Eros...

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Pasados unos días, Apolo y Amelie se encontraban en el Olimpo, él estaba dibujando y ella estaba en la cama mirando el techo como si fuera lo mas interesante del mundo.

-¿Porque te casaste conmigo? -pregunto Amelie de repente  haciendo que Apolo dejara de  de dibujar y volteara a verle.

-¿A que viene esta pregunta? - sonrió el dios mientras levantaba una ceja.

-Acaba de pasar por mi cabeza -Amelie se apoyo de hombros en la cama- ¿Porque te casaste conmigo Apolo?

El dios dejo su lápiz  y giro su silla para verla -¿La verdad? -Amelie asintió- Me case contigo porque mi padre dijo, no porque quisiera, porque eras mi mejor amiga, eres la pequeña Grecia Di Anyelo, la hija de Eros, nieta de la barbie, no te vi como mi esposa, nunca -puso las manos en sus muslos, dejando su toga gris por el lápiz- Jamas te vi como algo más que mi amiga, pero por obligación de mi padre, me case contigo -Amelie lo miraba fijamente, sin parpadear- Con el paso del tiempo, que conviví mas contigo, me di cuenta que podría quererte, podría comenzar a formar una familia contigo, pero lo creía imposible, eras una niña, no habías vivido lo suficiente, no podía quitarte todo eso, eras semidiosa y yo era un dios, te llevo muchos años de diferencia aunque hayas nacido en cuanto nació Eros, no quería quitarte lo feliz de la vida, ni hacerte pensar que una vida junto a mi seria perfecta -alzo los hombros, suspiro- No quería quitarte la inocencia y saber que estarías atada a mi en cuerpo y alma, que no aspirarías a algo mejor, que no conocerías otro Dios, porque seamos sinceros Amelie, Nico solo fue un pason -miro a Amelie tiernamente- Ibas a estar unida a mi, sin importar lo que tu pensamiento dijera o Afrodita hiciera.

-No podría aspirar a algo mejor, por que tú eres ese mejor Apolo -dijo la diosa- Jamas nos habíamos preguntado esto.

-No -Apolo rio- Es incomodo 

-No... Bueno yo no siento eso -Amelie miro al dios sonriendo- ¿Porque tu si?

-De pronto comencé a tener inseguridades, yo el Dios perfecto del sol o sea, es imposible, soy el dios mas confiado -froto las manos en sus muslos- Mierda estoy sudando

-Apolo, tranquilo -Amelie se sentó en la orilla de la cama y acerco al Dios- ¿Qué quieres preguntarme?

 -¿Qué pensabas de mi cuando eras una niña? -dijo él tras un suspiro

-Pensaba que eras un idiota... lo sigo pensando pero ya no se siente igual -el dios  rió- Te odiaba Apolo.

-Porque -dijo suspirando. Amelie miro el suelo, se lamió los labios y mordió el de abajo- No hagas eso -la diosa levanto la ceja- Sabes que me pone.

-Te odiaba porque solías cantarme dulces melodías -Amelie lo miro- Me engañaste, me hacías creer que era amor de verdad, cuando solo jugabas, pero cuando me hiciste daño, tu canción no podía seguir -sonrió- Entonces le dije a mi padre que quería casarme y él le dijo a Zeus y él nos caso -sonrió.

-Acababas de convertirte en diosa... ¿Fue por mi? -Apolo movió la cabeza- Quiero decir, que la venganza floreciera en ti, al igual que Némesis, ¿Eso fue por mi?

-En parte, pero fue más por Nico -alzo los hombros- Después de casarnos comencé a quererte, no a tal grado de amarte, pero había algo, así que no pensé en ti cuando fue mi elección

-¿Me amas de la misma forma en que te amo a ti? -pregunto Apolo en un susurro. La diosa se acerco a él.

-Te amo como no tienes idea -Amelie beso el pelo de Apolo- Siempre te amare y sabes que nunca te dejare -la diosa miro los ojos del Dios- Somos solo nosotros Apolo, siempre seremos solo nosotros, sin importar cuantos hijos tengamos o cuantos años pasen, somos inmortales y ten por seguro que en ningún momento te dejare -la diosa acaricio la cara de Apolo y él se recargo en su mano.

Mientras pasaban las horas, la luz de Apolo se iba haciendo menos, eso significaba que el sol estaba por esconderse y la luna saldría, cuando en la tierra era de noche en el Olímpo, él dios dejaba de brillar por un momento pero después radiaba con una hermosa luz, con la intensidad de mil soles. Dicen que los dioses somos luz, y Apolo literalmente es luz.

-Amelie -dijo el Dios sacándola de sus pensamientos- Comenzaste un viaje astral -el dios rió  y la diosa le golpeo el hombro- Agresiva.

-Así me amas.

-De eso no hay duda -Apolo sonrió.

Amelie se acerco a los labios de Apolo y el Dios la sentó en sus piernas.

-Reunión de dioses -paso Hermes volando directo a la ventana haciendo sobresaltar a los dioses.

-Algún día le cortare esas alitas -dijo Apolo sobre los labios de Amelie.

-Vamos antes de que regrese -se levanto pero Apolo la atrajo hacia ella para besara.

-Ahora si vamos -Apolo la tomo de la mano y aparecieron en la sala de tronos.

-Siéntense -dijo Zeus serio, Amelie se separo de Apolo y fue a sentarse al lado de Hades, junto a Thanatos, Deimos y Fobo, los cuales estaban sentados ahí mismo- Los cite a todos para decirles que Cronos esta por regresar.

-¿Seguimos con todo lo de Luke? -pregunto Apolo.

-¿Que no había muerto hace años? -pregunto Afrodita.

-Si estuviera muerto, ¿Crees que estaríamos nosotros aquí? -respondió Amelie ante la pregunta de Afrodita.

-Solo opinaba -dijo la rubia.

-Entonces no lo hagas -dijo Amelie sonriendo de lado.

-Como decía -Zeus miro a Amelie, la cual levanto una ceja- Morfeo, Némesis y otros cuantos, se han pasado a su bando -el padre de Dioses se levanto y quedo enfrente de todos- Les pido que no se unan -miro a los oscuros- Son nuestra única oportunidad.

Hades, Deimos, Thanatos, Fobo y Amelie se miraron, ser los dioses del inframundo tenia sus ventajas.

-¿Nos darían un momento? -pregunto Amelie a Zeus.

-Adelante -respondió él dios mientras regresaba a su trono.

Los oscuros desaparecieron y Zeus miro a Apolo. -Trata de convencerla que no se cambie, es suficiente con una diosa de la venganza en ese bando, dos serian un horror.

-Dudo que se cambien -respondió Apolo- Los cinco tienen hijos en el campamento, así que no seria lindo cambiarse de bando y ver como el hogar de sus hijos desaparece.

-Apolo tiene razón -dijo Eros- Ella ama tanto ese campamento como para hacerle algo.

-Tenemos que hablar también con nuestro lado romano, hacernos uno -dijo Ares.

-Somos uno -dijo Afrodita.

-Sabes que no -dijo Dionisio.

-Lo que tienes de bonita, lo tienes de estúpida -dijo Atenea.

-En realidad no eres estúpida -dijo Artemisa- Eres desesperante pero lista cuando te conviene y justo ahora, te conviene no cambiarte, si tenemos a los dioses del inframundo a nuestro favor, nada malo podría pasar -miro a todos- ¿Cierto?.

Los dioses Olimpicos se miraron entre ellos, podría ser cierto o seria todo un caos, peor seamos sinceros, los dioses del inframundo son los dioses mas poderosos, solo por el hecho de controlar a los muertos.