*Narrado desde el punto de vista de Mangel*
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-Ah... Mangel -dijo Rubiuh en un suhpiro, dioh, como deseaba hacehlo mío una veh máh, sentíh suh jadeoh, suh gemidoh, unirme a él...
Metí mi mano dentro de suh calzoncilloh, noté su erección y comencé a acariciahle, le quité loh calzoncilloh, ahora, ehtaba completamente dehnudo, tan guapo, tan único, lo amaba.
Le mahturbé mientrah le besaba, el gritaba y gritaba de placeh y eso me excitaba máh a mi.
-Ma-Mangel, me voy a... -y entonceh salió el líquido blanco de su interioh, me recorrió la mano entera y veía a Rubiuh muerto de placeh, pero ehto no hizo nada máh que empezah.
Me dehnudé yo también, me puse encima de Rubiuh y le besé, recorriendo mi lengua en su interioh, le cogí de lah piernah pa' abrirselah un poco, entonceh comencé a penetrarle lentamente mientrah Rubiuh gritaba y se retorcía.
-Ah... Mangel, creo que nunca me acostumbraré... duele.
-¿Quiereh que pare? -pregunté vacilante.
-Ni loco, ah~.
Entonceh sin escuchar máh la quejah de Rubiuh le embestih máh fuerte, él pego un grito tremendo, pero no dijo nada.
Fui máh y máh rápido, estábamoh sudorosoh, gritando al unísono y yo, no aguantaría mucho máh para...
-Ahh ¡Mangel! -y me corrí dentro de él.
Entonceh, casi sin fuerzah cogí a Rubiuh y me lo llevé a la habitación, tumbándolo en la cama y yo a su lao', como siempre.