~ Say Nothing ~ V - BTS

Parte 34

-¿Desde cuándo el paciente tiene el as de elegir su tratamiento? ¿Dónde rayos estudió usted, Doctor psicópata? Sabe que el chico cabeza hueca no está bien y usted hace esto como si...-

-Quiero que sepas, Lee Jae Bi, que estas malentendiendo esto.-

Aquí es cuando me pongo de pie para agregar el drama. -¿Por qué Taehyung querría quemarse las neuronas? ¿Y por qué su madre y usted estarían tan de acuerdo en esta masacre? Sé que Taehyung no es el único paciente.-

-Te he dicho que este es un tratamiento experimental. Fue una opción para el paciente y él estuvo de acuerdo, ¿comprendes? Él lo dijo con sus palabras: "No quiero hacerle daño, por favor hágalo".- Kim Taehyung. –Y no quiero que creas que hago esto como uno de esos locos experimentos científicos. No somos el único hospital que está probando esta cura.-

-No es una cura.- aclaré con fastidio.

-Bueno, como quieras llamarlo. Kim Taehyung no ha mostrado estados de esquizofrenia desde la primera semana.-

-Pero él...-

-Él y su familia estuvieron advertidos y conscientes sobre estos efectos secundarios. No hago esto contra su voluntad. Al principio resultó problemático, lo sé, no le gusta porque es doloroso, pero quiero que sepas que el orden está estable, tengo permiso y autoridad de continuar.-

No sé por qué estaba convenciéndome. Era convincente, pero me negaba a aceptarlo.
Al final agregó que... posiblemente en un futuro cercano, si es que no ha llegado, a Taehyung se le olvidará que alguna vez tuvo esquizofrenia.
Hm, pero no se olvidará de mí, ¿verdad?

No le mencioné nada a Taehyung sobre esto. Pensé que tal vez podríamos hablarlo fuera del hospital, cuando estuviéramos en casa, tranquilos y cómodos.
Esa noche llevé a Yeontan con Kihyun y volví a casa sola. A veces me olvido del problema exterior que todavía tenemos, creo que por ahora no es importante ya.
Lo que hice fue simplemente cenar, asearme y buscar ropa para Taehyung para el día siguiente. El doctor hijo de puta dijo que tendría que ser ropa demasiado holgada para que no se sienta incómodo. Por suerte Taehyung ama los pantalones holgados. Hm, no calcetines, sandalias, y tal vez un gorro o algo para la cabeza. Guardé varias opciones para que elija.

La mañana siguiente llamé a Kihyun y le conté mis planes. Me dijo que le encantaría ver a Taehyung así que me pidió que lo llevara más tarde al club. Me pregunto si Taehyung se acordará de Kihyun, porque no recuerdo que lo haya mencionado alguna vez en todo este último mes. Ni siquiera a Jimin. No se inmutó ni nada cuando le dije que Jimin estuvo en Busan todo este tiempo.

Salí con normalidad del departamento. También llamé a mamá y le di la noticia, ella dijo que lo supo por la señora Kim. La señora Kim está de acuerdo que Taehyung pase conmigo todo el fin de semana, solo que quiere la condición de visitarlo el domingo. Me da igual.
Llegué al hospital como de costumbre, Taehyung se encontraba en su habitación haciendo prácticamente nada, bueno, está "dibujando" en la pared con el dedo y tarareando un canción que desconozco. Vaya escena de película de terror.

-¿Taehyung?- pasé prosiguiendo a dejar la mochila en su cama. Él no volteó a verme, como si ignorara por completo mi presencia o como si de verdad no estuviera. –Kim Taehyung, vamos a vestirte, ¿sí? ¿Quieres cambiarte de ropa? Esta ropa es tuya.-

-¿Mía?- para nada iba a voltear conmigo.

Me senté en la orilla de la cama, mirándolo, rogando en mi interior por su atención. Abrí la mochila y saqué sus prendas. –Desvístete, ¿quieres? Adivina a dónde iremos hoy.-

-No trajiste a Yeontan.- dijo.

-No, él está con Kihyun. ¿Recuerdas a Kihyun, verdad?-

-Sí.- su voz suena tan profunda y más ronca de lo normal.

-Ellos estarán esperándonos hoy en el club. Desvístete.-

Cerré la puerta, con el permiso de la enfermera, claro, y no tuve otra opción que tomarle de la mano y arrastrarlo hasta cerca de la cama. Al fin miró la mochila y todo lo que traía. Le quité la camiseta, me obedeció cuando le dije que se quitara los pantalones y la ropa interior. Le di un cambio nuevo, pero se detuvo cuando quise darle el par de pantalones negros.

-¿Qué es esto?- preguntó.

-Es tu ropa. Ponte esto.- le ayudé con la camisa y no replicó. –Y esto.- finalmente los pantalones. Las sandalias, y... eligió una gorra. Le puse una máscara de hospital que le robé a la enfermera. Sonreí tan feliz de verlo así. –Listo. Demasiado guapo, ¿te gusta?-

-Hm.- asintió.

-Bien, vamos.- tomé su mano después de ordenar la mochila. –Vamos, camina.-

Salimos de su habitación, la enfermera estuvo esperando afuera. Caminamos hasta la recepción y registré su salida. El Doctor Shin estuvo presente en nuestra ida, pero distante. Se despidió con una mano en alto pero no le respondí. Taehyung miraba su alrededor, al parecer no consciente de lo que sucedía.

Después, estuvimos a escasos metros de la entrada principal cuando él se detuvo.

-¿Qué haces?- intenté jalar de él pero esta vez resistió.

-Jae Bi.-

-Está bien.- aclaré. –Tienes permiso de salir. Iremos a casa.-

No se le veía seguro pero logré que me siguiera. No solté su mano en ningún momento hasta llegar al auto. Subió en el asiento del copiloto, le aseguré el cinturón. Se veía muy inseguro.

-¿Nos meteremos en problemas?-

Eso me hizo reír. –No, cabeza de chorlito. Está bien, ¿de acuerdo? Tienes completo permiso de salir.-

-No te creo.-

Encendí el auto. –Pues ya es tarde para que me creas. Ahora tienes que adivinar a dónde iremos.-

-Irás a la cárcel.-

-Lo mismo que decía papá, pero no. Tranquilo, ¿sí?-

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Taehyung parecía ser nuevo en la ciudad, miraba todo con extrema curiosidad en el viaje. No lo culpo, más de un mes encerrado lo ameríta. Siempre me hace sonreír esa inocencia absurda. Volverá a ser un chico inocente e inseguro, pero esta vez por una razón diferente.
Ah, bien, debería olvidarme de eso por un momento. Es un agradable día soleado de verano, seré positiva por esta vez mientras él está conmigo.

-Llegamos. ¿Recuerdas este lugar?-

Lo llevé al estanque. Púdranse palomas del hospital.

-¡Oh!- esa es la reacción que buscaba. –Mira.- señaló los patos.

Aquí es cuando evito llorar. –Así es, los cínicos patos que te gustan. ¿Quieres alimentarlos?- olvidé las semillas pero al menos teníamos un paquete de galletas.

Taehyung sonrió cuando arrojó la primera galleta.

La primera sonrisa de hoy. –Jae Bi.- en cualquier momento aquellas aves vinieron, como las salvajes bestias que son, para rodearnos. –Oh, Jae Bi.-

-Taehyung, tira todo y corre. Están hambrientas de sangre, no de galletas.-

Mi chico especial comenzó a retroceder en lo que los cínicos patos lo seguían. –Oh, se acabaron. Ayuda.-

-Era broma, Taehyung. Ven aquí.-

Sí hasta tiró la envoltura. Volvió a mí para tomar mi mano. –Se están yendo.-

-Hm, eso pasa cuando dejas de darles lo que quieren. A veces pasa eso en las relaciones con ya sabes qué.-

No sé por qué eso hizo que volteara a verme, con su completa cara de confusión. Eso me hizo reír.

-Creo que debemos hacer que vuelvan.- dijo después de un rato.

-Seguro, ¿por qué no los llevamos a casa, mejor?-

-Sí.-

-Es broma, cariño. ¿Tienes hambre?-

Como era lo esperado, asintió muchas veces.

...