Llámenme loca, pero creo que esta vez me sentía segura sobre lo que había prometido. Aunque ahora yo diré: es el maldito doctor psicópata, y es Taehyung, algo mal debería pasar, ¿no? Ya hemos estado teniendo buena suerte últimamente, no lo sé, creo que al destino le toca patearnos el trasero ahora. Veamos.
Logré arrastrar a mi novio hasta el hospital psiquiátrico. Hice de todo como una madre ama de casa que se encarga de despertar a cinco ineptos llorones para que vayan de toda manera posible al colegio. Jamás me había sentido tan maternal, y eso que en nuestra relación yo soy de verdad mamá en algunas ocasiones. Bueno, es por el simple hecho de que Taehyung es algo inmaduro en ciertos aspectos, pero ya me estoy saliendo del tema. El punto es que logré sacarlo del departamento, logré meterlo al auto, tuvimos una fuerte pelea cuando intenté ponerle el cinturón de seguridad.
Y bien, aquí estamos, la escena es de mí y mi hombre parados frente a la entrada. Él aprieta mi mano como nunca, creo que la fracturó.
Hasta que estuvimos ahí parados, viendo ese lugar otra vez después de tantos meses, comencé a comprender, tal vez a sentirme mal por mi duro comportamiento con él en cierto modo. Entiendo que le tema tanto, entiendo ese trauma, si yo hubiera estado en su lugar, sí, también hubiese reaccionado igual de salvaje. Pero fui dura porque estaba segura que ya no había el por qué temer.-Eres valiente, Taehyung.-
No me dirigió ninguna otra palabra desde el pleito en el auto antes de venir, pero era tierno porque aun así tomaba mi mano como de costumbre.
Entramos, llegamos a la recepción. Escuché a Taehyung suspirar, él miraba cauteloso a todo aquel que se movía. Hay unos cuantos guardias hablando con la recepcionista, es una chica nueva. Registramos nuestra entrada y otra enfermera nos condujo a la oficina del psicópata Shin. Creo que ambos todavía recordábamos el camino, pero divagamos como si fuésemos turistas.
Ah, estos pasillos. -Disculpa, ¿Jung Taek Woon aún está aquí?-
Me acordé de Leo, el chico greñudo que solía jugar con mi cabello.
La enfermera giró a verme, creo que hasta Taehyung me miró. Ella hizo una seña de confusión sin parar su caminar, miró esa extraña carpeta suya y dudó antes de responder.
-¿Jung...? Eh, no lo sé. Soy nueva, así que aún no me familiarizo con todos ellos, y no lo tengo aquí, lo siento.-
Hm, comprensible. Finalmente llegamos a la oficina. -¿Podrías buscarlo? Me gustaría saludarlo antes de irnos.-
-Claro.- me sonrió.
Todas las enfermeras son jóvenes y lindas aquí, ¿qué rayos hacen trabajando en un lugar como este? ¿Pagarán bien? Digo.
-Lee Jae Bi, Kim Tae Hyung, que alegría verlos.-
Y aquí empieza el juego de la hipocresía divina. Sonreí al tipo y estreché su mano al momento de reverenciar. Había dos sillas frente a su escritorio, Taehyung pegó su silla a la mía, para estar más juntos supongo.
Y ahí estuvimos como... casi más de media hora, creo. Preguntó cosas simples, cosas que en su mayoría yo respondí porque Taehyung se negó a dirigirle la palabra. A veces respondía si y no con la cabeza, y ni siquiera lo miraba.
Hablamos de su comportamiento en general, su trabajo destripando pescado, relación con vecinos, clientes y eso, dietas, condición física; vida sexual y chequeos médicos rutinarios; al final llegó la parte profunda donde preguntó sobre las voces, las pastillas y esos malditos tics.-Un efecto de la dosis, será permanente, si es que no me equivoco.-
Hm, eso nos dio igual.
No hubo mucho de lo que pudiésemos decir aparte de lo habitual, quiero decir, en Taehyung ya no ha habido nada fuera de sí, ¿cierto? lo dije el día anterior y aún mi cabeza seguía repitiéndolo para afirmarlo.
Taehyung está bien. Él no necesita volver.
-Las pastillas son necesarias.-
-Lo sabemos. ¿Es todo?-
-Es todo.-
-Se lo reportará a su madre, ¿no?-
-Eh, así es.-
-Bueno. ¿Quisiera omitir la parte en la que... ya sabe, él y yo...-
-Hasta pronto, Lee Jae Bi. Kim Tae Hyung.-
"Hasta pronto", sí, nos dio otra cita para lo mismo. Lo bueno es que será dentro de un año.
Debo decir que vi a Taehyung con sus hombros menos tensos y su agarre en mi mano ya era más suave en cuanto salimos de la oficina. Le sonreí, lo abracé y le dije que nos largáramos pronto de ese lugar.
-Oh, espera, ¿buscamos a Leo?-
Taehyung asintió. Genial, ya está de buen humor.
Buscamos en el área de descanso, ahí preguntamos a otra enfermera y nos dios estas noticias.
...
-Vaya, no me lo esperaba.-
-¿Cómo crees que pasó?- Taehyung preguntó.
Tardé en responder porque le di una mordida a mi helado. Error, mis dientes, mierda. -Auh. Ah, espera, sentémonos acá.- una banca en el centro comercial. Bien, nos habíamos cansado de caminar.
-¿Cómo crees que pasó, Jae Bi?- volvió a preguntar un tanto curioso.
-Hm, no lo sé, cariño. Él estaba muy enfermo aparte de, ya sabes, esquizofrenia.-
-Él solía ver sombras en las paredes.- Taehyung pensó y dijo para sí. -Esas sombras solían hablarle.-
-¿Te habló sobre eso?-
-Hm.- asintió. -Una sombra le dijo una vez que quería cabello. Lo obligó a buscar cabello. Cabello de alguien o no sé. También me dijo que tu cabello era lindo, Jae Bi.-
-¿Quieres asustarme? No funciona, cariño.-
-Eso pasó.- ah, mierda. -Lo que recuerdo de él...- siguió contando. -Es que recibía esas inyecciones como yo.-
-Taehyung...-
-Y me decía, que preferiría morir que continuar así.-
-La enfermera no habló sobre suicidio, es casi imposible que alguien se suicide ahí.-
-Casi imposible.-
Bueno, creo que ambos tuvimos suficiente con esa conversación. Me acabé el helado y me puse de pie. -¿Qué tal si busco dónde está? Fuimos sus amigos, sería lindo si le dedicamos algunas palabras y le llevamos flores.-
-Creo que está bien.- tomó mi mano y seguimos caminando.
-Sí, a pesar de que quería arrancarme mi cabello y dárselo a un demonio loco. Vamos a casa.-
...
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~ Say Nothing ~ V - BTS
Fanfiction》 Segundo libro Closed Mouth; Say Nothing 《 | Callado, atento y misterioso | Kim Tae Hyung, 21 años. Compañero de vida de Lee Jae Bi. Esquizofrenia controlada desde hace casi dos años. El ser más extraño y tierno del mundo. Yo, Lee Jae Bi, su compañ...