Eros...

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Narra Grecia

Se que lo que hice estuvo mal pero se sintió bien, demasiado bien, Nico fue el primero en separarse y solo me miro.

-Lo lamento, no debí haberte besado, esto estuvo mal, eres la mama de mi novio, lo estoy engañando con su propia madre -dijo alterado

-Niccolo cállate -le hable algo fuerte- Will no se enterara

-tengo que irme Grecia -y se fue sin mas

-eres una estúpida Grecia -susurre mientras me sentaba en el trono

-Ahora que hiciste? -entro Afrodita

-¿Estas jugando con mis sentimientos? -pregunte algo desconcertada

-No, tu aura no me deja, ¿Puedo saber el porque? -se sentó a mi lado, solamente negué

-¿Porque no te deja? -la mire

-Porque estas embarazada -respondió- no puedo hacerlo en ti, pero si en Nico -le puse atención- no vayas a creer que esta con Will porque si, era obvio que estaría con Will, porque se parece un poco a ti, puede que no seas la madre de Will, ni de ningún otro hijo de Apolo, pero eres su madre, de todos, de Will, Matthew, Jack, entre otros, no solo es Will.

-¿Porque elegiste a Will?

-Es tierno y necesitaba compañía -se levanto-tu padre quería hablar contigo -sonrió y se fue meneando las caderas, solo como ella sabe.

Me levante y fui a donde mi padre.

-Hola cariño -dijo en cuento me vio

-Hola Papa, -lo abrace- te extrañe

-Eh estado aquí siempre, Grecia -me beso el pelo y se separo- cuando vino Nico, sentí deseo de ir hasta que algo dentro de Nico me detuvo -sonrió- el te desea todavía, aunque ya se hayan acostado -lo mire- ¿Pensaste que no lo sabia?

-Pues si, pensé que no lo sabias

-Soy el dios del deseo, algo se mueve en mi cuando alguien esta teniendo sexo -sonrió

-Dime por favor que no sentiste cuando Apolo y yo lo hicimos -dije algo alterada

-Diré que no para que te sientas tranquila -rio al ver mi expresión- solo bromeo, tu aura no me dejo, no se porque pero creo que ya no podré saber cuando mi hija esta teniendo sexo

-Lo cual le agradezco a Zeus -el rio- estoy asustada

-se lo que se siente, yo estaba así cuando naciste tu -solo lo abrace y llore en su hombro hasta que me quede dormida