*Narrado desde el punto de vista de Mangel*
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La tortilla de mi madre sí que ehtaba buena y a Rubiuh al parecéh, también le había guhtao'. No hicimoh gran cosa hahta que llegaron mih padreh. Ví a mi padre con cara de mala hostia como siempre, ¿eh qué jamáh entendería lo mío con Rubiuh? Ya ehtaba empezando a hartarme un poco y le tendría que decíh unah cositah a la cara.
-Hola chicos -saludó mi madre sonriente-. ¿Qué tal el día?
-Muy bien mamá -le devolví la sonrisa y la abracé-. Tú tortilla de patatah le ha guhtao' mucho a Rubén.
-¿Sí? -giró la cabeza hacia él-. Pues me alegro mucho. Hoy seguramente cenaremos una pizza, tampoco me apetece cocinar nada.
-No te preocupeh.
Mi madre era un cielo, jamáh negó nada ni habló del tema de Rubiuh y yo, seguramente ella lo comprendía y la apreciaba por eso.
Cuando lah pizzas ehtuvieron preparadas noh sentamoh en la mesa de la cocina, Rubiuh, como siempre, al lao' mío. No parábamoh de reír y mirarnoh.
-¡Ya estoy hasta las narices! -mi padre se levantó de repente dando una palmada en la mesa-. ¿Váis a estar todos los días así hasta que os vayáis o qué? Yo no tengo que aguantaros siempre ¿entendido?
-Papá, pero si no están haciendo nada malo -comentó mi hermana.
-Si tu supieras... ¿Quieres que te lo diga? Tú hermano es un puto homosexual ¿Y sabes qué más? Ellos -noh señaló-. Son novios.
Lah palabrah que dijo mi padre me hirieron mucho <<Puto homosexual>> ¿Qué coño sabía él? No tenía sentimientoh hacia nadie. Mi hermana se quedó un poco en shock, no sabía lo que decíh ni como actúar, me miró por un instante y a Rubiuh también, se levantó de la mesa y se fue. En serio, le iba a dar una hohtia que flipaba.
-¿Así es cómo quieres el juego, hijo?
-Máh tarde hablamoh -dije de mala manera cogiendo a Rubiuh de la mano y yéndonoh hacia el cuarto-. No lo aguanto de verdá', quiero irme de aquí.
-Podríamos irnos y luego venir tú el sábado a la comunión...
-Tieneh razón Rubiuh, mañana es miércoleh ¿verdad? -él asintió-. Pueh mañana noh volvemoh. Ahora vuelvo, voy abajo a decirle unah cositah a mi padre.
Salí por la puerta, bajé lah ehcaleras casi corriendo y me metí en el salón, ahí ehtaba él solo, mi madre ya había subio' a su habitación. Me senté en el sofá.
-¿Qué problema tieneh? Te lo he dicho bien claro la otra véh, si te guhta bien y si no te jodeh. No voy a soportar que me insulteh ¿te queda claro?
-Mira, solo te digo que te dejes de tonterías. A ti no te gustan los hombres, solo que ese... chaval, te está comiendo la cabeza.
-A mi NADIE me ehtá comiendo la cabeza. Y lo tengo bien claro -me levanté del sofá-. LOH HOMBREH ME GUHTAN...
-¡NO! Mira, te aseguro que si estás un tiempo separado de él te olvidas completamente de que eres algo que no eres y te puedas buscar una novia como la tal Sandra.
-Mira, mira... -me ehtaba poniendo de loh nervioh ya-. No me mencioneh a Sandra que hoy acabamoh mal, no me pienso separáh de nadie porque RUBÉN EH MI PAREJA y le quiero máh que a nada -mi padre como siempre, puso una mueca de ahco.
-Más que a nada... que tontería -se levantó de su sillón, yo cogí un vaso de agua que había en la mesa de al lao' del sofá, a ver si me tranquilizaba un poco-. Que ha sido de mi hijo que ahora es un... homosexual... -esa palabra la dijo con el mayor dehprecio del mundo.
Ya no aguanté máh, me enfadé y tiré el vaso de agua bruscamente contra el suelo, rompiéndolo en mil pedazoh.
-¡MIRA, A MÍ NO ME VAH A DECÍH LO QUE TENGO QUÉ HACER POR QUE YA SOY MAYOR PA' DECIDIR! -empecé a gritáh-. Tranquilo, que mañana mihmo no vamoh a ir.
Y me fui pegando un portazo, hijo de puta, que ahco de padre en serio. Ehtaba demasiao' cabreao' como pa' habláh con alguien, si lo hacía alguien eh que no se qué le diría...
