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Los días posteriores, Apolo no salio de su palacio, no se había levantado de la cama en semanas y solo miraba los anillos que Amelie le había dado, los miraba y trataba de regresar el tiempo para que eso jamas pasara, pero la verdad no recuerda como sucedió, no recuerda por que se acostó con Afrodita, simplemente recuerda despertar y encontrarse desnudo en cama de ella.

Apolo se incorporo en la cama analizando lo que acaba de pensar - No recuerdo como llegue a su cama -se dijo a si mismo- Eso significa que no lo hice en mis sentidos y si no lo hice en mis sentidos Edeimos no es mi hijo -sonrió- Pero como lo pruebo -coloco una mano en su barbilla y decidió incarse mirando hacia el cielo.

-Amelie, diosa de la venganza, te imploro que vengas a mi lado -al ver que no había aparecido siguió rezando, mientras podía ambas rodillas en el suelo y los brazos igual, mientras levantaba el trasero- Amelie por favor, te pido que vengas quiero hablar contigo sanamente, déjame explicarte, yo no me acosté con ella queriendo.

-Te refieres a que fuiste violado -dijo Amelie apareciendo frente a él. Apolo levanto la cabeza.

-Si, recuerda que cuando no estoy en mis cinco sentidos no se me para ni nada, entonces no puedo llegar al orgasmo así -dijo el dios mientras seguía incado- Edeimos no es mi hijo.

-Tienes un punto pero,  ¿Porque haría eso? -se sentó en la cama.

-Menciono algo sobre que Ares no le ponía la misma atención que antes -dijo Apolo desde el suelo.

-Espera -Amelie cerro los ojos y tras un suspiro dijo- Ares -el dios de la guerra se hizo presente en la habitación de Apolo, miro a la diosa y después al dios- Apolo tiene algo que contar -dijo señalando al nombrado.

-Decía que Afrodita, menciono que no le ponías atención estando en la guerra, porque le ponías más atención a Amelie que a ella -dijo el dios del sol mirando a Ares- Yo no estaba consciente cuando paso, te dije hace mucho tiempo que jamas dañaría a Amelie y lo sabes, jure ante el estigio.

-Por eso sigues bien -dijo Ares.

-No entiendo -dijo Amelie- ¿Nos odiamos o no?

-Cuando Apolo iba a casarse contigo me dijo que lo llevara al estigio para jurar su amor eterno por ti y lo hizo -dijo Ares.

-Jure que te amaría por la eternidad y que jamas te engañaría con una diosa, porque en mi corazón solo cabe una persona y siempre estaría para ti sin importar nuestras situaciones y aquí estoy, de rodillas frente a ti, declarando mi inocencia -Apolo la miro- Te amo y Edeimos no es mi hijo aun que ella lo diga, haciéndolo una vez, no la embarazo, contigo me costo hacerlo y vaya que fueron veces -sonrió al escuchar la risa de Amelie- Te pido perdón por todo lo que alguna vez hice o no -bajo la cabeza dejando caer la corona de laureles que llevaba siempre- Me abstendré de salir con mortales, de mirar a las demás, mis corazón siempre a sido tuyo pero a partir de ahora mis ojos también. 

Amelie miro a Ares, pero el dios ya se había ido, él sabia que era momento de pareja y no debía estar ahí, la diosa miro a Apolo, él seguía en el suelo con la cabeza agachada y podía mirar como su piel se erizaba, esto extraño a la diosa. Se acerco a la cama y tomo la frazada que en ella se encontraba y la coloco sobre los hombros fríos de Apolo.

-¿Porque estas frió? -dijo Amelie mientras tomaba al dios en brazos- Eres el maldito sol en persona, no puedes estar frió -la diosa lo metió en la cama- No puedes sentir frió -susurro para ella- Apolo, ¿estas bien? -el dios la miraba.

-Digamos que si -susurro el dios- Tengo frío -Dijo. Esto alarmo a la diosa y con un movimiento de mano, se alzaron llamas alrededor de la cama, Amelie seguía teniendo a Apolo cobijado en sus brazos y las llamas cada vez de hacían más grandes.

-¿Te hizo algo afrodita? ¿Te dio algo? -dijo Amelie en dirección al dios, ahora pálido.

-Vaya, mi plan no funciono, sigues llegando a él -dijo una voz.

-Afrodita este no es el momento para tus estupideces -dijo Amelie mirándola- ¿Que le hiciste?

-Digamos que el veneno para dios no es muy usado -dijo Afrodita sonriendo. 

-Si le pasa algo, juro que te mato -dijo Amelie, detrás de afrodita Ares se hizo presente.

-Afrodita ¿que hiciste? -pregunto el Dios.

-Sabes que le pones mas atención a ella que a mi -la diosa lo miro- Amelie siempre es el centro de atención para ti, en las guerras nunca me haces caso

-Pues es claro que no -dijo Ares- En la guerra tengo todo mi lado de dios, todo es oscuridad y rencor, no hay amor en la guerra, pero fuera de ésta siempre te he echo caso a ti -Ares tomo las manos de afrodita- Ahora, ¿Como ayudo a Apolo? 

-Lo mencione antes -dijo Afrodita- El veneno de dios no es muy utilizado, no sé que podría pasar.

Amelie miro fijamente a la diosa del amor, sus ojos azules fueron cambiando desde blanco, rojo, naranja... hasta llegar a negro, de su cabello desprendían llamas haciendo que Apolo sintiera el pequeño cambio de temperatura. Afrodita comenzó a sentir un dolor desgarrador dentro de ella, la diosa de la venganza se había metido en su cabeza y estaba torturándola lentamente. "Eres una mala madre". "Ares jamas se quedara contigo". "arpía". "No mereces ser diosa..." 

-Edeimos de quien es hijo -pregunto Ares mirando a Afrodita.

-Tuyo -dijo ella en un susurro mientras fruncía el ceño a las constantes punzadas en el abdomen- Zeus lo bautizo como Dios de la oscuridad -cayo al suelo.

-Cariño, es suficiente -dijo Apolo mirando a su esposa- El veneno de Dios me va a matar, pero podrás verme en los campos elíseos -el dios sonrió- Perdóname Amelie -la diosa no hablo, solo beso sus labios y al separarse, Apolo ya no se encontraba con ella.

En el campamento mestizo había todo un caos. Zeus junto a Poseidon esperaban la llegada de Amelie y los semidioses tenían puestos sus uniformes de batalla. Hera apareció en el campamento, frente a todos.

-Apolo a muerto -dijo, los hijos del dios no pudieron decir ni pio, porque Amelie se hizo presente junto a Afrodita y Ares, la diosa de la venganza comenzó a caminar en dirección a las cabañas.

-¿A donde vas? -pregunto Zeus.

-Necesito algo de la cabaña de Apolo, así que te pido que no te metas en mi camino -dijo la diosa con voz ronca.

-Am -dijo Poseidon- ¿Que harás? 

-Iré al inframundo a sacar a Apolo -dijo la diosa mientras seguía caminando.

-Un dios no puede morir -dijo Edeimos haciendo que Amelie se detuviera.

-¿A no? Dicelo al dios que se encuentra en la fila para ser sentenciado -alzo la voz y con ella las llamas en su cabello- Ahora si no te molesta -sonrió- ¡Guarda silencio, si no sabes de lo que hablas! -grito y siguió caminando hasta llegar a su destino.

La diosa entro a la cabaña, buscando el anillo que Apolo había dejado como ofrenda a sus hijos, lo encontró en la estatua que estaba en el fondo de la cabaña y se acero a tomarlo, cuando lo tuvo en sus manos, cerro los ojos y sintió como el suelo que se encontraba bajo sus pies se desvanecía, hacia mucho tiempo que no hacia un viaje sombra, cuando abrió los ojos se encontraba en el castillo de Hades frente al dios. 

-¿Amelie, que haces aquí? -pregunto Hades y la diosa cayo al suelo de rodillas.

-Hades, dios del inframundo te pido permiso para sacar un alma de la fila -el dios la miro con extrañeza.

-¿A quien? -pregunto él.

-Apolo -susurro la diosa- Te ruego que me permitas hacerlo, a cambio daré mi alma y trabajo si así lo desea.

Hades miro a la diosa con la mano en la barbilla y posteriormente sonrió. 





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