Eros...

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Narra Apolo

Al sentir él aura de Grecia, me percate que estaba muy débil, Percy quería venir pero sé que no la querrá ver desnuda, les dije que desnuda porque tiene una herida en el abdomen y no sé porque no ha cerrado.

Desnude a Grecia y le puse dos mantas, un tapándole el pecho y otra debajo de la cintura la herida estaba grande, le hice suturas y la desperté.

-¿Es grande? –pregunto al despertar

-No lo sé, ¿quieres verlo? -Sonreí

-Mal pensado, la herida es grande –dijo riendo

-Ah sí... y también es grande

-Basta Apolo -puso un brazo sobre sus ojos

-No entiendo porque no ha sanado –le dije mirándola seriamente

-¿Sentiste mi aura débil? -asentí y ella continuó- En el lugar donde Percy y yo estábamos una fuerza superior me controlaba por eso estoy débil.

-Dice Percy que lo ayudaste a salir

-Si, por ayudarlo di todas mis fuerzas, cuando Ares nos encontró me recuperé sólo un poco al llegar aquí y sentir tanta energía se agotó la mía de nuevo.

-Pudiste haber muerto ¿sabes?

-Soy el Oráculo, no puedo morir

-Usas mis propias palabras contra mí...que lista -Le extendí su ropa- vístete Eros ha de estar que se come a Zeus-.

Salí de ahí directo con los dioses y Percy, al llegar todos me voltearon a ver y lo primeros que se abalanzaron a mi fueron Percy y Eros....como era de suponerse

-¿Cómo está? –pregunto Percy

-Ya despertó, se está vistiendo -dije

-¿Puedo verla? –dijo eros y yo solo asentí y él salió de aquí

Narra Grecia

Al terminar de vestirme la herida ya estaba cerrando solo faltaban unos segundos, en estos segundos mi padre entro por la puerta y al verme me abrazo y dijo.

-Qué bueno que éstas aquí, perdón por todo lo que te eh hecho pasar, si me odias lo entenderé

-Jamás podría odiarte, eres mi padre y tu lugar en mi vida seguirá ahí aunque te salga una tercera mano

-Que bonitos deseos me das

-Para ser mi padre... pareces más mi hermano

-La guapura es hereditaria

-Gracias papá -lo abracé-

-De nada pequeña -me correspondió- Vamos al Campamento Mestizo