*Narrado desde el punto de vista de Rubius*
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Dios, Mangel, cada vez que me hablaba, cada vez que me miraba, me ponía más y más nervioso y es que el hijo de puta no paraba de hacerme preguntas sobre mi sueño y al final acabaría diciendo que he tenido un sueño gay.
-Bueno..., me voy a grabar -dije para irme de esa tortura de preguntas.
Me metí en mi cuarto, encendí el ordenador y fui a twitter, como siempre tenía un montón de menciones y no podría contestar a todas, puse el juego de Slender para despejarme un poco pero con nada funcionaba, cada dos por tres se me aparecía el sueño en mi mente, JODER. Mangel entró en la habitación sin avisar por lo que pegué un brinco.
-Joder Mangel, que susto.
-Me vah a decih lo que te pasa conmigo o que, ayer resulta que ehtabas cariñoso conmigo, consolándome y to' y hoy me evitah -se acercó a mí y se sentó encima de la mesa, al lado mío.
-Joder ¿qué quieres que te diga? No me pasa nada -respondí gesticulando con las manos.
-No me lo creo Rubiuh, sabeh que yo sigo dolido aunque no lo ehté demohtrando, podríah ayudarme un poco, hablándome o yo que sé, jugando, pero divirtiéndonoh loh doh.
Dios, no se lo que me pasaba, tener a Mangel a mi lado, cerca de mí, escuchar su voz me producía una sensación extraña, joder, ¿me estaría enamorando de mi mejor amigo? Esto no era normal..., jamás me ha pasado algo así y menos con un chico...
Mangel joder, ¿qué me has hecho? Ahora estaba claro, lo reconozco, estoy enamorado de Mangel, sí, ENAMORADO. Sentía ganas de besarle, de abrazarle, de hacerle mimos, ganas de todo..., pero no creo que Mangel reaccione de una manera normal..., también sentía mariposas en la barriga al tenerlo en frente de mí, hablando con esa voz, mirándome con sus ojos negros...
-Eh Rubiuh -chasqueó los dedos-. Te hah quedao' embobado...
-Ya bueno, pensaba en algo.
-Bueno..., ¿quiereh haceh algo o qué?
-No -respondí de inmediato.
-Jodeh en serio Rubiuh, no hay quien te entienda, un día ehtas bien y el otro que leh den por culo a todos ¿no? Pueh mira ya me he enfadao' joder, siempre igual -se levantó de la mesa y se fue de la habitación dando un portazo.
-No lo entiendes Mangel... y jamás lo entederás pero me he enamorado de ti -hablé en voz baja, mirando hacia la puerta y luego agaché la cabeza suspirando.
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El día se me hizo normal hasta que llegó la noche, mañana era lunes y había que ir a trabajar así que decidí acostarme pronto. En todo el día no vi a Mangel, estaría en su habitación pensando en ella..., estaba deprimido y apagado, se le notaba. Joder, haría lo que fuera para consolarte, pero me daba mucha vergüenza estar a tu lado después de lo del sueño...
Estaba en mi habitación poniéndome el pijama vi el reloj y marcaban las once y media. Me acosté tranquilamente en mi cama, a mi gata tampoco la vi en todo el día, suponía que estaría con él.
Con la luz apagada y todo no podía dormirme, solo pensaba en él, en Mangel, en como he llegado a enamorarme de él. Me acuerdo el primer día, en el que conoció a Sandra en el bar, en el que me agarró y me llevó al pasillo para regañarme y estubo tan cerca de mi cara... No pude evitar sonreír.
Intenté dormirme y al final lo conseguí.
