Parte 25

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Despertar la siguiente mañana sin él abrazándome, fue la peor manera de empezar el día. Solo me pregunto si le habrán dado una almohada extra para que pudiese abrazar. Taehyung siempre necesita abrazar algo o a alguien mientras duerme, si no, no puede dormir.

Me levanté de la cama sintiendo náuseas y, como extra, un ardor horrible en la garganta. Ya que un posible embarazo quedó descartado, ahora quedaba la posibilidad de que un virus me convirtió descaradamente en su incubadora. Lo peor: enfermarse en verano. Maldita sea.
Este era mi último fin de semana antes de volver al hotel a trabajar pero, ¿sabes? Con todo lo que está pasando, ni siquiera creo que pueda lidiar con eso por el momento. Hasta se me cruzó por la cabeza renunciar. El renunciar a todo solo para cuidar de Taehyung otra vez.
Una decisión algo inmadura de mi parte, pero me da igual, soy inmadura.

Antes de salir y buscar a Kihyun, primero debía ducharme. No fue fácil desnudarme sin perder el equilibrio, mi cabeza daba vueltas. Tocía debido al ardor pero eso me hacía doler más. Me veía tan jodida. Hoy el espejo fue cruel conmigo. Pero Señor Espejo me ayudó a revisar aquel rasguño en mi espalda. El color rojo se desvaneció un poco pero aún eran notorios los cuatro caminitos de las uñas de mi hombre. Solo me pregunté... si no hubiese sido un rasguño, ¿pudo haberme golpeado alguna vez? Lo dudo porque es Taehyung, y porque bien sabe que yo se lo devolvería el doble.
Pero no fue Taehyung. Fueron las voces, que al parecer me odian.

Hm, aunque sé que una voz se llama Taehyung, no estoy segura si es la única o si hay más. Tampoco estoy segura sobre cuándo aparecieron en su vida. Por ejemplo: cuando conocí a Taehyung y era el raro vecino de enfrente que miraba mi ventana, ¿él escuchaba voces? ¿Le decían hacia dónde mirar? ¿Fueron ellas las que le dijeron qué hacer en el bosque?

No quiero darle la razón a la señora Kim, pero si hubiese sabido sobre este trastorno en el momento que conocí a este chico, sí, posiblemente lo hubiese tratado diferente. Pero no de la manera que ella cree. Tal vez con eso hubiese evitado que muchas cosas pasaran.

...

-¿Kihyun? ¿Kiki?-

Kihyun desde el principio fue un buen amigo a pesar de toda esta locura. Él simplemente creció con los chicos equivocados. Como yo. Y le agrada Taehyung, como a mí.

"Tuve que salir. No salgas sola.

  KH"

Dejó una nota en la barra de desayuno. Ah, demonios. Pudo haberme dicho a dónde iba.
¿Y que no salga sola? Si es lo primero que tengo que hacer: salir. Ni siquiera tuve que pensarlo. Ya era medio día, la hora en que las visitas comienzan en ese lugar.
Hoy evité usar sandalias, me puse el mejor par de tenis para correr, me hice una cola de caballo, y por si acaso, marqué los primeros dos dígitos del número de emergencia. Y si tuviese que usar un arma, las llaves del auto en los nudillos me servirían. Me siento patética al exagerar pero creo que es justo y necesario.

Salí del apartamento, un poco alerta, lo admito, pero la verdad no esperaba encontrarme con nadie. Y oye, adivina qué pasó.
Tenía listas las llaves del auto en la mano, trotaba mientras salía del edificio. Debía girar a la izquierda al cruzar la barda para llegar al estacionamiento. Debí girar a la derecha.

Choqué con alguien y eso me hizo soltar las llaves. Ni siquiera busqué disculparme, porque en cuanto miré a la persona frente a mí, quise salir corriendo por mi vida.

-Jae Bi.-

A un lado de él se encontraba Yoongi. Todo resultaría bien si es solo Yoongi, pero claro que mi puta suerte tenía que traerme a Hoseok para joderme la poca existencia que me quedaba.

-¿Qué...? ¿Qué hacen aquí?-

Yoongi se agachó para recoger mis llaves pero no me las dio. Bueno, ni siquiera se las reclamé todavía.

-¿Dónde está Jimin?- la pregunta del año.

-No lo sé.- respondí algo borde. -¿No recuerdas que fui a tu departamento a preguntarte lo mismo hace unos días?-

Detesto la mirada de Hoseok escaneándome los pechos y con esa ridícula sonrisa; bienvenidos viejos tiempos.

-Voy a preguntártelo otra vez, querida Lee Jae Bi.- el pálido habló nuevamente. -¿Dónde...?-

-¿Tanto te preocupa tu amigo ahora? Estoy en las mismas, idiota.-

Me daba cierto pánico estar hablando con ellos, pero al menos agradecí que estuviésemos en un lugar público a plena luz del día.

-Tú fuiste quien lo vio por última vez.- recalcó.

-Tú viste a los tipos, ¿por qué no los buscas a ellos?-

-Si no mal recuerdo, recibí esa paliza por tu culpa, ¿a quién debería cobrarle dicha paliza, eh?-

-Escucha, ya basta. No tengo tiempo para esto. Dame las llaves.- estiré la mano pero él retiro la suya.

-¿A dónde vas?-

-Eso no te importa. Dame las llaves, Min.-

-Hyung...-

-¿Vas a cogerte a Jimin mientras tu novio no está?-

-Hyung...-

-Iba a preguntarte lo mismo. Dame las putas llaves.-

-Hyung.- debido a la tercera vez, ambos volteamos a ver al castaño de cara larga. Hoseok miraba algo detrás de mí. –Alguien nos está observando.-

Me dio miedo voltear, pero aproveché dicha ocasión para arrebatarle las llaves a Yoongi. No peleó por ellas porque, al igual que Hoseok, estaba concentrado en mirar a lo lejos a... alguien.

-¿Quién es?- pregunté en voz baja.

-Es uno de ellos.- Yoongi susurró. –Vámonos de aquí. Muévete.-

...

~ Say Nothing ~ V - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora