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Ares y Amelie no salieron de la sala de mapas en dos días, ellos esperaban que llevarán al pequeño al campamento para poderlo presentar antes todos.

- ¿Cómo crees que reaccionen nuestros hijos? - pregunto Ares.

- Los tuyos pues imagino que normal  porque no tienen afecto con los hijos de Afrodita, pero los hijos de Apolo - suspiro - Son mis hijos Ares, yo ocupe el lugar de sus madres cuando los dejaron en el campamento, había un niño pequeño llamado Jackson, su madre lo dejo al nacer, yo lo crié y luego está Kian, decidió ser semidiós, dejando su lado de Dios, dijo que quería sentir toda la emoción que conlleva serlo y quién soy yo para decirle que no, si son sus decisiones - tomo de su copa de whisky - Los hijos de Apolo se sentirán mal, sabrán que las cosas ya no irán igual y pensaran que Apolo y yo nos separaremos.

- ¿Y no lo harán? - pregunto Ares.

- Jure frente al río estigio quedarme a su lado y eso es lo que hare - tomo asiento y le prendió un cigarrillo a Ares - No daré mi brazo a torcer si es lo que piensa - le dio una calada y de lo paso al Dios.

- No me refiero a que des el brazo a torcer  - dijo Ares tomando el cigarrillo - Me refiero a que sola puedes hacer mas, sin necesidad de que digan "Eres la esposa engañada de Apolo" o "La esposa de Apolo" - dijo mientras hacia la voz más aguda m

- No puedo cambiar los libros de historia - dijo Amelie.

- No, pero puedes volver a escribirlos si así lo deseas - se sentó al lado de la diosa - Eres una de las mujeres más fuertes que conozco y a la única que le tengo miedo - confesó el dios - Puedes hacer más.

La diosa se quedó callada, Ares abrió sus brazos y ella se inclino a abrazarle, se quedaron así durante un largo rato hasta que Amelie ya no pudo con todo lo que sentía y comenzó a llorar.

- Durante años trate de ser lo mejor para él, trate de darle todo lo que podía y hacerlo sentir tranquilo con sigo mismo - se levantó - ¡Acepte a sus hijos por el amor a Zeus! - exclamó - Intente ser buena esposa, le di un hijo, estuve cuando más lo necesito y me paga con esto, quiero decir - puso una de sus manos en la cintura y otra en su frente - No merecíamos esto, les dimos todo y ellos a nosotros nada.

- No sabes cuanta razón tienes - susurro Ares - Quería que fuera mi esposa, quería darle un anillo y arrodillarme frente al Olimpo, quería darle todo lo que ella merece y si se podía hasta más - miro a Amelie - Tenía pensado ser su sumiso con tal de que ella aceptará casarse conmigo. Trate de darle las mejores joyas, las más caras pero no le importó.

- Solo esperaron el momento preciso para acostarse y mandar todo a la mierda - dijo Amelie.

- Si - Ares se levantó - Tú lo dijiste, merecemos más y buscaremos ese más. Somos los dioses de la guerra podemos hacer una en cualquier momento - sonrió - No necesitamos tener una pareja para forjar nuestro destino, somos dioses por lo bueno que somos - se inco ante Amelie - Somos dioses porque lo merecíamos y seremos los mejores.

- No había pensado en todo eso - Amelie sonrió - Somos dioses porque lo merecíamos - susurro.

- Si, somos grandes y fuertes - Ares se levantó - Si nadie puede con un Dios de la guerra, ¿Qué les hace pensar que podrán con dos?

Un esqueleto entro a la sala se mapas y Amelie se levantó mientras se colocaba al lado de Ares.

- Lamento interrumpir - hizo una reverencia - Apolo y Afrodita llevarán a su hijo el día de hoy al campamento, ustedes lo sabrán en cuanto ponga un pie ahí.

- Gracias - dijo Amelie - Puedes irte - el esqueleto volvió a hacer reverencia y salió.

- El mocoso será llevado hoy - Ares sonrió - ¿Dijiste que podía elevar el fuego de las antorchas y la fogata?.

- Si Ares - Amelie río - Nadie sabe que puede salir de la oscuridad - los dioses rieron.

Mientras tanto en el campamento, Quirón había sido avisado sobre la llegada de un Dios, sin embargo no le dijeron de cual Dios.

- Señor D, ¿Quien cree que venga? - pregunto Quirón.

- ¿No lo sabes Quirón? - Dionisio miro al centauro.

- No, ¿Es malo? - pregunto mientras cruzaba sus brazos.

- Es malo para la mayoría - Dionisio tomo de su coca light y tras mirar a Quirón dijo - Apolo y Afrodita tuvieron un hijo, ese es el dios que vendrá.

Quirón se quedó sin habla, solo miraba a Dionisio pensando que fuera una broma de mal gusto, pero hablamos del señor D, Nunca hace bromas.

- ¿Qué pasó con Amelie y Ares? - se atrevió a preguntar.

- Ambos están en la guerra de Afganistán - respondió Dionisio - Nosotros pensamos que no lo saben porque no se han aparecido por el Olimpo, pero también pensamos que están esperando una señal de vida por parte del nuevo dios - alzo los hombros - Son los dioses de la guerra, nunca se sabe que podrán hacer - se levantó - Reunamos a los semidioses en el anfiteatro.

Juntos, salieron de la casa grande para comenzar a reunir a los semidioses y una vez que todos estaban reunidos hablaron.

- Se les convocó a esta reunión para hacerles saber lo siguiente - dijo Quirón - Vendrá un nuevo campista, pero no sabemos si se quedará aquí o se irá.

- Al campista se le tratara con respeto y se deberán de guardar sus comentarios - hablo Dionisio - Si hablan algo malo puede pasar, recuerden que el campeonato tiene oídos.

Detrás de ellos unas luces se iluminaron y al apagarse se vio a Apolo junto a Afrodita y un pequeño de unos 12 años.

- Campistas - dijo Apolo - Este es su nuevo compañero.

- Su nombre es Erionte - dijo Afrodita - Es mi hijo - la cabaña de Afrodita se llenó de aplausos.

- Y mi hijo también - hablo Apolo, su cabaña se encontraba en silencio total al igual, que Jason, Percy y Nico.

- Queremos que sea tratado como uno de ustedes, se alternará de cabaña en cabaña cada semana - dijo Afrodita.

Las antorchas se apagaron junto con la fogata, un aire frío corrió por el anfiteatro, provocando escalofríos en más de un semidiós, de pronto las antorchas y la fogata se volvieron a encender.

- Que linda reunión familiar - dijo Amelie junto a Ares saliendo de la oscuridad.

- Es una lástima que no estemos invitados.

Ambos dioses trian su vestimenta de guerra, que consistía en Ares una armadura de la cintura para arriba y una pequeña falda junto a su lanza y en Amelie una armadura de la cintura para arriba y una falda larga con tonos dorados, junto a su arco.

Los semidioses contenían la respiración al igual que Quirón.

- La reunión termino - dijo Amelie.

- A la cama - dijo Ares y todos sin omitir sonido se retiraron del anfiteatro para encerrarse en sus cabañas.

- ¿Creían que no lo sabríamos? - pregunto Amelie - Están pendejos si creen que pueden causarnos tanto y salir sin un rasguño - miro a Apolo - Confíe en ti, confíe en que ibas a esperarme, pero la temperatura te gano más y tú - miro a Afrodita - No creas que saldrás ilesa, no te haré nada aquí, pero te recomiendo que duermas con un ojo abierto - miro al Dios - Bienvenido al campamento mestizo.

- Dónde todas tus pesadillas se hacen realidad - dijo Ares y ambos tras sonreír desaparecieron.

Apolo y Afrodita se miraban, sabían que habían hecho mal, miraron a Dionisio pero no había nadie con ellos.

- Hicimos mal - susurro Afrodita.

- Ya lo creo - respondió Apolo.

Y así los tres que quedaban se sumieron en la oscuridad del anfiteatro, tras apagarse las antorchas.

Eros... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora