cap 81

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*Narrado desde el punto de vista de Rubius*

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-¿Por qué? -pregunté-. ¿Por qué Panda?

El hizo una sonrisa malvada que me estremeció, un escalofrío me entró por todo el cuerpo y sabía que podía pasar cualquier cosa.

-Por no aceptarme una vez, te dije que yo seria la mejor opción para ti y tu te fuiste con Mangel.

-Pe-pero... -él me hizo ademán de que callara e hizo de nuevo esa sonrisa.

-¿Crees que Mangel conseguirá el dinero? ¿Crees que al final te rescatarán? -me miró.

-Estoy más que seguro, Mangel jamás me abandonará pero esto... -pensé un poco-. Esto no tiene sentido, Panda ¿te estás viendo? Ahora eres un criminal,  tú... tú caíste muy bajo.

Entonces alzó su mano y me pegó una bofetada fuerte, yo estaba inmóvil como los días anteriores, atado de pies a manos.

-Yo contraté a estas personas, Rubén, ahora mismo podría hacerte cualquier cosa pero esperaré, esperaré al  momento adecuado -se acercó a mí cogiéndome  de la barbilla y robándome un beso.

-Das asco -dije furioso-. Personas como tú no deberían existir.

No dijo nada y se fue de aquel cuarto, yo ya no sabía que hacer, pero creía en Mangel, él me salvaría. 

Pasaron cinco días después de mi secuestro, no supe nada de Miguel, tampoco de la policía ¿estarían buscándome? Entonces entró Panda a la habitación, trayéndome algo de comida.

-¿Y bien? ¿Tu queridísimo noviecito está aquí? -preguntó mientras me daba una cucharada de una asquerosa sopa-. ¿Aún seguirás creyendo en él? 

-Sí... siempre.

Me miró detenidamente, esa mirada no me gustó nada, ¿Qué me querría hacer? Tenía miedo, miedo de verdad. 

-Pronto te probaré Rubén, siempre lo he deseado tanto y ahora por fin me perteneces.

-¡Cállate! Yo no soy de tu propiedad -grité-. ¿Esto sólo lo haces por venganza? Sabes que estoy enamorado de él y tú aún así sigues insistiendo, hasta has hecho esto...

-Cierto... -miró al techo sonriendo-. Venganza, eso es lo que mueve a todas las personas, y tu pronto morirás. 

-Lo acabarás pagando, la policía te atrapará y entonces...

-¡Nadie! Ninguno de esos imbéciles me cogerá, ¿sabes dónde estamos? -yo no contesté-. Lejos, muy lejos de Madrid, en una casita dentro de un bosque. 

Me empezó a acariciar la cara con sus sucias y asquerosas manos, luego los labios, haciendo su contorno. Si no me encontraban pronto... sería violado por Panda, el cual un día fue mi total punto de apoyo y ahora solo un tipo que me secuestró.

-Te torturaré el último día, lo tengo todo planeado -sonrió-. Pero antes de eso disfrutaremos los dos.

-Eres un enfermo -gruñí-. Estate tranquilo porque ese último día no llegará para ti.

-Eso ya lo veremos -empezó a reírse como un loco en un manicomio, haciendo que se me congelara el cuerpo. Mangel, encontradme lo antes posible, por favor.

mangel y rubius gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora