*Narrado desde el punto de vista de Mangel*
-------Cuando Rubiuh me dijo que mirara no me lo pude creer, Sandra ehtaba besándose con otro hombre, con aquel que supuehtamente se llamaba Aitor. Sandra..., lo habría dao' todo por ti. Joder, me cabreé como nunca anteh lo había hecho en mi vida y fui hacia esa gente.
Cuando llegué lo único que hize fue darle un puñetazo en la cara a ese subnormal y dejarlo en el suelo para darle una patada en lah costillah. Miré a Sandra, sorprendida por que yo ehtubiera ahí, iba como una puta...-¿Q-Qué haces aquí? -me preguntó.
-Eso mihmo te pregunto yo. Ya veo que clase de persona ereh, ¿así que con tu amiga eh? Debería habeh hecho caso a Rubiuh dehde el principio.
-Yo, yo te lo puedo explicar -me acerqué a ella queríendole dah una ostia en la cara pero Rubiuh me detuvo.
-Vamonos Mangel, aquí no hay nada que ver más.
Noh fuimoh, yo empecé a correr pa' llegar a casa y quitah todah lah cosah de Sandra de mi habiación. Todo a la calle que iba, ni me ehperaría a que volviese pa' recogerlo. Era un ingenuo, un imbécil. ¡Joder, me cago en dioh!
Llegamoh a casa y fui a mi habitación lamentando haber conocido a Sandra, Rubiuh me siguió. Ya no aguanté mah y me dehplomé en el suelo apoyándome en mi cama y comencé a llorar.-Mangel joder, no te pongas así -Rubiuh me ayudó a levantarme-. Vamos a recoger todas las cosas de esta subnormal, yo te ayudo ¿vale? -y me abrazó consolándome.
Todo lo que veía suyo lo tiraba con fuerza al pasillo, joder la odiaba, la ropa, los zapatoh, su maquillaje, todo a la mierda. Yo seguía llorando, recordando todoh loh momentoh, todoh loh besoh, todoh, y ahora pensah que era mentira..., que ella jamáh me quiso, que solo me utilizaba, me destrozaba poh dentro. Cuando de pronto escuché el timbre de la puerta.
-Ya voy yo -dijo Rubiuh sonriéndome, y era lo mejoh que podía haceh, teneh un amigo como él.
Ehcuché unoh taconeh que venían hacia aquí. Era Sandra.
-¿No tieneh vergüenza de venih aquí? -pregunté poniéndome nervioso-. Solo eres una maldita puta, joder...
-¿Y por qué me tiras todo eh?
Joder me ehtaba hartando ya. Me acerqué a ella con loh nervioh que ehtallaban y la apoyé bruscamente contra la pared.
-Mira, a mi no me provoqueh que puedeh acabar muy mal -la amenazé, pero Rubiuh de pronto me apartó de nuevo.
-Recoge tus cosas y vete -le ordenó Rubiuh ella solamente asintió asustada-. Mangel, vete a mi habitación anda.
Le hice caso, me fui a su cuarto, me tumbé en la cama y empecé a llorar, joder puta mierda de vida que tenía. A la media hora se escuchó el golpe de la puerta, Sandra por fin se había ido, Rubiuh enseguida entró a la habitación. Era a la persona que mah necesitaba en ehte momento, él era lo mejoh.