Bien, no había problemas. Mamá dijo que trabajaría en el jardín así que, como buena hija, le ofrecí mi ayuda y la de Tae. Sí, un día de jardinería. Qué emoción. Nótese mi sarcasmo.
Después del desayuno mamá subió a tomar su ducha habitual y yo me quedé abajo esperando a mi chico especial. No tardó mucho en bajar. Quiso cereal y yo le alcancé todo a la mesa. Estuvo tranquilo, por no decir que prácticamente evitaba hablarme e inclusive mirarme. No busqué su atención más que solo una vez.
Él comía tranquilamente, cucharada por cucharada, masticando y mirando nada más que su tazón medio vacío.
Lo sorprendí por detrás, abrazándole del cuello y asomando mi cabeza por su lado derecho. Le mordí la oreja pero él no hizo nada. Besé su mejilla. Eso último funcionó; volteó a verme. En esa cercanía su nariz tocaba la mía.Le di una sonrisa confortante. -¿Estás bien?-
No respondió.
-¿Sabes que aún tenemos que hablar de esto, verdad?-
Esta vez asintió. Bastante conforme.
Volvió a meterse otra cucharada de cereal a la boca y yo aproveché para volver a morder su oreja. Dio un respingo y rio debido al cosquilleo.
-¡No!- gritó entre risas. –Ah, Jae Bi...- soltó la cuchara en el tazón y comenzó a pelear conmigo para soltarse.
Eso es. ¿Por qué actuar con esa indiferencia? Para él todo está bien si actuamos de esta manera. Aunque sabía que no sería para siempre.
Lo besé y mordí cuantas veces pude. Cuando las risas pasaron se me ocurrió otra cosa para divertirme.-Oye.- le susurré al oído. –Mamá nos escuchó anoche.-
Aquellos ojos de sorpresa fueron a captar los míos en el acto y mi primera reacción fue hacer ese gesto para seguir la broma.
-No...- murmuró.
-Oh, sí.- asentí. –Dijo que hablará contigo más tarde. Estás en problemas, cariño.- le di un corto beso en los labios y me reincorporé.
-Pero... fue tu idea.-
-Sí, ¿pero quién estuvo encima de mí encargándose de la desdicha?-
-Buenos días, Taehyung.- y llegó la reina de la casa. Justo a tiempo.
-Ah.- Taehyung ni quiso mirarla. Se levantó de inmediato. –Voy a escond... digo, ¡voy a orinar!-
¿Al diablo la inocencia? Me pareció divertido que mamá le mirara tan extraño cuando él salió corriendo de la cocina.
-¿Qué le pasa?- preguntó.
-Vejiga sensible.-
Eso le hizo reír un poco. Abrió el cajón enseguida de la estufa, sacó unas tijeras y me las extendió.
-¿Recuerdas cuando cortabas las espinas de mis rosas?-
-Eso lo hacía Taehyung.- quejé.
-Tú las de enfrente, Taehyung las rosas de atrás. Vamos.- comenzó a empujarme por la espalda.
-¿También pusiste enfrente?-
Indignación.
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El día estaba bien. Soleado, ventisca dulce, leve movimiento en el vecindario. "Agradable" fue la palabra en mi diccionario de vida para ese día.
Me senté en el seco césped frente al enorme matorral de rosas pegado a la pared bajo la ventana. ¿Por qué no lo noté cuando llegué? Esta cosa era enorme.
Ah, pero bien, servía un poco para concentrarse. Para concentrar la mente en la sangre de mis dedos debido a las espinas, y no en mis problemas. Pero obviamente pensé en ellos.
En Jimin; me pregunté cientos de veces dónde podría estar. Me pregunté por qué no respondía mis llamadas... Demonios, hasta pensé en Jooheon, ese cara de idiota.-¡Auh!- estúpidas espinas.
Luego pensé en... esquizofrenia.
Esa enfermedad la cual yo desconocía. ¿Yo qué voy a saber de eso?
Mi mente cerrada siempre decía que eso solo era para locos y gente retrasada. Aclaro: eso era antes. Ahora que tengo que pensar en Taehyung con esa cosa, tenía qué saber más, pero él no ayudaba mucho. Y creo que yo no lo intentaba bien. Sí, porque aún no sabía nada. ¿No se supone que esa cosa se controla con medicamentos? Según no hay cura para eso porque todo está en el subconsciente, ¿no? Ni sé, la verdad. En mi mundo tú controlas tu cuerpo y tú mente. Por eso le decía a Taehyung que él era más fuerte que su trauma, que esas pesadillas. Pudo haber sido mentira pero lo logró.
¿Cuál es la mentira y cuál la verdad?Cuando Taehyung no habla, significa la mentira y la verdad.
No esconde la verdad pero tampoco dice la mentira.
Me doy cuenta del enigma que es su mente todavía.Pero ya no hay estigma.
Solo una enfermedad y un secreto.
Una enfermedad que podría arruinar su vida otra vez...
-Ya, ¿y tú qué haces aquí? Largo... pulgoso.-
Me perdí tanto tiempo en mi cabeza que no me di cuenta de un pequeño can olfateándome. Un Beagle con collar incluido. Hice un ademán algo fuerte para asustarlo, y funcionó, pero no se fue.
-Largo. Tengo unas tijeras, amigo.-
-Hey, es mi perro.-
Siempre detesté conocer personas nuevas.
Un chico, creo que menor que yo, apareció cruzando la calle. Corrió hasta el jardín, con una correa en sus manos. Sí, el dueño del perro, supongo.No le dije nada cuando se inclinó a enganchar a su mascota. Seguí con lo mío, hasta que él me habló primero.
-¿No es doloroso hacer eso?-
-Sí pero alguien tiene que hacerlo.- dije pero no lo miré. –Cuida que tu pulga gigante no deseche sus cosas en este jardín. Mi madre se volverá loca si lo hace.-
Le escuché una leve risilla. –Lo sé. La señora Jung ya me ha amenazado pero está bien.-
Hm, me pareció simpático. Volteé a mirarlo y proseguí a levantarme. Sí, sin duda era menor que yo; alto, pero no más que Taehyung. Tenía unos pómulos adorables para mí.
-Soy Mark Lee. Tú eres Jae Bi, ¿verdad?-
Noté que quiso estrechar mi mano pero debido a mis cortadas en los dedos mejor lo evité. Él rio por ello.
-Jae Bi.- asentí. -No eres de aquí, al parecer.- dije, a juzgar por su nombre.
-No. Uhm, vengo cada verano por... mis abuelos, tú sabes.- dio un vistazo a la casa de enfrente. -¿Y qué hay de...?-
Estuvo a punto de preguntarme algo. No terminó la pregunta debido a que su mirada se desvió a algo detrás de mí.
Taehyung en la ventana. El susodicho cerró las cortinas tres segundos después de mirarlo. Negué ante el Déjà vu. Increíble.
-Uhm... ¿y qué hay de ti?- Mark continuó.
-Oh, yo solo vengo a visitar a mamá. Solo unos días. Y ahora... corto espinas.- traté de bromear.
-Me parece bien.-
De pronto Taehyung salió de la casa. Mark y yo lo vimos dirigiéndose a nosotros, bueno, más bien, al perro de Mark.
-Taehyung, él es Mark.-
-¿Cómo se llama?- señaló al perro.
-¿Eh? Ah, Max. Él es mi perro Max.- Mark respondió rápido.
Dicho aquello Tae me miró a mí. -Jae Bi, quiero un perro.-
-Ni hablar.-
-Pero...-
-Fue un placer conocerlos.- hm, no lo culpo. Sé que Taehyung puede ser extraño a veces para los demás, así que sí, fue buena idea despedirse e irse. -Hasta luego.-
-Bien, Tae, lo espantaste.-
-¿Yo?-
...
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~ Say Nothing ~ V - BTS
Fanfiction》 Segundo libro Closed Mouth; Say Nothing 《 | Callado, atento y misterioso | Kim Tae Hyung, 21 años. Compañero de vida de Lee Jae Bi. Esquizofrenia controlada desde hace casi dos años. El ser más extraño y tierno del mundo. Yo, Lee Jae Bi, su compañ...