*Narrado desde el punto de vista de Rubius*
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Han pasado ya 6 meses desde que se lo contamos a mi madre, vivíamos bien, sin problema alguno, felices como siempre.
En los videos, ya nos mostrábamos tal y como éramos, una pareja feliz y que se quería más que nada en este mundo.
Hasta que, un día, pasó algo que nos podría separar para siempre.
Una noche, sobre la una, caminaba solo por un callejón, no había ni gente ni nadie, venía de fiesta con amigos y decidí irme pronto, esa misma noche discutí con Mangel, le dije cosas horribles y él me las devolvió.
En esos momentos lo odiaba, ¿cómo pudo fijarse en otro tío y encima ir y hablar con él delante de mi?
-A la mierda todo -dije apretando los puños-. Que se vaya con quien le de la gana.
Caminaba por el oscuro callejón hasta que escuché unos pasos que me seguían pero no le di mucha importancia, entonces alguien me paró y sentí un frío metal en mi cuello.
-No grites o te matamos... -dijo la voz grave que se encontraba detrás de mi.
Vi dos siluetas más que se acercaban a mi.
-Vaya, una buena presa -dijo otra voz-. Nos forraremos contigo.
-Rubén, ¿verdad? -dijo el que tenía el cuchillo en mi cuello-. Ahora me vas a dar tu teléfono y ya sabes, llamaremos a todos para pedir la recompensa. Que te parecen... ¿3 millones de euros?
Todos rieron, yo estaba impotente, nervioso y con miedo, ¿Qué haría ahora? ¿Moriría tal vez? Pensaba en Mangel, en lo que le dije, me maldije a mi mismo por haber hecho ese acto.
De pronto me golpearon, haciendo que me desmayara.