Parte 13

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Cuando había noches tranquilas me creía que eran intención de Taehyung. Ya sé que él no controla esto pero es que ésta no fue la primera.
En la primera noche que lo puse a prueba debido a una discusión tampoco hubo voces... oh, espera, ¿o tal vez porque hubo una interrupción?
Ah, no entiendo. También a veces creo que esas voces juegan más conmigo que con él.

-¿Buenos días?- terminé de hacer el último arreglo a mi cabello y maquillaje cuando Taehyung entró a la habitación después de su ducha. -¿Dormiste bien?-

Se quedó parado en el marco de la puerta, solo mirándome. Asintió sin expresión alguna pero yo intenté sonreírle.
Como siguiente paso me puse de pie y me acerqué a él para subir mis brazos hasta abrazarme de su cuello. Desvió la mirada ya que me tenía tan cerca.

-Recuerdas lo de anoche.- dije y asintió. -¿Quieres que llame al Doctor Shin?-

Negó como el chico inocente que es. El que teme ser encerrado otra vez. Tiene miedo porque sabe que eso es una posibilidad más que viable.

-¿Podemos salir hoy?- preguntó volviendo a mis ojos.

Me pareció extraño que lo preguntara sabiendo del riesgo. -¿Salir? ¿A dónde quieres ir?-

Se encogió de hombros antes de responder. –No sé. Pero ahora no quiero estar aquí, Jae Bi.-

Me tomé el tiempo de estudiar su bajo ánimo, sus parpados casi caídos. Sospeché que no durmió bien cómo debía pero no lo mencioné, en vez de eso, le propuse ir al parque. El área verde donde fuimos hace tiempo, cuando recién nos habíamos conocido.
El estanque de los patos. Le gustó la idea pero no mostró nada de entusiasmo todavía.

Taehyung está experimentando ahora un terrible cambio de actitud.

...

Cerró la puerta principal de la casa y tomó mi mano. Caminamos juntos por la acera hasta la parada del autobús. Taehyung no lo sabía pero estuve todo el tiempo observando sus movimientos. Qué veía, qué hacía y todo eso. Todo el camino estuvo mirando por la ventanilla. No quisimos viajar en auto, nos pareció buena idea que los dos disfrutáramos de un recorrido así, como los viejos tiempos. Como el comienzo.

Había mucha gente a pesar de ser casi mitad de semana; niños en patines, bicicletas, adultos y sus perros. Fuimos al estanque a alimentar a los patos. Taehyung sonrió cuando tiró el primer puño de comida en sus pies. Me alegró mucho verlo sonreír.
Después buscamos un espacio para almorzar, bajo un árbol mientras veíamos el verde paisaje.

-¿Por qué Jungkook no vendrá este verano?- busqué un tema de conversación para romper el silencio.

-Dijo que estaría ocupado.- respondió simple.

Hacía calor, vi minúsculas gotas de sudor caer por sus patillas.

-Hm, bueno, puede venir en invierno.-

-En invierno hace frío.-

-No me digas, ¿quién te lo dijo?-

Sonreímos los dos. –Jae Bi.-

-Sí, bueno, Jae Bi no miente.- bromeé.

-¿No lo hace?-

-Claro que no. ¿Cuándo te he mentido?-

-Dijiste que mi último hámster era viejo y que por eso murió, pero en realidad lo dejaste al sol.-

-Hm, roedor asado. Sí, no lo olvido.- reímos. –Tú me dijiste que Kihyun fue el que confundió las órdenes aquel día, pero fuiste tú.- le acusé y le vi reír. –Comí champiñones por tu culpa.-

-No entiendo por qué los odias, Jae Bi.-

-Los odio.-

Conversaciones de este tipo. Risas que no resultaban engañosas. Solo él y yo compartiendo sonrisas. No quería que el día acabara. No quise que llegara la noche.

El parque no fue el único lugar al que fuimos. Se nos ocurrió pasear por la plaza y el centro comercial. Solo caminamos hasta cansarnos, jugamos en el centro de video juegos y comimos en cada puesto que nos encontramos. Una de las mejores citas que hemos tenido. Sin limitaciones, sin preocupaciones.

-Es hora de volver a casa, Taehyung.-

Tomamos el autobús cuando se ocultó el sol. Recargué mi cabeza en su hombro mientras nuestras manos jugaban en mi regazo.

-Mañana deberíamos ir a la feria, Jae Bi.-

-¿Hay una feria?-

-Lo leí en el periódico de esta mañana.-

-Una feria.- pensé. –No me parece tan mala idea después de que casi me matas con los dardos del parque de diversiones del año pasado.-

-Ganaré un gran peluche para ti.-

-Oh, cariño, si tan solo tu puntería fuera tan buena.- besé su mejilla.

-Podré hacerlo.-

-Sí, cómo no.-

Bajamos del autobús, caminamos a casa. Pasamos por el skate park. Taehyung no lo volteó a ver ni una sola vez pero yo sí, solo por curiosidad.
No reconocí a nadie, casi todas las caras de ahí eran nuevas. Además había más niños que adolescentes. Al parecer dejó de ser el espacio de los vagos de la zona. Bueno, al menos me alegró no haber visto a nadie de mis pesadillas. Ah, demonios, ahora pienso en Jimin.

-¿Crees que deba llamar a Jimin otra vez?- le pregunto a mi hombre y él se encoge de hombros.

Llegamos a casa pero no entramos, nos sentamos en los escalones de la entrada.

-¿Seguirá molesto?- él preguntó esta vez.

-No lo sé, pero al menos lo intentaré.-

Acto seguido saqué mi teléfono del bolsillo, a ver con qué aventura me encuentro ahora.
Busqué el nombre de contacto del susodicho y esperé por una contestación. Fui paciente, no respondió a la primera pero volví a intentar.

Tampoco a la segunda pero sí a la tercera.

Pero quien contestó no fue Jimin.

-Jae Bi.- una extraña voz masculina dijo mi nombre y colgué de inmediato.

Y aquí venía ese escalofrío.

Taehyung volteó a verme. –Jae Bi.- maldita sea. -¿Estás bien? ¿Respondió?-

Tardé en darle una respuesta, más bien porque me encontraba en una especie de pequeño shock de pensamientos.
Demonios, ¿qué fue eso?

¿Shownu...?

-Eh... no respondió, se cortó la llamada.- sí, mentira. -¿Quieres ir adentro? Hay que obligar a mamá a que prepare algo delicioso.-

-Hamburguesas.- dijo poniéndose de pie.

-Te tragaste una hace una hora...- ouh, casi tropiezo.

-Jae Bi.- Taehyung me sostuvo. -¿Estás bien?-

-Estoy bien. Vamos adentro, solo... vamos adentro.-

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~ Say Nothing ~ V - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora