Lo llevé a su restaurante de hamburguesas favorito pero, por alguna extraña razón, no quiso quedarse. Entonces tuvimos que pedir la comida para llevar a casa.
Estuvo bastante tranquilo, no muy callado pero tampoco hablador. Dejé de buscarle conversación cuando se rehusó a usar el ascensor, no me dijo por qué, simplemente no quiso y no busqué convencerlo ni renegarle.
Vivimos en un décimo piso, ya sabremos cómo va esto del recorrido por las escaleras.Comencé a rendirme en el sexto piso. –Taehyung, detente.-
Siempre fui de tener pésima condición en esto. Me senté en un escalón y él me acompañó en seguida.
No me encontraba sufriendo, solo quise descansar un poco, pero Taehyung al parecer se lo tomó como la última parada.
Abrió la bolsa de nuestra comida y comenzó a comer sin haberme dicho algo. Él en su propio mundo.-No te atragantes, todavía tenemos cuatro pisos más que subir.-
-No quiero subir.- dijo sin siquiera mirarme.
Tuve que mirarlo mal. -¿Ah, no? ¿Y qué es lo que hemos estado haciendo estos últimos 20 minutos?- me ignoró por completo. –Kim Taehyung.-
Solo se comió la mitad de la hamburguesa antes de volverla a la bolsa.
Sacudió sus manos y las migajas que quedaron en sus pantalones, luego de la nada se puso de pie. No lo comprendí, lo detuve apenas bajando su segundo escalón sujetándolo de su manga.-¿A dónde crees que vas? Tu casa está arriba.-
-Volveré al hospital. Pronto anochecerá.-
-¿Y?- me apresuré en tomar su mano con ambas mías. –Te quedarás estas tres noches conmigo, ¿aún no lo entiendes?-
-Pero...- lo noté vacilante, frunció el ceño por unos segundos.
-¿Pero qué?-
-Tengo que estar ahí.-
-No, Taehyung.- comenzó a resistirse, mierda. –Entiende que no, tonto. ¿Y qué estás diciendo? Detestas ese lugar.- ahora esto parece una prueba de forcejeo. -¿Sabes qué tanto tuve que rogar para que te dejaran salir? ¡Taehyung!-
Mi agarre no resistió mucho. Lo solté por accidente, ocasionando que ambos cayéramos; yo hacia atrás golpeándome la espalda y Taehyung de rodillas el par de escalones que le hacían falta.
Su caída fue peor que la mía, se quejó rápidamente del dolor en sus piernas. Creí que lloraría.
No me dejó acercarme a él.-Taehyung...-
-No, Jae Bi.-
Se levantó solo, apoyándose del barandal.
-¿Qué te sucede?-
-Volveré solo.-
Antes solía implorarme con lágrimas que lo sacara de ese maldito lugar, ¿por qué ahora insiste en volver?
-Ni siquiera sabes cómo volver.- eso no sirvió. –Taehyung.- tenía que pensar en algo rápido antes de que bajara otro piso. Y aquí vengo yo con mi estado emocional a punto de colapsarse. –Taehyung, te extraño.-
Oh, vaya, eso funcionó. Se detuvo más no volteó a verme.
Entonces continué para convencerlo. –No sé qué está sucediendo ahora contigo, y no sé si haces esto con consciencia, pero no me dejes otro momento sola, ¿sí? No me dejes sola esta noche.- al fin giró hacia mí. –Dijiste que siempre querrías estar conmigo, ¿recuerdas? ¿Acaso ya no me amas? Tú... cabeza de chorlito.-
La última pregunta lo congeló por completo. Se quedó mirándome, parpadeando.
Al final dio un vistazo al lado contrario mío, luego volvió hacia mí, subiendo lentamente. Me pasó de largo y evitó mirarme bajando la cabeza. Recogió la bolsa de nuestra comida y continuó el camino hacia arriba. Solo así.
...
Le pedí que se quitara los pantalones, luego logré que se sentara en el sofá. Revisé sus rodillas las cuales quedaron rojas por la caída.
-Te quedarán dos hermosos moretones. Podrás presumir que tienes una bella novia que te pega.- le sonreí pero eso no le hizo ningún efecto. Ahora es difícil hacerlo reír, o al menos sonreír. –Bueno, ahora tú revísame a mí, ¿quieres?-
Me senté a su lado inclinándome al frente y subí mi blusa un poco.
-Rojo.- dijo.
-¿También? Bueno, estamos a mano, ¿verdad?-
-¿Quién te hizo esto?- de pronto preguntó esto al mismo tiempo que tocaba delicadamente una parte de mi espalda baja.
-¿Bromeas? ¿Lo olvidaste? Fuiste tú y tus pezuñas, Taehyung.-
-Oh.- ¿de verdad lo olvidaría?
-No puedo creer que quedaran las marcas.- vagamente intenté mirarlas pero lo único que logré fue torcerme como tonta.
-Lo siento.-
-Descuida, cariño. Supongo... supongo que será una prueba de amor, ¿no?-
-No lo volveré a hacer. Nunca, Jae Bi.-
Sonaba bastante serio. ¿Por qué tan perturbado? –Yo sé que no.-
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Terminó de comer, hm, sin haberse puesto los pantalones de nuevo. Comimos en silencio en el suelo de la estancia. Encendí el televisor pero ninguno de los dos le prestó atención realmente.
De un momento a otro comencé a escuchar el timbre de mi teléfono. Un mensaje de Jungkook diciéndome que encendiera la computadora. Adiviné que sería un video llamado sorpresa.
De pronto la cara feliz de Jungkook se mostró en la pantalla, y no solo él.-¡Kim Taehyung! Mira nada más esas piernas, amigo.-
Taehyung miró curioso la pantalla. Se acercó sin vacilar y se sentó a mi lado.
-¿Interrumpimos algo, Jae Bi?- Jungkook preguntó.
-Solo el principio de sexo casual en nuestra sala. Gracias, chicos.-
-He visto demasiadas películas que empiezan así, no hay nada qué agradecer, créeme.-
-Eres un idiota, Jimin.-
Taehyung comenzó a curiosear de más, casi poniendo su cara en la cámara.
-¿Jungkook?- susurró, no especialmente para su amigo.
-Sí, soy yo.- respondió el pelinegro. -¿Cómo estás?-
Mi chico especial no le respondió, pero me encantó el acto que hizo cuando recostó su cabeza en mi hombro.
-¿Está bien, verdad, Jae Bi?- me preguntó Jimin.
-Está cansado.- eso creo.
-¿Y aun así iban a...? Bueno, es cosa de ustedes, quién los juzga.-
-Tal vez deberíamos llamar mañana, ¿eso estaría bien?-
Taehyung no parecía tener reacción alguna al ver a sus amigos. Intentaron animarlo pero él no respondió a nada, ni una sola pregunta o comentario.
Hicimos bien en cortar la llamada pronto.
Nos miramos cuando cerré la laptop.-¿Por qué Jungkook no está aquí?- me preguntó en voz baja.
-Porque él vive en otra ciudad.-
-No. Quiero decir, en mi cabeza.-
...
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~ Say Nothing ~ V - BTS
Fanfiction》 Segundo libro Closed Mouth; Say Nothing 《 | Callado, atento y misterioso | Kim Tae Hyung, 21 años. Compañero de vida de Lee Jae Bi. Esquizofrenia controlada desde hace casi dos años. El ser más extraño y tierno del mundo. Yo, Lee Jae Bi, su compañ...