Parte 41

34.1K 4.8K 984
                                    

Mamá soltó un respiro hondo, tomó mis manos sobre la mesa y me contó todo. Siempre es sincera sin importar qué. Conforme fue contándome lo que había planeado con la señora Kim, dejé de tensar los hombros y fui dejándome caer en el respaldo de la silla para que al final solo tuviera la vista plena del techo. Mente en blanco, ¿para qué pensar más?

Papá dejaría de pagar el departamento. Tuve tres días para mudarme. Los padres de Taehyung vinieron por sus cosas. No reclamé ni me opuse a nada porque quise estar de acuerdo con todo esto.

-Estás haciendo bien, Jae Bi.- me dijo la señora Kim, abrazando la almohada favorita de Taehyung. La que siempre él abrazaba en sus siestas si no estaba yo cerca.

Y así se supone que debería acabar esto, eso creo yo. Volví a mi habitación en la villa de mamá. Dos años no son nada en mi larga vida, ¿cierto? Fue como un receso.
Conté los días, por supuesto. Cada vez eran menos y menos los días que faltaban para que Taehyung saliera de ese lugar. Aunque siempre dudo, todavía, de que lo dejen salir de ahí. No saldrá. Tal vez no vuelva a ver a Yeontan.
No quise dejarle el cachorro a Kihyun así que me lo traje a casa.

El peor verano, me alegró que acabara, maldita sea.

-¿Jae Bi?- mamá entró a mi habitación solo para molestar. -No puedo creer que aún no hayas desempacado todo.- se refirió a las cajas cerca la puerta.

Yo me encontraba en la cama, pudriéndome junto con las cajas, sí. -Dejaré que todo eso se pudra ahí.-

-No hables así. Encuentra algo qué hacer, tu padre ya viene.-

-Ah, el sargento... ¿o teniente? ¿A papá cuando lo correrán de ahí? Tal vez cuando su calva tenga canas, ¿verdad, Yeontan?-

-Muy graciosa. Arriba.-

Hm, me sentía como en mis días de instituto cuando me castigaban y no tenía nada que hacer que quejarme y burlarme de lo que sea. Ahora tenía a Yeontan, pero ese renacuajo no hacía nada más que joderme.
Pero bueno, pensar en el pasado es un asco, tenía que pensar en el futuro.

Mamá me sugirió entrar a la universidad, pero detesto las universidades del país, no quería ser otro robot del montón. Dicho aquello, me sugirió irme al extranjero. Mark se fue al terminar el verano, si me voy, ¿quién me enseñaría inglés antes de partir?

América ya no me resultaba tan mala idea.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Había aburrimiento por todos lados. Mamá salía a trabajar los siguientes días, dejándome tareas por hacer en la casa mientras papá descansaba. Mi padre no me animó mucho debido a que estaba un poco decepcionado de verme de vuelta en casa. Creyó que por fin podría establecer mi vida en la ciudad, pero hasta yo le dije que fue muy precipitado. Todo con Taehyung fue precipitado.

-Ya encontrarás a alguien.-

-Hm, mejor atragántate, no quiero hablar.-

-Eres tan amargada, Lee Jae. Antes eras un imán de patanes, ya encontrarás a otro en un chasquido.-

-Y pensar que te extrañé, papá, gracias.-

Le vi reír, él estaba de buen humor y yo, claro, todo lo contrario. -¿Has considerado lo de la universidad?-

-Hm.- asentí. –Psicología, tal vez. San Diego me da buenas opciones pero me aterra ir ahí. No sé nada de San Diego.-

-Entiendo.- hubo un silencio antes de que volviera a hablar. Aquí ya destacamos los dos la verdadera seriedad del asunto. -¿Te vas a despedir de él?-

Tarde o temprano sabía que iba a mencionarlo pero me molesté bastante. –No quiero hablar de eso.-

-¿Entonces terminó solo así?-

-No terminó, papá, ¿entiendes? Es una ligera pausa. Una pausa... que sabes que no podrás quitar.-

-No lo sabes, Lee Jae.-

-Sí lo sé. Ya no es el mismo.-

-¿Y sabes por qué?-

-¿Cómo que por qué? Sabes, ya no quiero tener esta conversación.-

Es normal que termine dejando solo a mi padre después de una charla. No es extraño que Taehyung se convirtiera en mi tema prohibido. Yo no iba a ignorar que lo que pasó entre nosotros jamás pasó pero...era muy pronto para retomar todo.

Se cumplió el tercer mes. Me quedé en casa, en mi habitación. Nadie me dijo nada, yo no pregunté nada. Jungkook y yo hablamos pero no mencionamos nada en absoluto. Jimin volvió a la ciudad pero le prohibí visitarme.

Ah, las cajas. Al final del día de ese tercer mes, me ocupé de esas cajas que ya se encontraban como parte de los muebles de mi habitación.
Abrí una primero, solo era mi ropa de invierno. La otra, más pesada, mis objetos de mi escritorio, juguetes de Yeontan y un intruso.

La laptop de Taehyung. La señora Kim debió meterla ahí por error en la repartición de bienes. Bueno, al menos pude entretenerme unas horas con los juegos de Taehyung.
Taehyung no tenía nada más que juegos y solo una carpeta con fotos de nosotros. No entré a esa galería por el bien del agujero negro de mi corazón.

Pero debido a la curiosidad, seguí explorando estando segura que no encontraría nada...

Excepto una nota guardada en sus documentos:

~ Say Nothing ~ V - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora