Parte 9

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"Sé que no estás enfermo", eso quise decirle. Pero no pude.
Una vez más quise ser cobarde e ignorar esto.

-Taehyung...- él me miraba mientras mi mano acariciaba su mejilla. Tomé el tiempo necesario para volver a hablar. Él fue paciente. -Cada noche... es diferente. Me asustas.-

Dicho esto se sentó sin dejar de mirarme. Encendió la lámpara de su lado y yo hice lo mismo.

-Jae Bi.- dijo primero. Vaciló hasta encontrar lo que quería decir. -Me gusta vivir contigo.-

-Lo sé.- volví a acercar mi mano para peinar un mechón de su cabello detrás de su oreja. -Pero... ya no eres el chico que le temía a todo, has madurado un poco y yo también. Cualquier cosa podemos resolverlo juntos, ¿recuerdas?-

-Pero...-

-Sé que estás ocultándome algo.- eso le sorprendió. -Solo quiero saber... si esto tiene que ver con tu trauma de la niñez...-

-No.-

-O esas voces en tu cabeza, Taehyung.-

-No estoy enfermo.-

-¡Lo estás!-

Sí, sé que no debí gritar. Terrible tensión. Taehyung salió de la cama pero se mantuvo firme al mirarme. Apretaba sus puños.
De igual manera hice lo mismo posicionándome frente a él.

-Lo estás.- repetí con más calma.

Me rompí por dentro cuando él bajó la cabeza y negó repetidas veces, como un niño pequeño. -No.-

Ni lo pensé otro momento cuando rodeé su cuello para atraerlo a mí y abrazarlo. Para reconfortarlo acariciando su nuca.

-¿Siempre lo supiste?- pregunté. Pregunté si siempre sabía de esto. Si me lo ocultó durante este tiempo como su familia.

-No.- dijo, no le creí.

-¿Tú sabías que había algo más?-

-No.- no estaba siendo sincero.

-¿Por qué estás mintiéndome?-

-No debo decir nada, Jae Bi.-

Sé que ambos sentíamos ese dolor en el pecho. Un dolor bastante familiar del pasado.
Siempre solía recordar cuando Taehyung no podía decirme nada, y ahora que puede no debe.
¿Quién le ha prohibido decirme la verdad? ¿Su madre o la voz en su cabeza?

-Vas a perderme si no hablas.- dije antes de soltar el abrazo. No me gustó ver sus ojos brillantes y con esa sorpresa melancólica en su rostro.

-Pero también lo haré si te lo digo, Jae Bi.-

-No.- negué y negué.

-No te diré nada.- dijo con firmeza, y apartándose un par de pasos de mí. -Lo siento.-

-Tae...-

-¿Puedo dormir abajo, verdad? No quiero decir nada a Jae Bi.-

"A Jae Bi".

Sí, me di cuenta de eso. Y sí, él también.

Dijo aquello mientras sostenía la perilla de la puerta. Estuvo a punto de salir pero se detuvo cuando se dio cuenta de la última oración, de aquel pequeño detalle. Se congeló como por diez segundos, luego salió sin volver a mirarme.
Me quedé ahí parada, no sé, varios minutos creo yo. Traté de pensar y de no sobresaltarme.

Y bueno, "traté". Mi primera reacción después de un largo rato fue seguirlo. Salí de la habitación y bajé a la estancia donde lo encontré recostándose en el sofá bajo una manta. Me lancé sobre él abrazándome de su cuello.
Dejé todo mi peso en él. Puso la manta sobre mí y me abrazó, no me apartó, sabía que no lo haría. Lo besé en los labios y él respondió. Respondí a sus movimientos, pasé mi mano derecha acariciando su cuello suavemente.

-Jae Bi...- soltó un jadeo entre el beso. No me detuve. -Lo siento.-

Y bueno, no sé en qué estuve pensando cuando me senté sobre él y me quité la playera. Ya estábamos cometiendo el acto, y ni él y yo queríamos parar, lo sé. Una locura total en el sofá de la estancia después de una rara discusión. No sé, no quería que durmiera con aquella alta tensión así que esto fue lo que surgió de mi oxidado cerebro. Bien, Jae Bi.

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Cuando salió el sol ahí comenzó la verdadera tensión. Desperté de golpe, recordé vagamente dónde nos encontrábamos, y lo más importante, la casa de quién.

-Mierda, Taehyung. Despierta. Vístete.-

Le arrebaté la manta y la usé para cubrirme a mí. Recogí los shorts de Tae y se los aventé a la cara. Recogí mi ropa y corrí hasta mi habitación. No había señales de mi madre. El susto fue bueno pero, mierda, no me imagino las palabras de mamá, las que hubiera dicho si nos hubiese encontrado ahí a los dos.

Ah, Taehyung entró a la habitación dándome un pequeño susto.

-Ahora sí, duerme.- le dije señalando la cama y obedeció. Fui a vestirme en mi cuarto de baño. Salí en cuestión de minutos peinando mi cabello.

Tuve que bajar otra vez para cerciorar que hayamos dejado todo en orden. Claro, los cojines fuera de sus lugares pero nada permanente. Pude respirar al menos esa vez.

-Despertaste temprano.- mierda.

-Uhm, buenos días.-

Mamá llegando en el momento justo de la mañana y directamente a la cocina.

La seguí. -Me acostumbré debido a mi horario de trabajo, tú sabes.-

-Te entiendo. En vacaciones es una pesadilla, ¿no?-

Le di la razón mientras le vi acercarse a la cafetera. Me ofreció una taza y la acepté. Me senté en la barra de desayuno y ella me acompañó.

-¿Dormiste bien?- mierda, ¿tuve qué preguntar?

-Sí, ¿por?- dio un sorbo.

-¿No escuchaste ruidos? Uhm, Taehyung se despertó a mitad de la noche por... ruidos.-

-Hm, no. Mis pastillas son muy fuertes, Jae Bi.-

¿Pastillas? -Oh, ¿o sea que si un ladrón entra a la casa...?-

-Sí, yo estaré durmiendo como un bebé.- dijo y reímos las dos. Bueno, menos mal.

No sabía que mamá había vuelto a usar pastillas para dormir. Antes las usaba debido al insomnio, supongo que eso volvió.

-Y hablando de bebés, iré a ver si Tae ya despertó.- dije poniéndome de pie.

-No hace falta. ¿Por qué despertarlo? Ha de estar cansado por el viaje de ayer.-

Sí, por el viaje. -Tienes razón. Uhm, ¿y qué haremos hoy?-

...

~ Say Nothing ~ V - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora