde el punto de vista de Rubius*

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No tengo ni idea de como reaccionaría mi madre, mi padrino me daba un poco igual porque el no tenía que ver con este tema, ya que no era mi padre de verdad. Me fui a la habitación sin cenar ni nada, no me apetecía, estaba cansadísimo y Mangel seguro que se enfadaría por no cenar.

Me costó dormirme y me cagaba en todo ya, escuché a Mangel entrar a la habitación y me hice el dormido, que coño, no pude resistirme y le asusté destapándome.

-¡JODER! ¿Rubiuh qué coño haceh dehpierto?

-Que no puedo dormirme, joder y me da rabia -se sentó a mi lado.

-¿Quiereh qué te cante una nana? 

-No, tonto.

Me apartó un poco para acostarse a mi lado, me miró con sus ojos azabache y yo a él, su mirada era tan penetrante, tan profunda, joder cuanto lo quería. Empezó a acariciarme la barriga suavemente, por debajo de la camisa del pijama, eso me tranquilizaba mucho y hacía que me durmiese cerrando los ojos poco a poco, pero no podía dejar de mirarlo.

-Cierra loh ojoh -me susurró, yo le hice caso.

Me quedé dormido de una gracias a Mangel. Por la mañana, como todos los días me costaba levantarme, vamos, teníamos que ir a Bgames igualmente, el día se nos pasó bastante rápido y salimos de ahí pronto teniendo la tarde libre para hacer lo que queramos. Era martes y el viernes nos iríamos por la tarde a casa de mi madre, la verdad, estaba de los nervios por ver lo que me decía, pff, espero que lo acepte.

Mangel me vio un poco distraído por mis pensamientos.

-¿Ehtáh bien? 

-Sí, sí, solo que estoy pensando en lo de mi madre.

-Eh Rubiuh, lo va a aceptá', igual que lo hizo mi madre -me puso una mano en el hombro, yo le miré y sonreí.

Cuando llegamos a casa no vi a Raspberry recibirnos y resulta que se quedó encerrada en mi habitación, al abrirla empezó a maullar seguramente del hambre que tenía, mira que esta gata...

Mangel me cogió del hombro y me giró hacia él, se quedó mirándome unos segundos y luego me apoyó contra la pared y me besó. Fue un beso apasionado, le cogía del pelo acercándolo más a mí, su lengua jugaba con la mía y él acercaba mi cintura a la suya. Joder, joder, no quería que me diera otro calentón pero veo que es eso lo que quería hacer, es que, pfff...

-Mangel, Mangel para -le aparté un poco-. No quiero que me dé otro calentón.

-Creo que ehta vez no te ha dado el calentón a ti...

Eché la vista abajo y era cierto... esta vez le había dado a él.

-Voy a ducharme -dijo Mangel.

Me hizo gracia la cara que tenía. Deseaba ya saber la respuesta de mi madre sobre la opinión que da sobre nuestra relación, no lo entendía, no entendía que por qué coño los padres les costaba entender una relación entre dos chicos o dos chicas...

Me senté en el ordenador por mi suerte mañana no había que ir a trabajar y quise grabar un vídeo de happy wheels o de algo que hacía tiempo que no subía nada, estaba pasando un poco de mi canal pero ya me incorporaría con más tiempo.

Al terminar de grabar empecé a editarlo, no era muy tarde solo las nueve y media, escuché a Mangel hablar desde la otra habitación, seguramente estaría haciendo otro vídeo al igual que yo. Fui a su habitación y abrí la puerta sin llamar ni nada. 

-Anda, Rubiuh, ven -fui hacia él y me sentó en sus piernas-. Ehtamoh en un directo.

-Ya veo -le miré a sus ojos, a sus labios y así por un instante-. Ehh, bueno, voy a hacer otras cosas, adiós.

Y seguí editando mi vídeo.

mangel y rubius gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora