Parte 8

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Si soy sincera, no sé en qué rayos estaba pensando cuando decidí mentirle a mi chico especial. Otra vez. Últimamente había estado llenándolo de mentiras inocentes y eso cada vez me hacía sentir peor. Mi única defensa es que estaba asustada. Tantos pensamientos paranoicos en mi cabeza. Quería que todo estuviese tranquilo como en los últimos meses.
Desde que supe lo de la esquizofrenia todo mi panorama se llenó de fallas, temores y desesperación. Aún tenía algunas cosas que averiguar sobre Taehyung, cosas que no podría hablar con él sin antes pensarlo. Esto era delicado. Y ahora, todavía tenía que preocuparme por aquellos patanes, Jimin y la madre de Tae.

-¿Solo serán unos días?-

-Solo unos días. Guarda esto.-

En cuanto llegamos a casa me puse a sacar ropa de nuestros muebles. Taehyung siempre estuvo de acuerdo, no se negó ni una vez pero aún seguía curioso por mi idea repentina. Y otros detalles...

-¿Nos iremos ahora? Debo ayudar a Kihyun...-

-Ya hablé con él.- respondí. –No te preocupes.-

-¿Estás bien, Jae Bi?-

-Lo estoy.- le sonreí. –Démonos prisa si es que queremos llegar antes del anochecer.-

Llamé a mamá para darle el comunicado especial de que mi novio y yo iríamos a invadirle su espacio. No le dije por qué cuando ella lo preguntó, le dije que se lo explicaría después y que actuara emocionada al vernos. Sí, nada sospechoso de mi parte. Ella accedió y preguntó por la hora de nuestra llegada.

Si sería pronto, mejor.

-¿Yoongi no estará allá, verdad?-

-No, cariño.-

Bien, subimos al auto. Hora de irnos.

-Estaré encerrado todo el día, no quiero encontrarme con él.-

-Me parece una buena idea, supongo. Pasaremos tiempo con mamá, no te preocupes.-

-Comeré todo el día.-

Eso me hizo reír un poco. –Engordarás.-

-A mamá le gusta que coma mucho.-

-Y a mí me gusta pellizcarte la barriga. Sí, todos ganamos.-

Esta vez nos sonreímos los dos.
Bien, me gusta ese ambiente. Sonrisas, cariño mutuo, buenas noticias, peleas absurdas y uno y que otro chiste malo. El camino no fue tan largo debido al buen humor de ambos.

Me alegró llegar al vecindario, conducir por las calles donde solía caminar y patinar antes.
Estacioné el auto frente a la casa. Taehyung y yo salimos al mismo tiempo. Todo absolutamente igual.

Aunque... había un detalle que había olvidado. -¿Taehyung?-

Se quedó mirando la casa de enfrente. La casa donde vivió en el verano de hace dos años. Por lo que mamá me había contado antes ahora vive una pareja de abuelos ahí. Amables y muy tranquilos, a quienes de vez en cuando los visita su nieto para ayudarlos con tareas y esas cosas.

-¿Estás bien?-

Me pareció muy extraña la reacción de Tae al estar frente a esa casa. Giró a verme cuando toqué su hombro y actuó como lo normal.

-Tengo hambre, Jae Bi.-

Tuve que sonreírle y confortarle acariciando su espalda. –También yo.-

Mamá nos recibió en la entrada, sonriendo ampliamente. Abrazó primero a Taehyung antes que a mí y luego nos ayudó con las mochilas, lo último no era necesario pero ya qué.

~ Say Nothing ~ V - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora