*Narrado desde el punto de vista de Rubius*
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Y aquí estábamos, basándonos los dos solos en mi casa, como quería a Mangel, que podría hacer sin él, nada.
Sentados en el sofá del salón, de buena mañana, acariciandonos mutuamente, sintiendo nuestro aliento, nuestros labios, intercambiando saliva.
Mangel...
Me mordió el labio inferior con ferocidad, ese acto me excitó bastante, sentí un algo que me recorrió el cuerpo entero.
Mangel... dije de nuevo para mi, deseaba sentirlo de nuevo, su cuerpo contra el mio, lo necesitaba tanto...
Empecé a besarle con más pasión, jugando con su lengua, acariciandole los pechos, el cuello, la cara.
Entonces me mordió el cuello.
-Ah... -no pude evitar gemir.
-Rubiuh... -dijo en un suspiro-.Te necesito...
Cada vez me excitaba más y más, Mangel empezó a quitarme la camisa y besarme por el pecho, mordiendo y chupando mis pezones.
-Aah! -que placer sentía-. Ma-Mangel... ah...
Empezó a bajar su mano hacia mi notable elección, al igual que la suya, me acarició por encima de los calzocillos, ,haciendo que gimiera y gritara más y más.
-Te quiero, Ma-Mangel... -dije jadeando.
Entonces su mano se metió dentro de ellos, la sentí, fría al principio y luego fue calentandose, aquí ya no había vuelta atrás...
